Cincuenta

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Abrí los ojos de poco a poco, me moví un poco en mi lugar y admiré la belleza que dormía a mi lado. Harry y yo habíamos vuelto a estar juntos después de tanto tiempo, me acerqué a él y lo abracé, ahora menos que nunca quería que no se fuera.

Lo desperté por mi peso sobre él y vi como sonreía, me derretí un poco más.

—Buenos días—susurró con aquella voz que me volvía loco.

Lo besé sin importarme mi aliento mañanero, Harry puso sus manos sobre mi cadera desnuda y me pegó a él todo lo posible.

—Te amo—susurró sobre mi boca y sonreí—. Perdóname.
—Lo hago—respondí.

Nos volvimos a besar como dos locos adolescentes enamorados.

Pasamos todo el día en cama disfrutándonos sin vergüenza, Cath estaba en casa de Louis con sus padres, él y Karoll ya se encontraban de luna de miel.

Y tras unos minutos en silencio me planteé el pedirle matrimonio a Harry, pero realmente quería hablar con él primero que nada, quería escuchar su punto de vista.

—Harry—llamé su atención y me miró.
—¿Qué pasa?—puso toda su atención sobre mí.
—¿Qué fue lo que pasó con Alf?—pregunté después de unos momentos.
—¿De verdad quieres hablar sobre eso?—preguntó, yo solo asentí—. Es algo delicado, Niall.
—Primero insistías demasiado en esto y ahora que quiero escucharte no hablas, ¿Quién te entiende, Styles?—dije divertido, pero él ni siquiera sonrió.
—Prométeme que no te molestarás—pidió y asentí.

Harry tragó saliva y abrió su boca, pero no dijo nada. Después de un minuto por fin se dignó a hablar.

—Alguien me amenazaba (n/a no pos que nos amenazaron :v JAJAJAJA ok ya.)—Harry apretó sus labios y bajó la mirada, aquello era ridículo.
—¿Qué dices? Harry; si dices eso solo para evitar la verdad no lo hagas, ya te he perdonado de todos modos—dije serio.
—No es mentira, Niall... Yo no quise decirte nada porque de verdad estabas preocupado y demasiado estresado, pensé que yo podría manejarlo solo—habló Harry bastante seguro de aquello, dejé que siguiera hablando—. Todos los días me dejaban notas, Niall, diciéndome que si seguía contigo tú y Cath pagarían por ello—los ojos de Harry amenazaban con dejar escapar las lágrimas acumuladas.
—Mierda, Harry, debiste decírmelo—acerqué su cabeza a mi pecho, él dejó salir un suspiro.
—Preferí contárselo a Alf, de verdad me transmitía confianza, era un buen amigo y solo eso—susurraba bajo los sollozos—. Un día de verdad estaba tocado por todo eso, Niall, de verdad tenía tanto miedo de que algo te pasara a ti o a Cath...
—Por eso te alejabas de mí—Harry asintió.
—Alf se aprovechó de mi mal estado, no quiero parecer la víctima en todo esto, pero... No sabía qué hacía. En el intento de no perderte lo hice—susurraba, su nariz moqueaba y sus mejillas se teñían de rosado.
—¿Sabes quién enviaba esas notas?—pregunté, pero él no contestó—. Harry, ¿Quién enviaba esas notas?
—Niall... No lo sé.
—No me mientas, Harry, ¿Quién era? ¡Juro que le arrancaré la cabeza a ese mal nacido—por mi mente pasaban miles de insultos para aquella persona tan inhumana.
—Tú madre—me interrumpió y me callé.
—¿Qué...? No, eso es imposible—me levanté de la cama, no me importó estar desnudo.
—Lo siento, Ni, pero es así—susurró, me calcé mis calzoncillos y lo miré.
—Mi madre será todo lo que quieras, pero ella no sería capaz de hacer algo así ¡Jamás!—grité furioso, Harry se puso a llorar con más fuerza.
—¡Niall tú me pediste la verdad!—gritó.
—¡Entonces dámela!—él negó con la cabeza.

Se levantó de la cama y se vistió de manera rápida, sabía que estaba a punto de irse.

—Harry, no—dije cuando caminaba a la puerta.
—Niall, yo sé que esto es difícil de creer y de digerir, yo en un principio también me negaba a creerlo, pero tuve que hacerlo porque era la verdad, yo entiendo que es aún  más difícil creerme porque, ¡Vamos, tu madre y yo jamás nos hemos llevado bien! Pero es hora de que sepas la verdad y la enfrentes—alcanzó la puerta y la abrió—. Date cuenta de quién es Maura, Niall.

