Capítulo 115

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Relamí mis labios y moví mas rápido las caderas mientras escuchaba sus gemidos haciéndose más audible, apreté su cintura y ví como tiró la cabeza hacia atrás mientras su vena del cuello palpitaba, apretó sus dedos en mi espalda mientras arqueaba la espalda y gimió alto mientras me seguía moviendo con rapidez, pasó sus manos por mi nuca mientras me miraba con los ojos entrecerrados, sonrió levemente y movió sus caderas a propósito causándome que me deje ir.
Apreté las manos en las sábanas y me recosté sobre su pecho mientras respiraba agitadamente,sentí sus dedos jugar con mi cabello y luego no me acuerdo.
...
—De acuerdo, pero ¿cómo le explico?,ya sé pero es importante, no es un juego,esta bien intentaré decirle,gracias —escuché hablar y me moví en la cama.
Sentí el movimiento del colchón y sonreí mientras estiraba mis brazos aún estando boca abajo.
—Amor,debo contarte algo—dijo Sarah en tono preocupante.
Me giré y me froté el rostro.
—¿Qué pasa?,¿qué sucede?—dije asustada mientras me sentaba.
—es que...bueno el tema es,huy no sé por donde empezar, verás yo lo que quería decirte es que..—Empezó a decir pero luego paró de hablar a causa del ruidoso timbre .
Se levantó de la cama aún con la bata puesta y salió de la habitación, alcancé a vestirme rápidamente con mi piyama y la seguí.
Abrió la puerta y un abrazo de su padre la dejó sin respirar causándome gracia.
—¿Todavía duermen?,sé que es Sábado, pero ya es la hora del almuerzo y como buenos que somos,decidimos traer la comida hecha de casa,espero que no les moleste que nos quedemos un rato, además extraño a mis nietos—Escuché decir a mi suegra mientras se adentraba en la cocina.
—Por supuesto que no nos molesta, siempre es un placer tenerla—dije amablemente.
—Eres un amor,Sarah tiene mucha suerte de tenerte—dijo contenta mientras acunaba mis mejillas en sus manos.
—y yo tengo la suerte de tenerla a ella—dije riendo.
—Bien tengo hambre,¿hay wisky?—preguntó Raúl mirando el mueble por encima de su hombro.
—algo quedó del otro día —dije secamente y me miró fijo.
—no empiecen carajo,vamos a comer que muero de hambre— dijo Sarah molesta.
—Después de todo el ejercicio, es obvio que la tuvieras—dije sonriente.
—¡Mi dios!—Exclamó mi suegra divertida mientras se sentaba en su silla.
—no hagas esos comentarios, suenas a depravada—susurró Sarah mientras se giraba.
—de acuerdo,oye amor —tomé su cintura y ladeé la cabeza—¿qué tenías que decirme?—dije en voz baja.
—Luego hablamos— se giró y caminó hacia su lugar en la mesa.
Suspiré y la seguí hasta poder encontrar un lugar lo demasiado lejos de mi suegro, o sé que le partiría la cara.
Pasaron las horas y no dejábamos de reír a causa de las acnedotas de mi querida suegra durante sus años de estudio en medicina, trataba de controlar mis calambres en el estómago de tanto reírme pero era inevitable, mi esposa tomaba tranquilamente su té y de vez en cuando la veía pensativa, y eso me causaba temor,quizás era algo importante aquello a lo que tenía que escucharle salir de su boca.
Raúl llevaba tomando su media botella de Wisky Alemán y cantaba en voz baja mientras intentaba dibujar en su libreta,pero era un puro desastre,aveces me reía de su mano temblorosa a causa de su ebriedad, y en mi caso, estaba totalmente calmada.

—Paola,ya no tomes cielo,luego te cae mal al estómago —dijo mi esposa haciendo girar la cuchara en su taza.
—Vamos,que no probé casi nada —refunfuñé mientras cruzaba los brazos.
—como digas—susurró con desgano y fruncí el ceño.
Me miró con ojos llorosos y luego se mordió el labio.
Me incliné en la mesa e intenté tomar su mano sobre la mesa pero la alejó al instante.
—¿qué ocurre?—dije nerviosa.
Sonó varias veces el timbre con mucha furia,y ella se levantó al instante para acercarse,abrió la puerta y mi cara cambió completamente por una de odio al ver a su amigo Daniel súper agitado y con ojeras mostrando un cansancio corporal muy evidente.
—¿Qué hace él aquí?—comenté enfurecida mientras me ponía de pié.
—debo hablar con él Paola,es importante —dijo Sarah para luego tomar su camisa y empujarlo hacia afuera mientras cerraba la puerta tras ella.
Intenté moverme pero la mano de mi suegra sosteniendo mi brazo me lo impidió.
—Tranquilízate cariño, ya volverá —dijo en voz baja.
Tragué saliva y me senté de mala manera.
Pasaron los minutos y podía verlos de lejos discutiendo acaloradamente mientras el caminaba de un lado a otro movíendo sus manos acompañando las palabras.
Y en mi caso al no tener como tranquilizarme empecé a tomar wisky con mi suegro a pesar de que él me miraba en silencio y cada tanto le dedicaba miradas a su esposa.
—Sé lo que está pasando..y no me gusta para nada—balbucié mientras me cubría el rostro con las manos.
—Cariño,ve a darte una ducha de agua helada,eso te bajará el alcohol —comentó mi suegra mientras me quitaba la botella y se levantaba para guardarla en el mueble.
Me levanté y caminé con dificultad hacia la ventana,jugué con el vaso entre mis dedos y apoyé mi nariz en el frío vidrio.
Admiré a Sarah tratando de abrazarlo y mis ojos se abrieron tan grande que pensé que se me caerían.
—¡Por dios,tranquilízate !—escuché decirle junto con un sollozo y lo único que me olvidé es como había traspasado mi mano por el cristal, haciéndome daño en mis dedos.
—¡Paola!—gritó Sarah mientras corría hacia la puerta de entrada.
Me alejé mientras la miraba furiosa y una vez que intentó tocarme negué con la cabeza mientras me alejaba.
—Me mentiste,me has estado engañando todo éste tiempo—dije angustiada.
—cálmate,por favor déjame curarte la herida —dijo sollozando.
Me pasé las manos por la cara manchándome de sangre y luego la miré con rabia.
—¡¿Ya no mientas, dime la verdad,¿de quién es él bebé?!—grité mientras sentía la opresión en mi pecho.

—¡¿Ya no mientas, dime la verdad,¿de quién es él bebé?!—grité mientras sentía la opresión en mi pecho

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BOXEADORA 2da temporada (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora