¿Qué?

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"¿Qué?" "¿Qué?" "¿Qué?" "¿Qué?" ....

Sus manos temblaban. Su respiración se aceleraba con cada inhalación. Al exhalo se echaba una humareda de vaho por el frío y paredes como cristales invisibles infinitas se empañaban. Le era complicado enfocar la vista, se nublaba, y estaba nerviosa. Miedo. ¿Terror? "¿Qué?". Empezó a notar unas manos que de tan heladas que estaban ardían rodear su cuello y aprisionarlo, no podía respirar. Intentaba con todas sus fuerzas no hacer nada, pero no podía aguantar mucho más, necesitaba parar. No paraba. Todo seguía, cada vez más fuerte.

En su cabeza sólo aparecían imágenes grotescas, vomitivas de su propia muerte, de Muerte. Su mente gritaba "Ayuda" pero la palabra no salía de su boca. ¿Qué sería lo que pasaría? Tiene miedo. 

Pero la tentación... problemas mentales. "No te pasa nada, estás perfectamente. No necesitas un psicólogo". Se le revuelve el estómago, siente una arcada y su boca sabe a hierro frío y oxidado. Nota la picazón de las costras en su brazo y las toca, manchándose las yemas de los dedos de sangre ardiente. "¿Qué?"

"Estúpida". "No llegarás a nada... ¡NUNCA!". "Eres un fracaso". "No haces nada bien" "¡Agh! ¡Callad ya!" "¡No lo soporto más!"

"¡POR FAVOOOR!"

La chica tosió agresivamente, tanto que expectoró sangre a sus manos (ya no podía arruinarse más). Sentía un mareo como si estuvieran jugando al tenis con su cerebro. Sus ganas de gritar aumentaban y cada vez eran más incontrolables. ¿Cuándo pararían? ("Quiero dejar esto ya. Este sentimiento asqueroso").

Hizo un intento de levantarse del suelo, fracasado. De repente, el entorno se transformó por unos segundos, acompañado de un grito desgarrador (o más de uno). En su mente se grabó el edificio sobre el acantilado, destrozado por la tormenta de nieve, en llamas por el rayo de después. 

Seguía oyendo los gritos. Gritos incesantes, desgarradores, dolorosos, rotos. Las lágrimas caen a la nieve y la derrite. "¡Joder, para!". La muchacha se lleva las manos a la cara sin dejar de escuchar la presencia de los fantasmas de su cabeza, se araña sin aguantarlo más. Se oye un grito.

*****************

El grito se convirtió en un llanto. Un llanto ahogado. La chica yace en el suelo abrazando sus piernas. Una continua presión en su cabeza la inmoviliza. No sabe qué hacer. "¿... Qué?" "¿Por... qué?". 

"La vida se volvió muy difícil ya para seguirla" Piensa la joven antes de cerrar sus ojos hinchados por las lágrimas y encerrarse con sus voces en su cama.

Suspira. "Si tan sólo...".

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