Ahora mismo lo que corre por mis venas no es sangre, es puro odio, pura rabia, pura inhumanidad. Trato de medir mis límites pero no puedo, porque no los encuentro. Cuando se trata de Harry, pierdo los estribos, dejo de ser una persona consciente para ser alguien que actúa por instinto y sentimientos. Si me hubiese quedado en casa lo más probable es que amaneciera con un paro cardiaco o una parálisis cerebral por tanta angustia.
Le dejé una nota a la señora Thompson para que cuando despertara no se volviera como loca buscándome, aunque igual creo que pegará el grito en el cielo cuando sepa que me he marchado a Rusia. De seguro no me entenderá y querrá llamarme para darme el regaño de mi vida, pero me da igual.
Llevo horas pensando las posibles explicaciones que puede haber para que Cassandra contestara el teléfono de Harry, y ninguna me convence. Mi cerebro está diseñado para siempre pensar en lo más malo, y esta vez, tengo motivos más que suficientes para saber que algo no anda bien.
Me estremezco solo con recordar como ella lo llamó por su nombre ¿Existe la posibilidad de que Cassandra y Harry sean más cercanos de lo que yo creía?
Es decir, sé que tuvieron sexo hace unos años pero nunca los volví a ver juntos, pensé que ya no había nada más que la obvia atracción que ella sigue sintiendo por él.
Harry no pudo engañarme ¿o sí?
No lo sé, joder. Quiero pensar que todo esto es un mal entendido pero no puedo quedarme con la duda.
De cualquier forma ¿quién se cree ella para contestar el teléfono de Harry? Y si él estaba durmiendo ¿por qué ella estaba cerca? Las respuestas a estas preguntas pasan por mi cabeza y solo siento deseos de que el maldito avión termine por aterrizar para ir corriendo a esclarecer todo este lío.
Ya he ido tres veces a la cabina de los pilotos para asegurarme cuanta distancia queda y a qué hora ellos subestiman que debemos llegar. Al final decidí dejarlos tranquilos y no seguir distrayéndolos.
Las ansias me están comiendo desde adentro y apenas se me pasó el mareo por todos los tragos que me tomé en casa, empecé a pedirle a la aeromoza champagne, ya voy por más de cinco copas y creo que es hora de detenerme. Comienzo a sentir mi estómago revuelto y no quiero enfermar, necesito todas mis fuerzas.
***
Entre malas películas, revistas, series que en mi vida había visto...al fin hemos llegado. El avión aún no se había detenido y ya yo estaba poniéndome de pie.
La aeromoza me pidió lo más amable que pudo que permaneciera en mi asiento pero ya yo estaba detrás de la puerta esperando a que se pudiera abrir.
Salí disparada del avión en cuanto pude y subí al auto que ya me estaba esperando. Le pedí al chofer que me llevara a la dirección donde sabía que Harry, Clark y todo el equipo se quedarían y en segundos ya estábamos en camino.
Siempre que estoy muy nerviosa y debo contenerme, por alguna razón que desconozco, mis dedos de las manos comienzan a dolerme, y ahora mismo siento ganas de arrancármelos para que dejen de recordarme lo ansiosa que estoy.
A medida que nos acercamos la preocupación por lo que puedo ver, aumenta. ¿Y si Harry y Cassandra están durmiendo juntos? ¿Y si lo veo abrazándola como me abraza a mí?
Tapo mi rostro con ambas manos para intentar despejar mi mente y me repito una y otra vez que debo hacerme, al menos, de un poco de autocontrol para enfrentar esta situación lo mejor posible.
¿Qué mierdas estoy pensando? ¿Cómo que enfrentar la situación lo mejor posible? Ni en broma voy a controlarme, voy con todo y pobre del que se cruce en mi camino.
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El Guardaespaldas
FanfictionAl pasar tanto tiempo en la oscuridad, te vuelves oscuridad. Aunque él no lo sabe, es la única luz brillante en mi mundo. En este mundo que me fue heredado, y que no quiero. Él es mi guardaespaldas. En nuestra infancia fuimos los mejores amigos, per...