Azotó la puerta y me dejó ahí parado semi desnudo y con el corazón en la boca. Ahora había sido yo quién la había cagado.

Y ahora no sabía cómo remediarlo.

En este momento tenía que pensar por mí mismo, debía afrontar mis problemas por mi propia mano.

::::::

—¿Y cómo va el trabajo?—miré a mi madre y tomé la taza de té que tenía en frente mío.
—Excelente, mejor que nunca—dije sonriéndole lo más natural que pude, solo esperaba que mi plan saliera bien.
—¿Lo ves, James?—odiaba que me llamara así—. Alejándote de las personas correctas todo mejora notoriamente.

Sonreí lo mejor que podía, terminé mi taza de té y la miré por unos segundos, me armé de valor y le hablé lo más seguro posible.

Desde hace días había vuelto a ver a mi madre con un único fin: sacarle la verdad. Realmente creía en Harry, pero tenía que escucharlo de la propia boca de mi madre.

—Oye, madre, hablando de eso... La última vez que vi a Harry te mencionó—dije, me recargué en el respaldo de la silla.
—¿Qué dijo?—bebió de la taza «restándole importancia».
—Que le llegaste a enviar notas—dije, la miré, pero no dijo nada—. ¿Eso es cierto?
—¿Acaso importa?—con eso se delató sola.
—Claramente no, pero quería saber la verdad—dije sonriendo, aquello la calmó.
—Sí, Niall, lo hice unas cuántas veces, pero solo eran llamados de atención, nada grave—mintió, sus ojos viajaban de un lugar a otro para evitar verme.
—Madre, mírame—pedí y eso hizo—. Gracias por abrirme los ojos, por realmente hacerme ver quiénes merecen estar en mi vida y quién no.
—Eres lo más preciado que tengo—me miró con una sonrisa—. Tú y Greg.
—Tú realmente no mereces estar en mi vida—escupí las palabras y me miró confundida.
—¿Estás jugando? James, todo lo que hago es por tu bien—excusó.
—Harry es mi bien.
—No, no lo es. ¡No es natural!—gritó histérica, abrí la boca un poco por la impresión.
—Todo el tiempo se trató de esto, ¿No es así? Tú no quieres a Harry porque es un hombre...—no podía creer aquello—. Vaya mierda.

Negué con la cabeza y caminé fuera de la cocina para poder llegar a la puerta.

Cuando le revelé mi orientación sexual a mis padres no recibí malos comentarios, aunque tampoco buenos; fueron bastante neutrales respecto al tema, en ese momento pensé que ellos ya imaginaban algo así o que quizá para ellos no era importante aquello, pero jamás creí que mi madre pensara de ese modo. Mi corazón se apretó un poco al escucharla y pensar en eso, era una lástima, pero ya no importaba.

—¡Niall, confía en mí!—gritó jalándome de la parte baja de mi camisa, ella se arrodilló frente a mí—. ¡Si te olvidas de él puedes hacer tu vida mejor!

No contesté a eso ya que era innecesario, ahora podía entender todo: ella jamás estaría contenta con nada de lo que yo hiciera, era una total lástima, pero no había más que hacer. Fui bastante paciente con ella durante toda mi adolescencia, pero ya no era un niño; era un adulto que sabía bien lo que hacía y no necesitaba su aprobación, ya no más.

Llegué hasta la puerta y escuché sus plegarias.

—Te amo, mamá, pero no puedo incluirte en mi vida, no hasta que entiendas lo que para mí es felicidad—abrí la puerta y salí.

Caminé hasta mi auto y me senté en el asiento, cerré la puerta y me eché a llorar, después de todo aquella mujer sería mi madre para toda mi vida y era difícil el echarla de aquella manera, pero sabía que era lo correcto, estaba listo para dejar todo lo malo a un lado, al diablo con la infelicidad. Estaba seguro que mi momento de ser completamente feliz había llegado, y esta vez nada ni nadie me impediría hacerlo.

Abrí el cajón del auto y saqué una pequeña caja de terciopelo color azul marino, la abrí y admiré el bonito anillo color plata que reposaba ahí. Sonreí y arranqué el auto con dirección a casa de Harry.

n/a
Espero que estos últimos capítulos les estén gustando. :(

Papás Sustitutos.  •Narry Storan•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora