Mi corazón se paraliza a penas escucho las palabras que ya esperaba. Una imagen de mi señora Thompson se posa en mi mente, la veo asustada, temblando, llorando y lo único que quiero hacer es protegerla.
— ¿Ángel?—escucho llamar a Harry desde el otro lado del teléfono. Llevo callada más de un minuto así que me obligo a volver en sí.
—Pásame con Marcelo—hablo despacio y tratando de estar lo más calmada posible.
Pobre Marcelo...cabrón de mierda, no sabes con quien te has metido.
—No creo que sea buena idea—insiste Harry.
—He...dicho...que me pases...con Marcelo—estoy conteniendo el monstruo que está creciendo dentro de mí, lo estoy tratando de mantener en cautiverio para poder pensar con claridad, sin impulsos.
Mi señora Thompson necesita de mí.
Escucho como el teléfono móvil es movido y luego el ritmo de una nueva respiración aparece.
—Hola querida—su acento ruso se clava en mi memoria y sé que nunca más lo olvidaré.
—Vamos a hacerlo fácil...dejas libre a la señora Thompson y yo voy a verte—hablo para no perder tiempo.
—Vaya... ¿ni siquiera un saludo por los viejos tiempos?
—No juegues conmigo Marcelo, mi paciencia tiene los segundos contados...no te recomiendo que te pases de listo.
—Ángel, aquí quien tiene el cañón de una pistola apuntando a la cabeza, soy yo. ¿Podrías ser un poco más dulce?—sigue hablando y puedo sentir como su voz tiembla.
—Créeme, estoy siendo todo lo dulce que puedo y se me está pasando el buen humor. Suelta a la señora Thompson y en menos de una hora me tendrás delante de ti—me paro frente a una ventana de cristal y veo la nieve caer.
— ¿Y para qué quiero que vengas si al final me matarás?
—De acuerdo. Nuevo trato. Dejas a la señora Thompson sana y salva, y te prometo que no morirás
Contengo la respiración, mi mente trabaja a mil por horas idealizando un plan. Nunca antes había expuesto a tanto peligro a la mujer que me crío. Si algo le llegara a suceder, jamás me lo perdonaré.
Escucho la risa de Marcelo y luego un golpe.
—De acuerdo, trato hecho. En una hora ven a mi casa—dice y rápidamente siento como el teléfono vuelve a moverse con urgencia y la voz de Harry no tarda en gritarme.
— ¡NI SE TE OCURRA VENIR!
Cuelgo la llamada.
Las cosas no son tan fáciles, antes de presentarme en casa de Marcelo necesito tener la seguridad de que la señora Thompson está a salvo.
Podría tenderme una trampa. Sé cuánto poder tiene ese hijo de puta, sé que es muy inteligente, y está jugando todas sus cartas en mi contra.
***
Acabo de llegar a casa de Marcelo, veo que todos los hombres que hacen guardia trabajan para mí, de seguro se deshicieron de los demás empleados, justo como lo habíamos planeado.
Entro a la casa con calma, el sonido de mis tacones se escucha por la madera del suelo y un enorme umbral, con dos puertas cerradas, se extiende ante mí y sé que allí dentro está el caos.
Me preparo para lo que está a punto de suceder y rezo en mi cabeza para que Harry no pierda los estribos.
Abro las puertas de un solo empujón y todas las personas en su interior se giran a verme.
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El Guardaespaldas
FanfictionAl pasar tanto tiempo en la oscuridad, te vuelves oscuridad. Aunque él no lo sabe, es la única luz brillante en mi mundo. En este mundo que me fue heredado, y que no quiero. Él es mi guardaespaldas. En nuestra infancia fuimos los mejores amigos, per...