Hans Dikoudis

79.4K 5K 243
                                    

- Te necesitó Hans- dice y cuelga, estoy asustado, el padre de los bebes a vuelto y eso solo traerá problemas.

Guardo todo lo que estaba usando y salgo de mi oficina para ir a conocer al hijo de puta que fue capaz de hacerle eso a una mujer tan dulce como lo es Megan, ella es fabulosa, no solo es bonita y graciosa, es ingeniosa, valiente, tiene un maldito carácter que solo logra enloquecer te, pero que sin duda atrapa. Haberla conocido no fue una coincidencia o bueno si.

No tenía planeado conocerla en el estacionamiento del hospital, pensaba hacerlo en la oficina, pero la vida es tan malditamente buena conmigo que me dejo verla antes de tiempo. Irvin era mi socio y mejor amigo, por lo tanto cada vez que hablábamos sobre el trabajo el hinchaba su pecho hablando de su fabulosa secretaria, al principio pensé que se había enamorado de ella pero luego me di cuenta que su cariño parecía mas el de un hermano. Marco en mi teléfono el número de la única persona que puede ayudarme ahora, subo la cremallera de mi abrigo mientras sostengo el teléfono con mi hombro, espero unos cuantos pitidos y este por fin contesta, la primer palabra que sale de mi boca lo hace regir y al mismo tiempo bufar.

- ¿Megan?

- Estoy muy bien Hans- dice con voz juguetona y sarcástica- le he dado un día libre.

- ¿Por que le diste un día libre?- cuestiono porque lo que me acaba de decir no soluciona el hecho de que no sepa donde se encuentra Megan- Müller esta aquí, necesitaba un tiempo a solas con ella y ya que le debía un par de favores- corto la llamada.

¿Müller?, su apellido resuena en mi cabeza pero simplemente no se de donde lo conozco, tomo las llaves de casa junto una manzana y decido ir al único lugar que supongo Megan debe estar, no voy a llamar a su amigo porque se que esta trabajando y tampoco puedo llamar a la dulce pelirroja que tiene como amiga porque estoy mas que seguro que de nuevo va a coquetear conmigo. No voy a negar que es hermosa y que tiene una personalidad que cualquiera admiraría pero solo puedo verla como la amiga de la chica que me gusta, o por lo menos por ahora la veo de esa forma.

(***)

Toco dos veces esperando que sea ella quien me reciba pero quedo casi de piedra al ver a Daviss Müller tras la puerta, su sonrisa se engrandece al ver mi cara de enojo pero no pienso dejarlo ganar, no esta vez. Paso por su lado ignorándolo, encuentro a una Megan con los ojos llorosos mirando hasta donde estoy, de inmediato corro a abrazarla, oigo un gruñido tras de mi pero no le tomo importancia, lo único que me importa ahora es Megan, limpio su rostro con mis manos y ella me da una pequeña sonrisa.

- ¿Qué pasa?- ella se acurruca un poco en mi pecho, de nuevo escucho un gruñido.

- Vete Dikoudis, no tienes nada que hacer aquí.

- Tengo mucho que hacer- respondo sin dejar de sostenerla hasta que algo cuadra en mi cabeza y me tenso por completo- eres tú.

Veo como enarca una de sus cejas y pasa una de sus manos por su cabello castaño/rubio, lo miro de pies a cabeza notando que no ha cambiado nada, excepto que ahora esta mas musculoso y su rostro parece mas maduro, la piel expuesta de sus brazos me deja ver unos cuantos tatuajes, tatuajes que tenia cuando lo conocí, suelto a Megan porque ahora estoy demasiado furioso, tanto con ella como con el hijo de perra que tengo en frente.

- Vete Müller- digo furioso ganando que él sonría, pero su sonrisa se borra en cuanto mi puño impacta su rostro- ¡¿cómo mierda te atreves siquiera a venir!?

Siento un golpe en mi barbilla pero no me importa, me tiro hacia el haciendo que ambos caigamos al suelo, estoy demasiado molesto, no porque este aquí específicamente aunque si me molesta que este a solas con Megan, pero lo que en realidad me enoja es que este aquí hablando con ella cuando decidió abandonarla, no se sus razones para hacerlo pero ninguna seria suficiente para justificarlo, mucho menos justificaría el hecho de que no decidió escucharla cuando ella quería contarle sobre los gemelos. Siento un sabor metálico en mi boca, el maldito sigue pegando igual de fuerte como lo recordaba, Megan grita que por favor nos detengamos y lo hago porque no es bueno que ella se altere.

- ¡¿Qué mierda te pasa a ti?!- grita haciendo que mi enojo crezca un poco mas, siento unos delicados brazos rodear mi cintura y trato de calmarme.

- Vete Gunther- su voz sale con dificultad y algo dentro de mi se rompe, es la misma voz que se utiliza cuando simplemente no quieres que alguien se vaya.

- Esto no ha acabado Megan- dice cabizbajo, beso repetidas veces el cabello de Megan, ella sigue aferrada a mi y aunque me esta agradando tenerla de este modo tenemos que hablar.

Cuando por fin la puerta se cierra la retiro un poco para verla, sus ojos mieles esta muy rojos y sus mejillas están un poco sonrojadas, ella esquiva mi mirada pero sostengo su barbilla con delicadeza para que me mire, se que lo quiere, que no ha podido olvidarle pero no seria Hans Dikoudis si ahora mismo me diera por vencido ante el hecho de tenerla solo para mi, se que ese brillo que han tomado sus ojos es por mi, se que a mi lado se siente cómoda pero odio admitir que ella parece verme mas como la persona con la que puede desahogar sus penas que como el hombre de su vida.

- Lo quieres- afirmo y ella asiente- ¿Me quieres?- vuelve a asentir- Megan- susurro llamando completamente su atención- quiero que sepas que no voy a dejarte, el puede estar aquí pero yo no voy a darme por vencido, te quiero solo para mi, quiero ser yo el único que ocupe tus pensamientos, el que provoque que tu cuerpo se tense o se sienta tranquilo con mis caricias, no me importa si tengo que enfrentarme al mundo solo por tenerte, lo haré, pero necesito que me des algo para poder saber que tu quieres lo mismo- sus ojos mieles vuelven a tener ese brillo hermoso, su sonrisa se agranda haciéndome sonreír.

Sus labios se estrellan con los míos y lo interpreto como un si. Voy a luchar por ti Megan O'donell 

Estoy completamente enamorada de este hombre ¿no es lindo? Mas tarde o mañana subo un capitulo con el punto de vista de Gunther, espero sea de su agrado el capitulo.

Una NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora