¿Feliz Año Nuevo?

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Miró la ventana, los cristales helados por el frío de fuera. Miró las sillas. Una pila de sillas sin ningún tipo de orden ni propósito, solo sillas amontonadas. Miró la pizarra, sentada sobre la mesa. La pizarra estaba llena de palabras, unas escritas encima de otras. No se entiende nada. Recordó las paredes blancas de un hospital, la luz que débilmente entraba a ella por las nubes tras un día lluvioso, las salas de espera con los largos sofás blancos y la televisión donde echaban esos programas del corazón y los cotilleos entre las celebrities...

Año nuevo, vida nueva. Las cosas que pueden inspirarte a escribir un año pueden hacer que el año siguiente te dejen la mente en blanco. Acaricia su brazo derecho. Un montón de cosas se pasean por su mente. Los recuerdos vuelven a entrar en su cabeza inconscientemente, haciendola sentir una ligera presión por todo el cuerpo. 

¿Qué es lo que está bien y lo que está mal? ¿Qué es lo que debe hacer? ¿Qué será de esa pequeña personita que anda mirando las paredes en busca de que algo distinto les ocurra algún día? Tal vez debería pintarlas, pero ese color blanco se ha hecho demasiado parte de ella. Empieza a recordar más cosas. Errores. Todas esas palabras que sin querer alguna vez ha dicho, que han hecho daño... recuerda todas esas veces en las que se ha sentido como la mierda, las veces en las que ha sentido que su vida no tiene sentido, las veces en las que se ha planteado con un pequeño nudo en la garganta si todas las personas finjen sus sentimientos y todo lo que dicen sobre ella que sea bueno es una mentira. Porque, quién sabe, tal vez esas personas que la insultan, que dicen sus puntos malos y desagradables son las personas que le dicen la verdad.

A su olfato llega un olor. Un olor a.. ¿hierba? Mira detrás suyo. La chica había dejado un pequeño rastro de hierba y pequeñísimas flores allá donde había pisado. Tiene miedo. Miedo de que esa hierba se muera... de que las flores se pudran. Volver a pensar en los sinsentidos de su existencia, en los pinchazos que su corazón sintió algún día le daban un miedo interior a que no vuelva a pasar eso. Vuelve a arrepentirse, de todo lo que ha hecho. Vuelve a maldecir cada palabra que ha salido de su boca y que ha hecho cagarlo todo. Se oye una voz tranquila hablándola al oído, dice que todo está bien. La joven sonríe levemente. 

"Te creeré."

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