CAPÍTULO 17

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Intento contener mi llanto cuando escucho su cuerpo moverse al otro lado de la puerta, pero es algo imposible para mí seguir reteniendo la tormenta de sentimientos que llevo oprimiendo durante tanto tiempo, es como si ya no fuera capaz de soportarlo más, como si mi cuerpo dijera basta y se desbordara como una explosión.

— ¿Ángel?—me susurra Harry, y por lo que puedo escuchar sé que se ha sentado en el pasillo, recostado a la puerta.

No respondo, pero tampoco hace falta que lo haga, él sabe que yo estoy aquí, puede escuchar mis sollozos incontrolables.

—No llores por favor, no soporto que sufras—su voz se escucha dulce y tierna.

Puedo escuchar su respiración a través de la madera, seco un poco mis lágrimas y me recuesto más cómoda sobre la puerta.

—''Sufrir''—pruebo la palabra en mi boca— ¿sabes cuánto tiempo llevo haciendo eso?

—No me digas algo así.

—Es la verdad. Desde que te alejaste de mí, cuando éramos niños, te he extrañado, he sufrido porque nunca más me volviste a mirar cómo lo hacías antes—digo despacio. No me puedo creer que esté hablando sobre este tema con Harry, pero me alegro de hacerlo, necesito escucharlo, quiero saber que tiene para decir. Necesito sacarlo de ese maldito papel de Diablo.

Escucho un profundo suspiro, me alivia sentir un ligero golpe en la puerta, debe ser su cuerpo moviéndose.

—Nunca quise alejarme de ti.

—Sé que tu padre te obligaba, pero igual no tenías por qué tratarme tan mal, incluso ahora que solo somos tú y yo, sigues siendo frío y cruel—hablo.

—No puedo evitarlo, Ángel.

Ruedo mis ojos al escuchar cómo me sigue llamando por mi apodo.

— ¿Cuándo volveré a escuchar como dices mi nombre? Me parece ridículo. Acepto que las demás personas me llamen así porque es parte de mi personaje. Pero no es necesario que tú lo hagas, nos conocemos bien y la verdad es que sueño con el momento en el que te llenes de valor y vuelvas a pronunciar mi nombre. Creo que ese es un eslabón que te liberará, a ambos.

El silencio se apodera de la situación por unos segundos, sé que mencionar que me llame por mi nombre es un límite para él, no sé por qué, pero sin duda a lo largo de los años ha creado esta necesidad de llamarme ''Ángel'' para sentir que hay una línea que nos separa.

—Simplemente no puedo ser el Harry que alguna vez conociste, no puedo hacerlo regresar.

— Ojalá si pudieras, yo lo extraño.

Por un segundo pienso en levantarme y abrir la puerta, quiero poder mirarlo a los ojos pero entonces, pienso que si lo hago, puede que salga huyendo y esta conversación tan única que estamos teniendo, finalice.

— ¿Nunca más me dejarás volver a estar contigo?—pregunta Harry.

Mi corazón da un vuelco y casi me paralizo, se ha escuchado tan herido y preocupado que casi le grito que por supuesto si lo dejaré.

—Tú eres quien no quiere estar conmigo—digo y me quedo muy quieta y silenciosa esperando a oír su próxima respuesta.

—Sí que quiero, solo que no puedo llegar hasta donde tú quieres—habla con su voz rasposa y no sé porque tengo la seguridad de que se está pasando la mano por su largo cabello y mirando hacia el suelo.

—Quizás porque tú solo me quieres para acostarte conmigo—digo y mientras sacaba las palabras de mi boca algo se retorcía en mi estómago. Me duele afirmar que Harry jamás llegará a amarme y que lo único que desea de mí es mi cuerpo.

El GuardaespaldasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora