Miró una vez más a Gunther y me siento fatal al verlo con su rostro metido por completo en el inodoro, quiero poder tener una poción mágica y curarlo para que pueda ir al partido que nos trajo aquí, pero lastimosamente no soy una bruja, me siento como indio a su lado y acaricio su espalda de arriba/abajo para tratar de darle mi apoyo. Su rostro está demasiado pálido, sus labios están casi blancos y su cabello está bastante opaco, al ver que se levanta lo hago con él, lo ayudó a ir hasta la cama, llamó de nuevo al servicio a la habitación, pido un jugo de naranja junto a un poco de sopa de pollo, corro hasta mi bolso para sacar uno de mis mini botiquines que siempre llevo conmigo y consigo lo que quiero, le tiendo un vaso de agua junto a la pastilla, una de las comisuras de sus labios se estira y niega.
- Estoy bien Meg a veces me pasa este tipo de cosas.
- pues me importa una mierda- ahora las dos comisuras de sus labios están arriba- ahora yo estoy contigo, voy a cuidarte así que traga- el vuelve a negar pero yo aprieto su nariz con fuerza haciendo que abra la boca, meto rápidamente la pastilla y sin importarme siquiera que la cama se moje vierto el vaso de agua en esta.
toce con fuerza mientras yo no puedo parar de morder mis uñas, pude haberlo ahogado, pero mis intenciones eran buenas, yo solo quería que el se sintiera mejor, pienso que Gunther va a gritarme que soy una tonta o que me vaya de la habitacion, pero nada de eso ocurre, él se hecha a reír y como puede me tira hasta dejarme sobre su regazo, su ropa se ha empapado pero no voy a quejarme, sus labios se pegan a los míos, la fiebre a subido, pues estos se encuentran malditamente calientes, intento que eso no me afecte y lo sigo besando, como siempre el beso sube de intensidad y ahora no solo sus labios están calientes, Gunther trata de levantarse pero se lo impido, lo dejo sobre la cama y evito que esto llegue a mas, no esta en condiciones de darme un orgasmo.
- aburrida- bufa, la puerta es tocada y me apresuro por lo que he pedido.
espero y se mejoré.
(***)
El partido finaliza con un marcador de ceros, todos los chicos están cabizbajos pues esperaban por lo menos marcar un gol, de todas maneras deciden que es bueno irse de fiesta para disfrutar su estadía aquí.
- no quiero ir amor, aún me siento mal- Gunther acaricia mi cabello mientras viajamos en taxi hasta nuestro hotel.
- yo cuidaré de ti- me abrazo a su torzo y dejo un beso sobre este.
Puede que lleve repitiendo esto por mucho tiempo pero, me encanta Gunther, siempre que estoy a su lado me siento completa, querida, deseada e incluso siento que estoy con alguien que me conoce bien, cuando ninguno de los dos se a dado la molestia de conocerse mas a fondo. El taxi se estaciona frente al hotel y no se porque me siento tan ansiosa de entrar allí, al salir su mano se entrelaza con la mía, veo como frunce sus labios y me he dado cuento que lo hace cuando esta nervioso. ambos subimos al elevador en completo silencio, quiero preguntar porque se comporta de esa manera pero su boca ataca la mía.
Oh mi Dios me encanta cuando su boca es exigente, la mueve con destreza sobre la mía, su lengua se pasea por el contorno de mis labios y los entreabro para darle paso a su lengua ansiosa, siento sus manos posicionarse en mi cintura con un poco de rudeza, sus cadera se mueven un poco hacia adelante pegándome mas al elevador, de mi boca sale un gemido, pero ente es callado por uno suyo, mis manos que están bastante inquietas se agarran de sus hombros, intento hacer que se pegue mas a mi pero ya estamos lo suficientemente cerca el uno del otro. Al separarnos veo sus labios hinchados, los míos se sienten igual, nuestras respiraciones son dificultosas pero no nos importa, Gunther vuelve a besarme pero esta vez con mas calma.
- te deseo Megán- lo escucho decir entre besos.
- también te deseo- la puerta se abre en nuestra suite, busca rapido la tarjeta que abre la puerta y me deja pasar primero.
