BOXEADORA 2da temporada (Terminada)

Capítulo 50

Tomé de mi té y respiré hondo.
-¿Te sientes mejor?-dijo Sarah a mi lado.
Levanté mis hombros y negué con la cabeza.
-no entiendo,no entiendo esos ataques, hace mucho que no boxeo-dije angustiada.
-pues quizás debas cambiar de medicina, no lo sé cielo -dijo preocupada.
-estoy cansada de depender de una inyección, temo que un día no lo aguante y no estés ahí para ayudarme-dije angustiada.
-no digas eso,jamás lo vuelvas a repetir,¿te quedó claro?,¿me has entendido Paola?-dijo tomando mi rostro mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.
-si,lo siento-dije en voz baja.
Se levantó y tiró el control remoto al suelo con tanta furia que se perdieron los botones.
-siempre es lo mismo,¿crees que no me duele?me duele mucho verte así, y no poder hacer nada,carajo quiero ayudarte,pero eres una batalla de nervios,pero por favor,te lo pido-se arrodilló a mi lado y tomó mis manos-trata de calmarte,no quiero perderte, ya lo hice una vez,y no fue lindo-dijo angustiada.
La abracé fuerte y luego acaricié su rostro mientras limpiaba su rostro con mi otra mano.
-prometo que podrás tenerme contigo siempre,no te dejaré nena,aquí estaré todos los días luego del trabajo,siempre contigo-dije sonriente.
Sonrió de felicidad y me abrazó fuerte mientras reía.
-de acuerdo cielo-me besó y luego me hizo cosquillas.
Me levanté y luego me acerqué a la cuna para ver dormido al bebé que cada día se ponía mas lindo y gordito de tanta comida.

-miralo es hermoso,lo amo tanto,es grandioso llegar a casa luego de un día agotador en el trabajo y ver el rostro de cada uno de los integrantes de tu familia,me encanta y ustedes siempre estarán por encima de todo,los amo y no quiero perderlos, son lo más lindo e importante que tengo en mi vida y no los quiero dejar nunca,por eso hablaré con tu madre y que me ayude- dije con ojos llorosos mientras sostenía la manito del bebé.
..

Me senté en el sillón que se encontraba en medio de la sala y luego recibí la taza de café de mi querida suegra.

-¿Qué pasa cielo?,estuviste callada mucho tiempo-dijo Sandra preocupada.
Tomé un sorbo y luego dejé la taza de lado para mirar hacia mis piernas temblorosas.
-realmente trato de estar bien,pero no lo estoy,Sandra empeoré y creo que no aguantaré otro ataque-dije angustiada.
-¿por qué no me lo dijiste antes?-dijo frunciendo el ceño.
-porque quiero algo mejor,quiero que todos estén felices, quiero que mi familia esté a salvo,pero mis ataques me lo impiden, son demonios incontrolables,y se están llevando mi fuerza,mi alma,todo lo que quiero,por favor debe ayudarme,no quiero irme,quiero ver crecer a mis niños,quiero tener una casa grande para que ellos aprendan a jugar,quiero una mascota para que cuide de mi familia,pero sobre todo quiero ver a mi esposa todos los días al despertarme y al dormirme, dios ayudame,ayudame esto me está matando -dije llorando mientras apretaba mis rodillas.
Me abrazó fuerte y besó mi frente mientras acariciaba mi espalda.
-de acuerdo,pero harás lo que te diga,siempre, prométemelo-dijo angustiada.
Asentí y respiré agitada.