Maratón: 2/2
Sus esmeraldas me miran impasibles, creo que ha dejado de respirar y yo tengo que contener las ganas de echarme a reír... ¿por qué cada vez que le digo algo que siento se queda como congelado?
Su expresión llena de amor va oscureciéndose, es como si estuviese en un sueño y de repente volviera a la oscuridad. Se sienta, pasa la mano por su cabello peinándolo hacia atrás y por su pesada respiración sé que la magia se ha roto.
Me siento a su lado y le beso el hombro, quiero y necesito que vuelva a ser el Harry amoroso que me hace vivir los mejores momentos de mi vida, y estoy viendo cómo se aleja para ser nuevamente Diablo, mi guardaespaldas.
— ¿Por qué es tan difícil para ti aceptar lo nuestro?— pregunto en un susurro, aún con mis labios rozándole la piel del hombro.
Harry se voltea para mirarme, de modo que ahora estamos sentados frente a frente, miro sus brazos musculosos y tatuados y un escalofrío recorre por mi cuerpo. Quiero estar entre esos brazos, no aquí sentada justo delante de él y no saber si puedo tocarlo o no.
—Ángel...no hay un nosotros—responde fríamente sin apartar sus ojos de los míos.
El alma se me es golpeada, quiero hundirme en mi almohada y llorar, quiero tapar mis oídos para no tener que escuchar todo lo que sé que él es capaz de decirme.
— ¿No hay un nosotros? Entonces... ¿todo esto que ha sido? ¿Diversión para ti?
—No, claro no. Es que...no lo entenderías.
—Pues tendrás que explicármelo—digo.
—No quiero hablar sobre eso, simplemente tienes que entender que entre nosotros es imposible que exista algo como una relación de pareja. Lo que hasta ahora he hecho contigo no lo hago por diversión, lo hago porque te deseo, porque es justo lo que siento, pero no puedo ofrecerte nada más.
Mi garganta está seca y todas sus palabras pasan como tempestades por mi mente, quiero retenerlas, analizarlas cada una y responderle como es debido, pero un profundo dolor se ha acentuado en mi interior y ni siquiera sé que vocal articular. Bajo la mirada y cubro con más resistencia mi cuerpo envuelto con la sábana blanca.
Harry sin esperar respuesta de mi parte y al tal parecer sin nada más que decir, se levanta, busca su ropa y comienza vestirse. Yo ni siquiera me he movido de mi posición, estoy pensando como un torbellino y necesito encontrar claridad. Nada de esto es lo que me esperaba y me duele tanto que ni siquiera sé cómo comenzar a defenderme.
¿Qué hay de malo que exista una relación entre nosotros? ¿Qué no puede ser capaz él de brindarme? Él ya tiene todo lo que deseo, ha sido a él a quién único he admirado y adorado toda mi vida. ¿No sé da cuenta que no pido nada más que su propia persona?
Quizás la del problema soy yo, no soy lo que él anhela, debe desear algo más para su vida. Después de todo nuestro pasado juntos, quizás la posibilidad de amarme ha sido agotada, quizás por ver mí oscuro mundo con detalles, por ver cuán fría puedo llegar a ser, se ha dado cuenta de que soy todo lo que odia, y por lo tanto, no me amará jamás.
El golpe de la puerta siendo cerrada me saca de mis pensamientos, entonces me doy cuenta que se ha marchado, me ha dejado sola, desnuda sobre mi cama y más rota que nunca.
¿Es esto lo que quiere? ¿Hacer de mí lo que le plazca y luego dejarme tirada como un juguete?
La rabia se va acumulando en mi interior, la debilidad, el dolor, la vergüenza, se van acoplando, hincándose en los más oscuro y profundo de mí ser.
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El Guardaespaldas
FanfictionAl pasar tanto tiempo en la oscuridad, te vuelves oscuridad. Aunque él no lo sabe, es la única luz brillante en mi mundo. En este mundo que me fue heredado, y que no quiero. Él es mi guardaespaldas. En nuestra infancia fuimos los mejores amigos, per...