Esta vez su boca va a mi cuello y sus manos a mis piernas, entiendo la indirecta, doy un pequeño salto para posicionar las en su cintura, nuestras partes quedan unidas y gimo al sentir su dureza por encima del pantalón, mi necesidad de él es tanta que empiezo a menear mis caderas antes de que siquiera llegue a la cama. Se que Gunther esta igual o incluso peor, así que nos pega a la pared, doy un pequeño respingo al sentir el frió que sale de esta pero sus labios sobre el valle de mis pechos hace que me olvide de todo, tomo su cabello cuando su boca se dirige a uno de mis pechos y lo muerde, no llevo sujetador por lo que cuando baja un poco mi vestido me mira con ojos brillosos. Me deja sobre mis pies y me apresuro a sacar su camisa, desabrocho sus pantalones y los bajo a medida que voy repartiendo besos por todo su torso, al llegar al elástico de sus boxers, sus pantalones ya están en sus tobillos, tal y como lo dije hace un tiempo mi lengua se pasea por la grandiosa V.
Muerdo y lamo esa parte mientras escucho como inhala fuerte, estoy de cuclillas frente a él pero aun sigo vestida, toca mi cabeza para que me levante y lo hago, sus manos van hasta el bode de mi vestido y lo saca muy lentamente, cuando lo quita por completo solo quedo en tacones y mis bragas de encaje blanco, siento mis mejillas calientes porque nunca habíamos llegado a tanto. Gunther termina de quitar sus pantalones y ahora es el quien esta de cuclillas frente a mi, muerde mis caderas, mis muslos y mi monte de venus, sus manos van a cada lado de mis bragas y empieza a bajarlas mientras me mira a los ojos.
- Sigo- su voz es mas ronca pero yo estoy ansiosa y ninguna palabra sale de mi boca, parece que lo a entendido como un no e intenta levantarse, agarro su cabello con un poco de fuerza y tiro de el.
- por favor- su sonrisa aparece, pero ya no es una de esas sonrisas dulces, esta es felina.
Mis bragas desaparecen, al igual que sus boxers, Gunther me deja sobre la cama y empieza a besar mis tobillos, rodillas, muslos y siento su caluroso aliento en mi entrepierna, por un momento me tenso y quiero cerrar mis piernas, pero cuando deja un beso en esta, solo puedo suspirar, sus labios y lengua se mueven de arriba/abajo tan lento, que me escucho gimiendo su nombre para que lo haga mas rapido, pero no lo hace, el parece querer mas con cada lamida que le da a mi entrepierna, succiona un poco mi clítoris y siento que ya no puedo mas, sus dedos se unen a ese delicioso calvario y me hace estallar en mil pedazos.
- ¿estas segura?- levanto un poco mi cabeza para mirarlo a los ojos, pero no puedo evitar que mi mirada viaje a donde su miembro se encuentra erecto y bastante duro.
- Gunther solo entra y ya- sonrió, aun estoy un poco agotada por el orgasmo que acaba de darme pero quiero mas, con el siempre voy a querer más.
Se posiciona entre mis piernas, besa todo mi rostro mientras sonríe, su miembro choca contra mi entrepierna volviéndome hacer gemir, lo toma con una de sus manos y lo dirige hacia mi entrada, vuelve a mirarme a los ojos y entra en mi tan rapido que no puedo callar el estruendoso gemido que sale de mi boca, mis manos se aferran a su espalda con fuerza, Gunther entra y sale de mi muy lento, disfrutando de nuestra primera vez juntos, araño su espalda por el éxtasis que me esta embargando, de un momento a otro mi espalda no se encuentra sobre el mullido colchón, si no que me encuentro sentada sobre los muslos de Gunther, me muevo de arriba/abajo y en círculos sobre su miembro y me encanta ver su cara de excitación cada vez que lo hago, sus gemidos varoniles me tienen hecha un lío, en cuanto gunther empuja contra mi al mismo tiempo que bajo sobre su miembro vuelvo a estallar, unas cuantas embestidas suyas alargan mi orgasmo, su miembro se tensa y siento como me llena por completo.
Jamás pensé que se sentiría de esta manera con Gunther. Tan fantástico, me siento llena, plena y sin duda quiero más de él.
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Una Noche
ChickLitNada puede cambiar en una noche ¿o si? Claro que puede, ¡Maldito alemán mentiroso!