Capitulo 12

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Maratón 1/3

- ¿por que estas tan nerviosa?- Agne parecía divertida con la situación pero no era mi culpa, jamas había estado en un estadio de fútbol.

- deja de burlarte de mi y ponte esa camiseta- señale la camisa del Bayern de Múnich que nos había regalado Gunther, la de Agne solo era una camiseta normal, pero la mía tenia su apellido.

- tu bombón es posesivo cariño- asentí, me había dado de cuenta de ello hace unos días.

- ¿Donde esta Marián?- Agne se encogió de hombros.

- de seguro debe estar arreglándose, no se- se encogió de hombros, el timbre de casa se escucho y las ganas de saltar por la ventana llegaron.

Bien sabia que no se trataba de Gunther, porque desde muy temprano me escribió que estaría demasiado ocupado entrenando o calentando, la verdad no lose, estaba demasiado nerviosa pensando en que debía ponerme o que debía hacer si el llegase a marcar esos dos goles que me había dicho. Obviamente saltaría como loca y gritaría como nunca antes lo había hecho, pero el miedo de saber lo que podría pasar en otro país al cual ni siquiera había puesto un pie me preocupaba, el timbre volvió a ser tocado y arregle mi abrigo una ultima vez, afuera hacia mucho frió, no entendía como podían jugar en estas condiciones.

- ¿por que carajos no habrían la maldita puerta?- mi hermano de verdad estaba furioso.

- nos arreglábamos, por si lo olvidas hoy juega Gunther- me cruce de brazos, lo oí maldecir y luego correr escaleras arriba como un loco.

Subí para darme los toques finales, ya se nos estaba haciendo bastante tarde, y ninguna de mis amigas parecía haber acabado de arreglarse, al entrar a mi cuarto me di cuenta de que este era un completo desastre, pero no era mi culpa, quería verme tan bien para Gunther que había vaciado todo mi armario junto al de Agne y el de Marián para acabar con unos pantalones blancos ceñidos, la camisa ajustada del equipo de Gunther, unas vans rojas y mi abrigo blanco que llegaba hasta la mitad de mis muslos. Por fin las chicas gritaron que estaban listas y mi hermano salio junto con ellas, esta iba a ser una tarde llena de muchas emociones.

(***)

-¡Eso es falta maldita sea!- el hombre que estaba tras de mi, grito tan fuerte que por poco y me deja sorda.

Llevaba cerca de treinta minutos sentada en los asientos especiales que nos había reservado Gunther y nuestras miradas se habían encontrado un par de veces, parecía una estúpida colegiala de quince años enamorada, pero realmente no me importaba, la verdad es que desde que conocí a Gunther nada me importaba. Mi hermano gritaba un par de obscenidades y groserías hacia los jugadores del otro equipo, incluso el arbitro también se llevo uno de sus mejores insultos, yo la verdad no entendía a lo que se refería, solo sabia que el balón debería entrar en la portería contraria y que todos corrían tras una pelota. Me distraje tanto con mis pensamientos que no me di cuenta en el momento en que Gunther marco uno de los primeros goles.

- ¡Si ese es mi chico!- grite con todas mis fuerzas- ¡ lo viste, lo viste!- sacudí el hombre de Marián quien se quejo por lo brusca que estaba siendo.

- ¿sabes que con ese gol estas a solo un paso de irte con ese grandioso bombón a España?- deje de saltar como una completa loca y asentí.

- mierda no se que hacer- Marián me miro con el ceño fruncido.

- ¿Meg tu en realidad quieres ir con él?- negué y asentí al mismo tiempo- no hagas eso con tu cabeza, sabes que lo detesto- bufo- mírame Meg, si no estas segura de hacer esto díselo, el entenderá tu decision.

- yo....yo quiero hacerlo, pero tengo miedo- su mirada volvió a encontrarse con la mía y tire un beso en su dirección.

- ¿a que le temes?- suspire.

- Marián esto esta siendo demasiado bueno para ser verdad- volví a sentarme- ademas siento que lo conozco muy poco pero al mismo siento que lo conozco lo suficiente para saber que es un gran hombre, uno de esos que siempre deseas encontrar- sonreí como idiota al igual que mi amiga- Gunther no es solo guapo, es inteligente, centrado, independiente, es caballeroso pero no empalagoso, es atento pero no me asfixia, es celoso pero de esa clase que te provoca ternura, no lose todo de el me encanta.

- mi querida amiga temo decirte que ese alemán se te ha metido en el corazón- asentí y seguí viendo como jugaban, claro estaba que pronto se terminaría el primer tiempo.

(***)

El equipo de Gunther iba ganando tres a dos, mi alemán no había vuelto a marcar un gol y ni siquiera se había podido acercar, estaba frustrado, podía notarlo ya que bufaba cada tres o cinco minutos o pasaba las manos por su cabello mientras seguía corriendo, pedí permiso a la mujer que se encontraba a mi lado, tenia demasiada hambre, llevaba mucho tiempo sin comer algo y mi estomago ya empezaba a rugir. El chico que estaba mas entretenido mirando el partido que a mi, mancho mi camisa con un poco de queso derretido, pidió miles de disculpas pero que mas daba, por lo menos me había dado mis nachos con queso. Volví a mi lugar y metí una gran cantidad de nachos en mi boca, de esta salio un poco de queso, Agne me miro de mala manera mientras Marián reía como una loca, mi hermano por otra parte se dedico a asaltar mi comida.

- mira Meg Gunther tiene la pelota- Agne daba pequeños aplausos.

Mi corazón latió con fuerza al ver como se la pasaba a uno de sus compañeros, este se la paso a otro y volvió a quedar en los pies de Gunther, contuve la respiración por unos segundos al ver como esta entraba en la portería tan rapido como todos empezaron a celebrar. Lo vi correr hacia donde nos encontrábamos y buscarme con la mirada, sin importar que mi boca estuviera manchada de queso o que mi camisa se había untado de este corrí hacia sus brazos, él me recibió encantado y beso mis labios como si fuera la primera vez que lo hacía, se separo un poco de mi para susurrarme en el oído.

- España nos espera amor- y allí mi corazón latió frenético de alegría.

Una NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora