P.D.:Poned el audio del video multimedia para acompañar el texto, si queréis.
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3 a.m.. Una joven de pelo corto, castaño mira el techo fijamente. O eso pretende, porque la oscuridad es tal que no puede ver lo que hay más allá de sus narices. Otra noche de insomnio. Otra noche en la que dormir se convierte en un verdadero reto.
Si afinaba el oído, podía escuchar gotas chocando contra los cristales de su habitación, aparte de otras que resbalaban por el techo el cuál tenía sobre su cabeza. La vida es tranquila en una casa alejada de la civilización, en un acantilado, cerca del mar.
Después de veinte minutos de vacilación, la joven decide levantarse y hacer algo distinto, pues ya dio por hecho que esa noche no iba a dormir. Bajó las escaleras de su habitación, situada en un desván, que hacía de segundo piso de la casa y salió al porche no sin antes ponerse una chaqueta negra. La lluvia sonaba más fuerte en cuanto más se acercaba a la puerta y al abrirla, una ola de frío barrió la acogedora temperatura del interior de la casa. Suspirando, la chica se puso la capucha y salió por la puerta, cerrándola tras de sí. Se sentó en la escalera del porche y miró como caía la lluvia desde ese abismo negro celestial. Cerró los ojos con un aura de melancolía que le provocaban esas escaleras.
Todavía podía ver a esa pareja feliz, despidiéndose en dichas escaleras, cuando el chico de la pareja se acercaba a la joven poniendo las manos en su cintura. Se miraron a los ojos y la chica se acercó a su cara a besarlo. Él la besó de vuelta sin pensarlo. Un beso dulce, tierno, delicado; cómo si fuera lo más fragil del mundo. Ella puso sus manos alrededor del cuello del chico y pegando su frente con la del joven, le miraba a los ojos con una leve sonrisa, provocada por el cariño de su verdadero amor, ese que anteriormente ella pensaba que no existía, pero él hizo real.
"Te amo".........
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Esa imagen, al igual que esas palabras se desvanecieron al ritmo de las gotas callendo. La chica abrazó sus rodillas y empezó a llorar, otra vez. Puede que tuviera la esperanza de que esas lágrimas llenaran los huecos vacíos de su alma corrompida y de su corazón destrozado."Si sólo pudiera estar contigo un día más...". Era una frase que se repetía muchas veces en su cabeza, unido con sus manos cruzadas, simulando que una de ellas fuera la de aquella persona que hace tanto que se fue. Se preguntaba cómo es posible que alguien que ha significado más que su propia vida se hubiera ido así, sin más. Su corazón se sentía vacío, muy vacío sin él y ni la lluvia ni sus lágrimas eran suficientes para curarlo.
Con lágrimas en los ojos la joven miró al horizonte, a ese mar oscuro que se fundía con el color del cielo como si no hubiera separación entre el cielo y el océano, preguntándose qué pasaría si caminara por él sin volver atrás.
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Yo.
De TodoAbrí los ojos. Se escuchaba una tormenta afuera. El viento chocaba contra las persianas exteriores de mi habitación, haciendo que choquen contra la ventana y provocando un estruendoso sonido. Me quedé mirando el techo durante 10 eternos minutos, pen...