El agua caliente derrite lo frío del corazón.

43 6 2
                                    

Abrió el grifo de la bañera mientras esperaba a que se llenara. La chica de cabello emo castaño se miró al espejo analizándose de arriba a abajo, como estaba acostumbrando últimamente a hacer. Suspirando, tomó su tablet y, conectándola a un altavoz, puso la reproducción aleatoria. A los segundos empezó a escucharse Another's Arms, de Coldplay. Se quedó quieta durante los primeros 20 segundos de canción y con esa mirada vacía que había estado llevando todo el día, se quitó la camiseta.

Se escuchaba el agua del grifo chocando con el agua que llevaba ya un cuarto de la bañera, aunque sólo era un leve murmullo, pues la música estaba tan alta que no se podía escuchar casi nada del entorno. La joven volvió a mirarse al espejo, esta vez sin ese horrible chandal gris colegial. Empezó a girarse despacio, buscando algún rastro de error en su cuerpo. Metía tripa, elevaba los brazos; cualquier cosa para verse como ella quería y después, se soltaba, haciendo salir esa tripita que a la muchacha le parecía que estaría mejor sin ella.

Mirando el agua, que ya cubría más de la mitad de la mañana, introdujo un pie. El agua estaba muy caliente, como ella le gustaba. Sentir su piel mojada cogiendo calor, y se le ve escozor que se siente cuando tu piel se empieza a quemar...

Metió el otro pie y se quedó parada. Tomo la alcachofa de la ducha poniéndola en alto Y dejó caer un gran chorro de agua caliente en su cara, provocando que dé un pequeño respingo por la reacción de la cara en contacto con el agua. Se apoyó con los brazos en la pared y dijo que el agua bajaste por su espalda, pasará por sus piernas hasta reunirse con sus amigas de H2O que inundaba la bañera.

Respiraba profundamente, dejando que el aire llenase por completo sus pulmones y luego lo soltaba con suavidad. Entonces bajó la mirada, haciendo que el agua también pase por ambos lados de su barbilla y uniéndose en el final de esta, cayendo en gravedad hacia abajo, y sin poder aguantarlo más, se tapó la cara con las manos y empezó a llorar. Otra vez. Otra vez...

Lloraba desconsoladamente, era el único momento en el que podía estar sola y nadie podía oír su dolor. Se puso de rodillas en la bañera, bañándose por completo hasta la cintura y seguía llorando. El agua de alcachofa caía sobre su cabeza y hacía que bajara por sus manos, que aún tapaban su pálida tez, y por sus brazos.

De repente se detuvo y se quedó en silencio, con los ojos cerrados, sin apartar ni un segundo las manos de su cara. Empezó a bajar sus manos hasta apoyarlas en sus piernas y miro sus muñecas. Limpias, sólo marcadas con pequeñas cicatrices. Recordaba como de aquellos tiempos en los que sólo llevaban sus brazos pasó a esto, cuando sólo lloraban sus ojos.

Quiso olvidarse un poco de todo y empezó a cantar Broken Ones, de Jacquie Lee, que en ese momento había empezado a sonar. Empezó, pero al poco rato de comenzar, sus ojos de nuevo se llenaron de lágrimas y su voz se quebró. Elevó la cabeza, haciendo que el agua cayera sobre su cara y bajara por sus mejillas, mezclándose a su vez con sus lágrimas y limpiando su cara. El agua bajaba por su cuello y su pecho, como consecuencia de que la bañera terminase desbordándose. La joven pasó por alto eso y cambio de postura, tumbándose en la bañera, empapando todo su cuerpo hasta el cuello y mirando el techo. Se quedó así un buen rato y después empezó a sumergir la cabeza pensando: " sería tan fácil si sólo dejara de respirar... ".

Yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora