Capítulo 32

74.3K 4.6K 68
                                    

Su mirada de diversión, la sonrisa de su rostro solo se hacia más grande y la rabia empezaba a crecer dentro de mi cada vez que observaba mi vientre y negaba con la cabeza. Papá había decidido venir a cuidarme mientras Ian trabajaba, aún no sabía de Hans y Gunther pero parecía sospechar pues siempre estaba preguntándome por el responsable del gran arreglo floral que había sobre una de las mesas.

- ¿Quieres algo de comer cariño?- asentí de manera efusiva, aparte de odiar estar acostada todo el día odiaba un poco la comida de este lugar- ¿vienes Jeremy?

- No, voy a quedarme acompañando a la dulce Megán-casi quise vomitar cuando me llamo de esa manera.

- No necesito tu compañía, vete- su risa acompañada de sus pasos acercándose hizo que apretara las sabanas entre mis manos.

No entendía que mierda hacia aquí pero no me gustaba nada verlo, mucho menos me gustaba que siquiera me tocara, cosa que ahora estaba haciendo, su mano estaba en mi tobillo mientras la otra estaba en la cama sosteniéndolo, sus dedos empezaron a subir por mi pierna y en cuanto llegó a mis muslos golpee su mano con mucha fuerza.

- Fuera- dije entre dientes nuevamente- no eres bienvenido en ninguna etapa de mi vida.

- No entiendo porque me odias- se levanto de la cama empezando a dar vueltas por la habitación- cualquier mujer se sentiría afortunada de estar a mi lado.

- ¿Será porque intentaste abusar de mi?- su mirada se clava en la mía y en vez de mostrarse arrepentido sonríe ¡El maldito hijo de perra sonríe!

- Un solo ruido y voy a hacer que te arrepientas- sus palabras me desconciertan pero luego las comprendo.

Jeremy se acerca a mí tan peligrosamente que empiezo a respirar más rápido, sus labios se mueven por mi barbilla hasta mi oreja, por mas que golpeo sus brazos o susurro muchas veces que se detenga no lo hace, el disfruta tenerme temerosa, sus manos se deslizan desde mi vientre hasta estar rozando casi mi feminidad, clavo mis uñas en su muñeca haciendo que frunza el ceño pero no se detiene, pego un pequeño grito cuando lo siento muy cerca.

- ¿Que mierda haces?- aunque ahora su voz no es la que deseo escuchar me trae alivio- ¿Megán?

- Gunther- sollozo con fuerza haciendo que rápidamente venga a mi lado.

- Shiff cariño ¿que pasa?- no respondo me aferro a su pecho con demasiada fuerza haciendo que sus brazos me rodeen, dice un par de palabras hacia Jeremy que no logro escuchar porque me siento asustada, se que Jeremy solo juega con mis miedos, un miedo que no se ha ido desde que tengo memoria.

Su agarre se esfuma y jamas me había sentido mas vulnerable, tomo sus manos porque claramente tiene ganas de golpear a un sonriente Jeremy, pero no es momento de que lo haga, necesito que se quede a mi lado hasta que el miedo se evapore un poco, gracias al cielo Gunther comprende que es lo que quiero porque vuelve a mi lado, besa muchas veces mi frente y repite que esta aquí para mi. No se cuanto tiempo paso aferrada a su pecho ni mucho menos cuando siento tan pesados mis ojos, pero cuando los cierro por completo él aun me sostiene contra su pecho.

(***)

Abro perezosamente mis ojos, llevo mi mano para refregarlos y cuando estos están completamente abiertos veo a un muy dormido Gunther con la boca semiabierta sosteniendo mi mano derecha con mucha fuerza, la silla en la que se encuentra se ve tan incomoda que me siento mal de haber hecho que se quedara conmigo, acaricio su cabello y sonríe, luego acaricio su rostro la barba de este me provoca cosquillas, él se inclina a mi tacto haciéndome sobresaltar, trato de quitar mi mano pero el la sostiene con bastante delicadeza llevándola hasta una de sus mejillas, levanta la cabeza y sus hermosos ojos verdes me observan de manera dulce.

- Dormiste mucho- sonríe incorporándose en la silla- ¡joder! esta silla si que es incomoda.

- Bueno no conozco ninguna que sea cómoda- sonrió haciendo que él lo haga también- ¿cuánto dormí? 

- Según mis cálculos- mira su reloj y palmea su rostro con un dedo, me rió de la forma idiota en la que trata de contar con sus dos manos, a pesar de que soltó mi mano no la quito de su rostro esta permanece allí y me sorprendo al hacer que mi pulgar acaricie esa zona- unas cinco horas mas o menos.

Automáticamente me sonrojo, no puedo creer que hubiese dormido tanto, mucho menos que el se haya quedado todo ese tiempo a mi lado, pero algo que me hace cuestionar es ¿que hacia aquí? Después de haber dicho que me dejaría ser feliz solo se había aparecido unas dos veces y sus visitas siempre eran incomodas, no pasaban mas de dos minutos cuando Gunther ya se estaba yendo de mi lado con una maldita excusa.

- Gunther-murmura un uhm y se que me escucha- ¿Que hacías por aquí?

Se tensa de inmediato, se aleja de mi toque y casi de manera veloz empuja la silla hacia atrás, maldigo por lo bajo porque después de todo el drama por fin estábamos teniendo un buen momento, pasa sus dos manos por su cabello dejándolas en su rostro y suspirando, cuando las quita el miedo que refleja me da escalofríos, pero mas allá del miedo parece arrepentido. Camina de un lado a otro maldiciendo en alemán cosa que me parece graciosa ya que hablo perfectamente el idioma, asi que para hacérselo saber hago una pregunta con su idioma.

- ¿Es algo demasiado malo para que actúes de esa forma?- Gunther se detiene y me mira con los ojos muy abiertos.

- Me has hecho mierda con solo hablar de esa forma- frunzo el ceño sin entender y el señala sus pantalones, eso no solo me hace sonrojar sino también abrir mi boca casi de manera teatral- tengo que irme- lo suelta de repente y odio que mi corazón se paralice y una pequeña bola quiera subir por mi garganta.

- ¿Qué?- el baja su cabeza- no me puedes estar jodiendo en este puto instante- no habla, ni siquiera es capaz de verme a los ojos- bueno por lo menos esta vez estas avisándome que te vas y me volverás a dejar sola.

Con eso logro que su mirada se clave en la mía, sus ojos están brillantes y sus mejillas están un poco húmedas, niega en varias ocasiones pero no hace nada, en este momento quiero que se explique, quiero saber porque se fue la primera vez y porque se va ahora pero no hay nada, camina hasta la puerta y dice las palabras que hacen que mi corazón se estruje.

- Te amo y eso nadie va a cambiarlo Meg.


Siento mucho no actualizar pero estaba en semana de parciales, mañana les daré un maratón así que no pueden quejarse de mi ausencia. (lo que esta escrito en cursiva es lo que Megán hablo en alemán) 

Una NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora