Una Noche

Capitulo 26

- Megán- su varonil voz pronunciando mi nombre me hacen gemir- eres perfecta.

Me remuevo bajo su cuerpo mientras entra y sale de mi, mis pezones se han endurecido con el solo contacto de sus manos, tomo su cabello entre mis manos y lo tiro hacia atrás en cuanto sus dientes se clavan en uno de mis pezones, el dolor junto a la excitación se han combinado de una manera exquisita, él sigue entrando en mi casi de manera violenta pero sus ojos no se despegan ni un minuto de los mios, siento que en cualquier momento voy a explotar pero el nuevamente se detiene, me hace girar y ahora me encuentre a cuatro patas sobre la cama, mi trasero se encuentra a la altura de su miembro, entra en mi haciéndome gemir y esta vez sus arremetidas son demasiado lentas, ruego porque vaya mas rapido pero no lo hace.

- quiero disfrutar de ti- susurra en mi oído pero me siento frustrada.

- por favor- vuelvo a rogar.

Sus embestidas empiezan a tomar el ritmo que me gusta y cuando pienso que va a detenerse el lo hace mas rapido, mi vientre empieza a formar de nuevo ese calor que te hace estallar en miles de sensaciones y gimo, el muerde mi hombro y apretuja mis pezones haciendo que me venga con un grito, se empuja con mas fuerza en mi y siento como se derrama dentro, ambos caemos agotados sobre la cama, el besa mi frente y mis ojos se llenan de lagrimas.

- ¿vas a irte verdad?- el asiente al mismo tiempo que besa mis labios.

- tengo que hacerlo- niego y siento su miembro empujar en contra de mi- necesito sentirte de nuevo.

Sus labios atacan los mios, abro de nuevo mis piernas a pesar de el dolor que siente mi corazón por escucharlo decir que se va, pero de igual manera quiero sentirlo dentro de mi una ultima vez, una ultima noche.

Despierto con el sudor corriendo por mi frente, tengo lagrimas en mis ojos y mi cuerpo tiembla, de nuevo he vuelto a soñar con Gunther pero esta vez de manera intima, reviso que Ian no se haya dado cuenta de lo que esta pasando, me levanto por un vaso de agua y reviso la hora en mi teléfono, de nuevo son las tres de la mañana, como dice mi madre es la hora en la que los demonios quieren atormentarte y sin duda conmigo lo han logrado.

Vuelvo a revisar mi teléfono y decido entrar a ver las fotos, aun no he tenido el coraje de borrar la única que tenemos juntos, ese día habíamos estado comiendo y sin querer la salsa de la hamburguesa se había regado por la comisura de uno de mis labios, Gunther tomo mi teléfono y le pidió a la chica de al lado tomarnos una foto, cuando se posiciono a mi lado y la chica iba a darle click, el lamió la comisura de mis labios.

- que felices eramos- niego- que falsa era nuestra felicidad.

(***)

Hoy es el último día que tengo que trabajar al lado de Hans, me siento un poco nostálgica ya que me había acostumbrado a su cercanía, a sus chistes sin gracia y a la forma en que me hacia sonreír cuando me ponía mal por pensar en Gunther. Había decidió que si algo entre Hans y yo iba a surgir tenia que ser sincera.

Le conté todo acerca de Gunther, pero obviando los detalles en que yo era la víctima, seguía siendo necia ante la idea de que alguien odiara a Gunther sin antes conocerlo, él había comprendido cada cosa e incluso había prometido ayudarme en lo que necesitará.

- le diré a Irvin que voy a secuestrarte- termino de organizar la carpeta y me tiró a su sofá con mucho cuidado.

Mi vientre a empezado a crecer y me da un poco de pánico verlo, no debería estar así de grande inclusive la doctora se ha preocupado de que este creciendo de esta manera, gracias al cielo mañana es mi ecografía. Hans levanta un poco mis piernas y se sienta a mi lado, acaricia mi mejilla y cierro los ojos.

- estas agotada- asiento, el pasa sus dedos por mis labios y de nuevo siento un cosquilleo en mi vientre.

- no sabes cuanto- respondo con una sonrisa.

- deberíamos salir a comer algo- niego a prisa- ¿Que quieres hacer?- besa mis labios y no tengo que pensar mucho en la respuesta.

- quiero quedarme aquí contigo- acarició su rostro, el cierra sus ojos y con mucho cuidado se posiciona entre mis piernas.

- eres fabulosa Megán- acaricia mi vientre y luego me hace cosquillas- pero galletita necesita comer.

Hace que me levante del sillón  con mucho cuidado, me pasa mi abrigo y toma las llaves de su auto, mi estómago ruge y su risa me contagia.

-No te vas a librar tan fácil de mí- me envuelve en sus brazos y me acercó a sus labios.

- no esperaba hacerlo- uno nuestros labios pero de nuevo mi estómago ruge

(***)

Ian esta mas nervioso que yo en este momento, o mejor dicho todos están nerviosos, la doctora nos ha dejado muy en claro que posiblemente hoy podamos saber la razón del porque mi vientre crece de esa manera, Hans me a estado llamando cada media hora y se lo agradezco ya que sus palabras me reconfortan.

- Megán O'donell- anuncia la chica, ambos nos levantamos y entramos al consultorio.

La doctora pide que me acueste y lo hago con muchos nervios, levantó mi camisa hasta mis pechos y ella vierte la fría gel sobre mi vientre, doy un respingo al sentirlo pero vuelvo a quedarme quieta cuando mueve el aparato. Su boca se abre al igual que su ceño se frunce, no voy a mentir, ahora estoy muerta de miedo y sus gestos no me ayudan a calmarme.

- ¿Qué pasa doctora?- Ian se adelanta a mi pregunta, ella vuelve a pasar el ecógrafo y esta vez sonríes.

- recuerdan la posibilidad de que galletita estuviese creciendo con un tumor- ambos asentimos, mis manos tiemblan y veo de reojo como los ojos de Ian se llenan de lágrimas- pues queda descartada.

- ¿Entonces por qué esta tan grande mi vientre?- ella sonríe, mueve una vez más el aparato por mi vientre y saca una foto.

Cuando esta sale de la maquina ella la toma y la pone en mis manos, al verla no entiendo nada, Ian que esta a mi lado la toma pero esta igual de confundido que yo.

- son gemelos Megán.

¡Hay santa madre de Dios!

Voy a tardarme un poco con los otros porque mi hermano decidió que era bueno formatear el computador así que todo se borró. Esperó lo disfruten.