Tres

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—Ok. Tienes un minuto para explicarme esto, James—Habló mi madre en cuanto abrí la puerta.
—Eh... Madre, hola—Dije nervioso. No la esperaba tan rápido.
—Un minuto—Habló con firmeza. Me sentía como un niño.
—Llevará más de un minuto—Dijo Harry mientras alimentaba a Cath.
—Zayn llegó a casa diciendo que iría por unos boletos de avión y regresaría rápido. Yo acepté cuidar a la bebé mientras iba y venía, yo nunca imaginé que la abandonaría—Hablé rápidamente.
—¡Por el amor de Dios!—Exclamó.
—Shhh...—Susurró Harry.
—Bien... Ustedes no pueden hacerse cargo de ese bebé—Dijo mi madre.
—¡Claro que lo haremos! Mamá, es una niña muy pequeña, no sabe nada de la vida—Dije.
—Al igual que tú, James—Dijo enojada.
—¡Ya soy un adulto! Y no te llamé para que vinieras a hacer un escándalo de esta manera, nos haremos cargo de la bebé y punto—Dije con enojo. Mi madre y Harry me miraron atónitos.
—No saben lo que conlleva tener un bebé—Dijo sin resignarse.
—Lo sabemos desde hace veinticuatro horas—Habló Harry con delicadeza.
—Creo que alquilaré un departamento en esta zona—Dijo soltando un suspiro. Se sentó junto a Harry y observó a Cath.
—Eso me parece perfecto—Sonrió Harry.
—Es tan pequeña. ¿Qué monstruo tan cruel podría abandonarla?—Dijo acariciando su pequeña mejilla colorada.
—Zayn Malik—Dije yo.

Miraba la televisión con tranquilidad hasta que Harry se para frente al televisor. Intenté quitarlo de en medio pero fue imposible.

—Niall, tenemos una gripe encima—Dijo apagando el televisor.
—Dirás un problema—Dije riendo.
—Cath no deja de estornudar y ya me estoy preocupando, tenemos que llevarla al hospital—Dijo Harry asustado. Asentí con la cabeza.
—Abrígala—Dije corriendo por el pasillo para buscar las llaves.
—¡¿Y qué le pongo?! El idiota de Zayn no dejó nada—Dijo Harry alcanzándome.
—Enrédala en una cobija—Dije entrando a mi habitación.

Me puse varias chamarras encima, ya que afuera está a menos de cero grados. Entré a la habitación de invitados, donde mamá dormía, la desperté y avisé de lo que pasaba.

—Por Dios, yo voy con ustedes—Dijo parándose de la cama.

Salí de la habitación pisándole los talones a mi madre. Nos encontramos con Harry y la bebé en la sala, mamá casi da un grito al verla.

—¿Qué es esto?—Preguntó al ver como estaba enredada en sábanas. Parecía un burrito.
—Es que... No hay cobijas para ella, esto fue lo único que encontré—Dijo Harry. Cath soltó varios estornudos.

Los cuatro subimos al auto y heché a andar el auto hasta el hospital más cercano. Al llegar Harry y mi madre se bajaron para ir a la puerta. Yo seguí derecho hasta el estacionamiento del hospital. Corrí hasta las puertas de urgencias y al entrar vi en el mostrador a Harry y mamá.

—Sí, el doctor los verá de inmediato—Dijo lo enfermera.
—Tranquila, pequeña. El doctor ya viene—Susurró Harry con dulzura.
—Pasen por favor—Habló la enfermera.
—Buenas noches—Dije al entrar al consultorio seguido de Harry. Mi madre no entró.
—Buenas madrugadas—Dijo el doctor con una sonrisa—. Veamos... ¿Qué tenemos aquí?
—No deja de estornudar—Habló rápidamente Harry.
—Ya veo... También lo mal que la abrigaron—Dijo tomando a Catherine en brazos, dejándola en la camilla, la bebé comenzó a llorar—. Tranquila, pequeña. Estos hombres no saben arroparte.
—No tenemos cobijas para bebés—Dijo Harry, pero el doctor hizo caso omiso.
—Bueno... La pequeña tiene una gripe leve. Les daré una receta con las indicaciones... ¿Quién es el padre?
—Yo—Dijimos Harry y yo al unísono.
—¿Quién es el padre biológico?—Preguntó el doctor.
—Bueno... ninguno de nosotros, pero es como nuestra hija, la estamos cuidando por un tiempo—Dijo Harry con nervios.
—Bueno... La primera medicina es cada seis horas, sin falta. La segunda es por las noches, es necesario que compren una perilla para las flemas—Dijo entregándonos la receta.
—¿Una perilla?, ¿qué es eso?, ¿dónde se compra?—Pregunté observando la receta.
—Tengo una por aquí...—Dijo buscando entre sus cajones—. Esto es una perilla; sirve para sacar la flema de los bebés. Se introduce en la boca y se aprieta hasta sacar todas las flemas—Dijo. Sostenía una bolita con un pequeño tubo.
—¿Metérselo en la boca?—Preguntó Harry horrorizado. El doctor asintió.

Salimos del consultorio después de que el doctor arropara a Catherine de manera correcta. Al salir mamá nos esperaba en la sala de espera.

Papás Sustitutos.  •Narry Storan•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora