Bajo lentamente las escaleras, veo que Clark está sentado en un sofá y sé que está esperando por mí. Me siento a su lado sin mirarlo y sin atreverme a mencionar palabra alguna.
Clark se levanta de su lugar tomando una manta y colocándomela a mí alrededor.
—Tus labios comienzan a ponerse un poco morados—habla mientras frota sus manos en mis brazos para darme calor— ¿Cómo se te ocurre venir mal abrigada?— vuelve a tomar asiento.
—Por favor, no quiero escuchar a nadie más reprocharme por haber venido—hablo para prevenir tener que escuchar otro sermón.
—Yo sabía que ibas a venir—dice haciendo que pose toda mi atención sobre él—cuando me di cuenta que Cassandra había contestado tu llamada sabía perfectamente que era cuestión de tiempo a que aparecieras.
— ¿Por qué no me llamaste para detenerme?—pregunto.
—Lo intenté cientos de veces, pero primero no me contestabas y luego tu teléfono me daba fuera de cobertura por lo que supuse que ya estabas de camino.
Asiento aceptando lo que escucho, es cierto que sentía mi teléfono vibrar pero ni siquiera lo miraba, estaba segura de que podía ser Harry, Clark o la misma señora Thompson, y como sabía que me estarían llamando para intentar alejarme de mi objetivo, simplemente lo ignoré.
—Soy un desastre—digo tapando mi rostro con las manos a la vez que siento como las lágrimas comienzan a llenar mis ojos.
—Sí que lo eres—habla—pero siempre lo has sido y todos los sabemos, sin embargo, te queremos.
Escucho sus palabras de aliento pero nada me hace sentir mejor. A pesar de que ya todo ha quedado esclarecido sigo sintiendo ese fuego en mi interior, esa rabia hacia Cassandra que me hace saber que si la tuviera en frente, ya estuviese encima de ella golpeándola hasta la inconsciencia.
—Quiero que la despidas—hablo sin mencionar de quien se trata pero sé que Clark me entiende perfectamente.
Lo veo sonreír ampliamente.
—Ya ha sido despedida, por eso la mandé de vuelta...bueno, por eso y porque Diablo llevaba media hora gritándole y reprochando. ¿Te puedes creer que él fue capaz de despedirla como si fuese el jefe?—lo veo sonreír y me doy cuenta que Clark quiere mucho más a Harry de lo que alguna vez pude haberme dado cuenta—ese chico en serio te ama.
Las lágrimas vuelven a amontonarse bajo mis parpados al escuchar sus palabras. He sido una idiota, todos tienen por seguro cuanto Harry me quiere menos yo. He sido la única estúpida que ha desconfiado de él.
— ¿Crees que me perdone?—digo más para mí que para Clark.
—Claro que lo va hacer, solo dale tiempo.
Me quedo fijamente mirando a mi amigo por unos segundos. Sus ojos son brillantes y claros, pero puedo ver como hay algo en ellos, sé que está preocupado y no se atreve a hablarlo conmigo. Quizás todo este asunto con Marcelo lo tiene más distraído de lo que deja ver.
***
Después de una hora decidí subir para dormir en una de las habitaciones, es de madrugada y mañana bien temprano ya todos estarán en función de nuestro plan. Masoquistamente he entrado a la habitación que queda justo al lado de la de Harry. Lo he estado extrañando tanto desde que vino para acá que duele como el infierno estar separados por una pared. Siento ganas de ir hacia allí y dormir a su lado. Pero temo que apenas me vea en su puerta me eche con desprecio.
No sé cuánto tiempo llevo dando vueltas sobre esta cama, saber que tengo a Harry tan cerca pero no poder tocarlo me está quemando por dentro y no creo que pueda seguir aguantando. Necesito disculparme con él, necesito que él vea cuan arrepentida estoy. Necesito hacerle saber que sé que él me ama y que nunca más desconfiaré.
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El Guardaespaldas
FanfictionAl pasar tanto tiempo en la oscuridad, te vuelves oscuridad. Aunque él no lo sabe, es la única luz brillante en mi mundo. En este mundo que me fue heredado, y que no quiero. Él es mi guardaespaldas. En nuestra infancia fuimos los mejores amigos, per...