"Paola enfrentó sus mayores miedos,conquistó el corazón de su chica y ahora tiene una familia hermosa a la cual cuidar y proteger,pero ¿qué pasaría si alguien se entromete en tu relación y quiere arruinar a toda costa tu matrimonio? Ella tendrá una...
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Abrí la puerta con furia y caminé con prisa a donde estaba Jonathan, al verme se cruzó de brazos y sonrió sarcástico.
—¿Te parece gracioso?¡Maldito hijo de perra!—dije enojada—me acerqué y le di un golpe en el mentón tirándolo sobre la computadora. —¿qué te sucede idiota?,no me jodas Paola—dijo entre dientes. —¿no sabes guardar secretos?, le tuviste que ir con el cuento a mi esposa ¿cierto?—dije angustiada. —vete a la mierda,¿ahora te preocupa?,yo quiero mucho a Sarah y la valoro,no se merece que la cagues de esa manera—dijo enojado. —¿sabes qué?,no quiero escucharte más, hasta aquí llego—dije agitada. —bien,estás despedida —se frotó el rostro con la manga de su campera y sonrió. —perfecto,igual ya me iba,me estaba aburriendo—dije sarcástica—caminé hacia los vestidores y abrí mi casillero y empecé a guardar mis cosas en mi bolso. —¿qué fue eso?,parecía una pelea de machos, tranquilizate un poco,quizás puedo ayudarte a aliviar la atención cariño —sentí sus manos en mi cintura y me tensé,me di la vuelta y la arrinconé contra la pared haciendo que llorisquee. —me tienes harta,valórate,si no eres una zorra,deja de venderte como una,toda es tu culpa,deja de rogarme que te folle porque no lo haré ¿de acuerdo?,hasta aquí llego,no me busques más,realmente me cansé de ésta estupidez,y si tanto deseo tienes,si tanta calentura no te deja pensar bien,pues deberías comprarte un vibrador y ponerlo a velocidad máxima, dejame de joder—la solté, agarré mi bolso y luego me fui.
Ahora me quedaba hacer solo una simple cosa,lo haría a escondidas claro,nadie debe enterarse, pero no tengo otra salida. Levanté mi mirada y veo el cartel fosforescente, Ok éste es mi fin.
—Pensé que no te vería nunca—dijo el tipo sonriente. —pues aquí estoy,¿dónde firmo?,le aviso que tengo abogados,no trate de engañarme—dije seria. —oh claro que no lo haré—se acercó y estrechó mi mano —bienvenida al club,te estábamos esperando —dijo alegre. —¿dónde me visto?—dije nerviosa. —gira a la izquierda,encontraras la primera puerta,ahí tienes el equipo de gimnasia —dijo palmeando mi espalda. Asenti y caminé por donde me dijo,al llegar cerré la puerta y tiré mi bolsa al piso,me miré al espejo y troné mis huesos del cuello y luego se me pusieron los ojos llorosos.Sacudí la cabeza y empecé a desvetirme para ponerme la ropa deportiva,mis conocidos zapatos con cordones,el pantalón rojo de la buena suerte,vendeé mis muñecas y miré al frente. <Bien,¡Paola puedes hacerlo!,siempre serás una simple boxeadora>—Pensé decidida. Me puse los guantes y salí del cuarto.
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