BOXEADORA 2da temporada (Terminada)

capítulo 47

—Me encanta estar a tu lado, me siento afortunada de tenerte—dije sonriente.
Sarah abrió los ojos y se cubrió el rostro por vergüenza.
—soy un asco en las mañanas,y no soy sexy—dijo en voz baja.
La abracé fuerte y luego la llené de besos cariñosos.
—amo la Sarah de las mañanas,me enloquece la Sarah de las tardes,y me apasiona la Sarah de las noches,siempre te ves sexy y deseable—susurré en su oído.
Rió bajito y luego se subió encima.
—eres mala,buscate contacto solo para hacerme saber que me deseas —dijo sonriente.
—algo así,pero es verdad lo que dije amor— dije riendo.
Se inclinó y me besó con pasión mientras apretaba su cintura.
...

—¡Siempre es lo mismo!¡Joder!—grité mientras pateaba la mesa.
—hey hey ¿qué pasa?—dijo Sarah abrazandome.
—nadie me quiere dar trabajo,y todo porque no tengo estudios —dije angustiada.
—bueno,amor ya buscaremos una solución —dijo en voz baja.
—¿qué pasa?—dijo mi madre entrando en la cocina.
—lo mismo de siempre —dije cortante.
—¿qué es ese olor?—dijo Sarah mirándonos.
—¿cuál olor?—dije extrañada.
Sarah caminó hacia un mueble y siguió olfateando como un perro.
—esto...dios,te dije que me hace mal esto —hizo una arcada y me lo tiró sobre mi pecho.
—naftalina,pero es para los insectos —dijo mi madre preocupada.
Sarah corrió a la cocina y del refrigerador sacó una porción de torta de chocolate y un vaso de yogurth bebible,luego me besó en la mejilla y se metió a la habitación.
Intenté hablar pero me había quedado helada.
Miré a mi madre que estaba sorprendida y me tiré al sillón a mirar televisión.
—¿qué fue eso?—dijo a mi lado.
Levanté mis hombros y negué con la cabeza.
—¡ay Paola!—me quitó el control y apagó la tv.
—¿qué?,dejame tranquila—dije enojada.
—ve a ver que tiene—dijo cruzada de brazos.
Rodee los ojos y me levanté del sillón de mala gana y entré a la habitación, para ver a Sarah mirando tv mientras comía caramelos, y lo que había llevado de la cocina.
—nena ¿estás bien?—dije frunciendo el ceño.
—si,¿por qué?—dijo con la boca llena.
Me senté a su lado y la miré fijo.
—¿tienes antojos?—dije asombrada.
Sacó la lengua y empezó a reírse.
—amor,solo deseaba comer dulces, ya sabes como soy—levantó los hombros y tomó de su yogurth.
Me acosté y luego la abracé mientras intentaba dormir.
—no hay sandía en el frizzer,deberíamos hacer las compras —dijo en voz baja.
Abrí mis ojos y la miré con los ojos entrecerrados.