Once

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Hablaba por teléfono con Mariell, le pedía que llevara a Cath a mi departamento y la dejara con Jane, le conté que Harry estaba bien y lo llevaría casa después de cumplir su condena en aquella incómoda cama.

Pero él ya no tenía en dónde quedarse.

Una enfermera egresó a Harry del área de medicina interna después de sus 72 horas ahí y lo saqué de ahí en una silla de ruedas. Aún estaba débil para caminar hasta el auto.

—Puedo caminar yo solo—Dijo mientras el ascensor bajaba hasta la planta baja.
—¿Por eso me pediste que te ayudara a ir al baño?—Pregunté riéndome, Harry rodó los ojos y se calló.

El ascensor llegó a la planta indicada y empujé la silla hasta afuera de la caja de metal. Salimos por las puertas de cristal y un guardia de seguridad llevó la silla hasta mi auto y se regresó con ella —después de ayudarme a subir a Harry en los asientos traseros—.

—¿A dónde te llevo?—Le pregunté mientras cerraba la puerta de copiloto.
—¿Cuál es el puente más bonito de Londres?—Me preguntó sin gracia—. Ese será mi nuevo hogar.
—El puente de Lambeth es muy bonito—Dije con una gran sonrisa.
—Entonces llévame ahí.
—Bien, el puente de Lambeth será—Dije arrancando el auto.

Conduje por las calles de Londres hasta mi edificio, aparqué en mi lugar de estacionamiento y me bajé para ayudar a Harry.

—Voy a tener que cargarte—Dije abriendo la puerta de su lado.
—¿Por qué venimos aquí?—Preguntó con unos cuantos mechones de cabello en su cara.
—Porque el puente de Lambeth está algo lejos y supongo que aquí estarás más cómodo—Dije desabrochando su cinturón.

Ayudé a bajar a Harry y caminé con él hasta la recepción, el portero estaba leyendo el periódico del día de hoy.

—Hola, Odiseo—Lo saludé y nos miré—. ¿Qué tal el día?
—¿Qué necesitan?—Preguntó, él no se andaba con rodeos.
—¿El elevador sigue sin funcionar?—Pregunté, Harry estaba sentado en uno de los sillones.
—Sí. Usen las escaleras—Dijo volviendo a leer.
—Harry acaba de tener una cirugía de estómago y no puede subir hasta nuestro piso, ¿no hay alguna forma?—Pregunté amistoso, Odiseo me miró por un segundo.
—Está bien, suban por el elevador de empleados—Dijo rodando los ojos.

Nos dejó entrar a la oficina de la recepción y subimos por el elevador, sostenía a Harry con ambos brazos; con uno tomaba su mano qué pasaba por mis hombros y con el otro brazo lo sostenía por la cintura.

Harry se quejaba por el dolor que sentía.

—Síguele de borracho—Era lo único que le decía.

Llegamos por fin a nuestro piso y cómo pude —y también por obra divina— abrí la puerta con mis llaves, entré con Harry por la pequeña puerta y caminé con él hasta la sala donde Jane estaba con Cath.

—Buenos días, Niall...—Saludó desconcertada.
—Hola, Jane, ¿cómo estás?—Pregunté sentando a Harry en el sillón—. ¿Podrías ayudarme a vestir la cama de uno de los cuartos?
—Seguro...—Dijo viendo a Harry, dejó a Cath en su andadera y caminó conmigo hasta el antiguo cuarto de Harry—. