Capítulo 106

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Ya había pasado dos meses del nacimiento de nuestra hija Sofia y a pesar de que yo disfrutaba tener su compañía necesitaba urgentemente tener compañía de mi esposa en la cama y ella siempre se negaba,así que por lo tanto estaba hecha un zombie, no dormía bien y por eso aprovechaba llegar temprano al trabajo,más o menos una hora antes,sí, es una locura,pero es inevitable ahora que mi relación está en cuerda floja,quizás ya no le atraigo físicamente o quizás la terminé aburriendo.
Ya ni se acuerda de fechas importantes, solo está al pendiente de los niños, está obsesionada en que si se descuida tomarán un resfrío, y aunque le digo que se calme ella sigue haciendo de las suyas.Yo la ayudo en todo lo que puedo,pero aún así no es suficiente.

Miré ese trasero perfecto atrapado en esas telas ajustadas que se hace llamar vestido ceñido de color negro para luego volver mi mirada a mi plato de arvejas,lentejas revueltas con carne asada y papas.

—Amor,enserio debes dejar de hacer esos movimientos, ya sabes como me pones—dije con la boca llena mientras la señalaba con el tenedor.
Suspiró y siguió revolviendo la preparación en la oya pequeña, seguramente era la comida de los niños.
—Aguántate Paola,estoy ocupada—dijo en tono molesto.
—Siempre lo estás, joder,ya no te entiendo —dije enojada.
No respondió así que creí que era el fin de la conversación.
—Después te quejas cuando hay alguien más para ayudarme con mis deseos—dije por lo bajo.
Suspiró y luego volteó para fulminarme con la mirada.
—¿Qué significa eso que acabas de decir?—dijo furiosa.
<<Perfecto, logré ponerla celosa>>.
—eso,que si ésto sigue así, tendré que buscar ayuda en otra mujer que tenga ganas de estar conmigo, porque querida tú ya no las tienes conmigo—dije entre dientes.
—Puedes buscar cualquier zorra que se te antoje pero además de saciar tu calentura de siempre vas a agarrar una ETS y déjame decirte que una de ellas es el Sida—dijo burlista.
Tragué carne de mala manera y me acomodé en la silla mientras sentía la madera presionarse con furia en mis omóplatos, perfecto volvieron las discusiones.
—¿Qué es lo que te pasa Sarah?—dije cruzada de brazos.
—Nada ¿por?,¿a ti qué te sucede?—dijo rápidamente.
—¿no es obvio?,¡estoy caliente!—grité mientas fruncía el ceño.
—de eso me di cuenta,pero ¡no me grites mierda!—dijo alterada mientras me señalaba con la cuchara.
Me tapé el rostro para calmarme y luego tomé mi jugo de naranja exprimida, me levanté de la silla y saqué dinero de mi bolsillo y con un rápido movimiento lo dejé encima de la mesa.
—Guarda eso—dijo en tono cortante.
—es la propina, te comportas como si fueras todavía la mesera de aquél bar en que te conocí —dije mirándola fijo.
Me señaló y apretó los dientes.
—Bien,vete a la mierda Paola—dijo furiosa.
—tú también cielo—dije mientras caminaba hacia la salida.
Abrí la puerta y me fui.
•••
Luego de salir del trabajo saqué un poco de dinero y me dirigí al bar de la esquina,definitivamente necesitaba dejar ir mi mente solo por horas.
En total llevaba tomando cinco copas de wisky con cola,veinte vasos pequeños de tequila y no me dejaron terminar mi botella de cerveza.
—Ya debe ir a casa,¿tiene hogar?,debo cerrar el local,venga otro día —dijo el dueño y reaccioné de mi profundo sueño ligero entre mis brazos.
Me levanté con dificultad y le di el dinero en mano,luego me limpié el rostro y caminé hacia la salida,al estar fuera pude apreciar la negruzca noche,joder,al parecer había pasado horas allí dentro.
•••
Cerré la puerta,me quité los zapatos y la campera de cuero, luego intenté caminar hacia la habitación pero perdí el equilibrio y me caí de trasero al piso,fruncí el ceño de enojo y me arrastré como un gusano hacia el comienzo de la alfombra, estiré mi mano y alcancé la manta arriba del sillón, y me cubrí,luego perdí el conocimiento.

—Paola,Pao despierta, eres una maldita borracha —escuché decir mientras tocaban mi brazo.
Me cubrí los ojos con mi brazo por la luz que había y chisté por lo bajo.
—Ya te dije que dejes de tomar de ésa manera maldición,¿qué acaso no entiendes?¿y por qué llevas el pantalón abierto?—dijo enojada.
—Porque me incomodan, me lastiman, me siento más floja —dije en voz baja.
Suspiró y sentí que me quitó las botas,luego el jeans y volvió a taparme ya que soy una loca para dormir.
—Que sea la última vez que pasa esto, no estoy bromeando —escuché decir lejanamente pero ya no podía responder.
Asentí y volví a dormirme.

Asentí y volví a dormirme

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BOXEADORA 2da temporada (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora