Me desperté de golpe. Una tormenta arreciaba en el exterior de la casa y el viento hacia que la lluvia, bastante contundente, golpeara casi horizontalmente los cristales de las ventanas, como si estuviera intentando de alguna manera quebrarlas. Suspiré, tenía la sensación de que había tenido otra pesadilla, pero no podía recordar qué era lo que pasaba en ella por mucho que me esforzara.
Tras unos minutos en los que mi mente se quedó en blanco, giré mi cuerpo hacia mi derecha en la cama y le vi, durmiendo a mi lado. Inconscientemente, sonreí dulcemente y le acaricié el pelo cariñosamente. Ese pelo castaño oscuro, largo como dejado crecer por el tiempo. Se veía tan lindo durmiendo, pareciera como si en ese momento todo problema hubiera salido de su mente y no pensara en nada, y simplemente descansara, plácidamente. Por debajo de los estruendosos sonidos de la tormenta, la lluvia, los truenos... podía escuchar la respiración del joven, tranquila, calmada, cálida... sólo con oírla ya me producía un gran sosiego en mi interior y olvidé por completo que había tenido una pesadilla. Pero igual no podía dormir.
Me acerqué al rostro del chico y le di un beso en la frente, antes de levantarme de la cama y bajar las escaleras hasta la puerta de mi casa. La luz de la luna tras las nubes negras iluminaba muy tenuemente el salón y las ventanas estaban completamente cubiertas de vaho por la gran diferencia entre el frío de fuera y el calor del interior. Tomé mi abrigo y me lo puse, luego salí al porche de la casa. Nada más salir empecé a arrepentirme de haber dejado el calor de estar en la cama con mi pareja, pero ya estaba fuera.
Miré al horizonte, vi el mar y sus olas rompiendo agresivamente contra el acantilado sobre el que estaba la casa, y vi las gotas chocando con la misma fuerza en el suelo y el agua del océano. Suena un trueno. Con mis dientes castañeteando por el frío, me senté en las escaleras del porche, con aire de cierta melancolía, casi imperceptible. Aunque tampoco sabría decir exactamente el por qué de esa sensación.
Cerré los ojos y respiré profundamente, pensando en todo lo que había pasado en un solo año. Estaba empezando a relajarse mi mente de nuevo para dormir cuando sentí una mano que se posaba sobre mi cabeza a la vez que el dueño de dicha mano se sentaba a mi lado.
—¿Todo bien?—Me dijo mirándome a los ojos.
—Mi inconsciente me intenta hacer recordar cosas...
Nos quedamos en silencio. Entonces el joven acarició mi mejilla dulcemente y empezó a acortar la distancia entre nosotros. Le miré.
—Yo estoy contigo, ¿sí?... —Dijo antes de que nos besáramos. Fue un beso dulce, tierno, delicado, y a la vez apasionado. Posicioné mi mano en la nuca del chico mientras el frío empezaba a abandonar nuestros cuerpos y él me susurró entre besos:
"Te amo"........
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Yo.
RandomAbrí los ojos. Se escuchaba una tormenta afuera. El viento chocaba contra las persianas exteriores de mi habitación, haciendo que choquen contra la ventana y provocando un estruendoso sonido. Me quedé mirando el techo durante 10 eternos minutos, pen...