Yo.

Distance Love Aesthetic

No sé cuantas veces he hecho esto,
ni sé cuantas veces lo volveré a hacer.
Pero ese número no es importante.
No lo recuerdo del todo bien,
pero desde la primera vez que hablamos
ya me interesé en ti.
Y no supo en ese momento por qué.

Te fui conociendo, a ti tras ese personaje que interpretabas
y nunca pensé que nuestras conversaciones sinsentido
nos llevarían a este punto.

Puedo jurarte que me he llegado a pasar
días y noches pensando en ti.
Me he llegado a quedar
noches enteras sólo esperando a que te conectaras,
hice lo posible y más para mantenerme en línea 
en aquella página web que nos unió y me daba rabia
cuando te conectabas justo cuando yo no podía.
Y era gracioso, porque no éramos nada.

Recuerdo esos días
en los que mi corazón daba un brinco cuando
en tu perfil aparecía "ONLINE"
y recuerdo que te escribía con las manos temblorosas y sudadas
mientras sentía como si el corazón se me fuera a salir del pecho.

Recuerdo cómo te escribía cartas
parecidas a ésta, mensajes
que siempre me decías que te habían dejado sin habla.

Recuerdo todas las veces que me "besabas" y sólo con eso
me dejabas con la cara toda colorada
y me producías un chispazo en toda mi columna vertebral.

Recuerdo cómo me hacía sentir cada vez que me "abrazabas",
la calidez de esos brazos imaginarios que me conseguían calmar 
y llenar de calor.

Y también recuerdo esas rupturas...
Esas eternas rupturas en las que esperanzádamente te esperaba
en las que sollozaba de noche y de día porque no entendía nuestro amor
en las que andaba pensándote más todavía
y en las que no dejaba de leer nuestras conversaciones
porque no quería olvidar cómo me hiciste sentir
y no quería olvidarte.

Desde que empecé a sentir cosas por ti, empecé idílicamente a imaginarte,
a imaginar cómo serías.
y puede resultarte gracioso,
y puede que no me creas,
pero fuiste exactamente como te pensé.

Me has llenado de sentimientos que a día de hoy no puedo explicar
y por ti fue que descubrí sentimientos que no tuve antes;
y por ti fue que descubrí muchas cosas que antes no vi
o que no entendía

Recuerdo esa noche de Halloween en la madrugada profunda
—No creo que se me olvide nunca—
en el que mis amigas me convencieron para llamarte a Skype.
Recuerdo que estabas confundido,
no entendías qué pasaba.
Recuerdo que morí de vergüenza porque 
mis amigas no dejaban de gritar por detrás.
Pero lo que más recuerdo
fue esa risa que soltaste
por los comentarios de mis amigas
y juraría que en ese momento
fue como si todo se hubiera parado
y sólo escuchara tu risa 
y eso, no creo que se me olvide nunca.

Ah, y recuerdo también esa primera vez.
Ese día me sentí como si de verdad estuviera ahí contigo
—y ello continuó en las veces posteriores—.
Recuerdo tu respiración alterada y entrecortada
a la que me volví adicta
y tu voz que susurraba
para que no te oyeran en casa.

Y contrariamente recuerdo,
recuerdo tu respiración alterada y entrecortada
la cual me marcó por mucho tiempo
y tu voz que susurraba
para que no te oyeran en casa
cómo llorabas por la ida
de tu última pareja entonces.

... Recuerdo ese día que estabas tan arrepentido
y lloraste de felicidad cuando te dije que no me iría de tu lado
y recuerdo cómo lloraba
cada vez que oía tus "te quiero" o tus "te amo"
después de tanto tiempo y que tanto extrañaba
y te deseaba volver a oír.

Recuerdo todas las veces que quise tocarte,
acariciarte
y que colgué la llamada con lágrimas en los ojos
por la impotencia de no poder besarte.

Recuerdo todas las veces en las que dudamos
y nos dejamos engañar por la distancia
y las veces en las que quisimos luchar y demostrar
que la distancia son sólo números.

Recuerdo las veces que te moriste de celos
por culpa de mis amigos
o de chicos que me hablaban
y recuerdo las veces que perdí la cabeza 
porque las chicas se acercaban a decirte algo
o alguna te mandaba algún mensaje
sin saber cual es.
Y las veces que discutíamos porque nos comíamos la cabeza
temiendo que el otro estuviera mintiendo u ocultando algo.

Pero también recuerdo esas noches en las que
no dormíamos porque no podíamos dejar de hablarnos
y en las que si uno se quedaba dormido,
el otro se quedaba mirando
porque vemos al uno demasiado lindo cuando duerme.

Y recuerdo, y siempre recordaré 
tus innumerables sonrisas de todo tipo
que iluminaban tu cara:
Tu sonrisa cuando algo te parece gracioso,
tu sonrisa nerviosa,
tu sonrisa pícara,
Tu sonrisa provocadora...

Y todas esas veces en las que me has
hecho sentir la más hermosa del mundo
aunque sé que no lo soy.

Tantas innumerables cosas que recuerdo
—las cuales me hace falta espacio para contar—
y que no voy a olvidar.
Soy sincera cuando digo que no me arrepiento 
de ni un sólo segundo en estos dos años que llevo conociéndote
y no me arrepentiré de pasar innumerables muchos más.