El Guardaespaldas

CAPÍTULO 10

¡Me ha dicho que lo vuelo loco!

Esperen...es en el seductor sentido de la palabra ¿cierto? ¿No estará queriéndome decir que soy una chiquilla molesta que lo incomoda? ¿Verdad?

— ¿De qué forma exactamente te vuelvo loco?—pregunto nerviosa por su respuesta

Sus ojos me examinan, pero, es cómo si él ya supiese la respuesta pero no se atreve a decírmela.

¡Dios Mío! ¿Significa eso que lo vuelvo loco cómo él me vuelve loca a mí?

De acuerdo, de acuerdo, necesito dejar de apresurarme a los acontecimientos, tengo que esperar a que él me lo diga y así no me haré ilusiones en vano.

—No creo que pueda decirte todas las formas en las que me vuelves loco...pero te diré una, me pone enfermo cada vez que me desobedeces y no dejas que te cuide—dice haciéndome mover a su ritmo.

—Sería muy aburrido si te hiciera caso en todo, no habría tanta diversión en nuestras vidas.

— ¿Llamas diversión a los cientos de intentos de asesinatos que han cometido contra ti y yo he tenido que salvarte?—arquea una de sus cejas.

—No, esos momentos en específico no son de mis favoritos. Pero... ¿Te acuerdas de la vez que quise esquiar y tú me advertiste que no lo hiciera porque me caería ya que nunca en mi vida lo había hecho y a pesar de eso, puse las tablas en mis pies y volé loma abajo, y luego fui dando vueltas hasta el final?

Harry intenta reprimir una sonrisa al recordar ese momento, pero falla terriblemente y me muestra su sonrisa en todo esplendor. Yo me le uno y ahora ambos parecemos unos tontos riéndonos mientras bailamos.

Es tan lindo cuando ríe, ojalá lo hiciera más a menudo.

—Sí, la verdad es que eso si fue divertido, me recuerdo que en aquel entonces estaba muy furioso, pero luego cuando estuve a solas en mi habitación me reí bastante nada más con recordar el puchero que tenías en tu cara mientras estabas llena de nieve—ríe un poco más.

¡Wow!...podría acostumbrarme a este Harry risueño y agradable.

—Me complace saber que te diviertes viéndome rodar como una roca.

—Lo divertido fue tu expresión, no el momento en el que caías, me preocupaba mucho que te hubieses hecho daño.

—Entonces... ¿me vas a decir cuáles son esas otras cosas de mí que te vuelven loco?—pregunto queriendo aprovechar su buen humor.

—Buenas noches señorita Ángel—nos interrumpe Francisco.

Maldita sea, justo cuando la conversación se entornaba a mi favor.

Harry y yo detenemos nuestro baile y este se coloca detrás de mí, en su posición rutinaria.

—Buenas noches Francisco, pensé que no vendría—digo.

Estoy molesta y lo dejo notar, este hombre acaba de interrumpir uno de los mejores momentos que he tenido con Harry en años.

— ¿Cómo cree algo así? Le dije que vendría y además, no he venido solo, han venido unos amigos míos muy especiales. ¿Me acompañaría a saludarlos?—dice y me extiende su brazo para que lo tome y vaya con él.

—Hey, si quieres puedes cenar algo mientras yo atiendo esto, no es necesario que vayas conmigo, solo son unos amigos de Francisco—le susurro a Harry.

— ¿Segura?

—Si, por favor ve y come algo, la señora Thompson me dijo que no tuviste tiempo de cenar.