CAPÍTULO 21

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Cierro los ojos y una lágrima resbala por el lado de mi cara, llegando hasta él. Harry se levanta, y al salir de mí siento un poco de dolor.

Las sabanas están manchadas de sangre y me asusto al ver la cantidad.

—No te preocupes, es normal—dice él leyendo mi pensamiento.

Ambos quedamos sentados frente a frente. Paso mis piernas por encima de las de él, de manera que solo estamos a pocos centímetros de distancia.

Levanta una de sus manos y limpia mis ojos húmedos.

Lo miro y no puedo evitar sonreír por toda la felicidad que irradia en mi interior y él, a mi par, comienza a sonreír también.

— ¿Por qué lloras?—pregunta sonriendo. Sabe que mis lágrimas son de pura felicidad.

Con una mano aparto un mechón de pelo de su cara y aprovecho para acariciarle el rostro.

—Porque estoy viendo como poco a poco vas derribando esos muros que has construido. Me estás dejando verte y disfrutarte de una forma que jamás pensé que volvería a ver en ti—digo.

Mi voz se escucha rasposa y no puedo apartar mis ojos del hermoso hombre que tengo delante. Al Diablo con el que he tenido que lidiar por tantos años, pero que para mí siempre ha sido como un ángel.

Harry baja la mirada y toma mis manos, juntándolas con las de él.

—Me estoy esforzando mucho, en serio. No sé qué camino tome esto, pero mientras yo esté a tu lado, no me preocupo por el futuro—dice.

Sé que él tiene mucho por dentro, muchos recuerdos malos que lo atosigan. Sé que su padre lo hizo pasar por mucho y que en alguna parte de su ser él me culpa por todo lo que le ha ocurrido, porque yo he sido la razón por la que lo obligaban a entrenar, la razón por la que le arrebataron su niñez, la razón por la que nunca ha podido tener una vida normal.

No sé si él está pensando en lo mismo que yo, pero veo como una sombra oscura cubre su expresión y actúo rápido, me lanzo sobre él besándolo y abrazándolo.

He visto venir a sus malos pensamientos y debo distraerlo antes que lo consuman y lo alejen de mí.

Su risa inunda la habitación y es el sonido más hermoso que han escuchado mis oídos. Me quedo encima de él, besa mi frente con ternura y pasa sus dedos por el largo de mi espalda, de arriba abajo, constantemente con un ritmo marcado.

—Eres hermosa—susurra mirándome directamente a los ojos.

—Tú eres hermoso—respondo besando sus labios.

— ¿Te he hecho daño?—pregunta y ahora su tono de voz se ha vuelto serio.

—No, claro que no. Ha sido maravilloso—digo para quitarle esa expresión de preocupación que se le ha formado en su rostro y porque es la verdad.

Jamás hubiese imaginado que mi primera vez sería con Harry y que él sería tan dulce conmigo. Aunque fuese lo que siempre soñé.

— ¿Y a ti...te ha gustado?—pregunto algo tímida. Sé que no soy la que más experiencia tiene y Harry en cambio ya ha estado con muchas mujeres. Yo no debo ser algo espectacular al lado de las otras chicas que conoce.

—No tienes idea de cuánto me ha gustado, hasta a mí me asusta—dice.

Sus dedos siguen paseándose por mi espalda, despacio y haciendo que mi piel se erice.

— ¿En serio?—pregunto y no puedo evitar ocultar la ilusión y lo esperanzada que me he escuchado.

—Sí. Nunca había tenido tan poco control sobre mí. Me basta con tocarte y ya se me pone dura—dice y abro los ojos como dos lunas llenas.

El GuardaespaldasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora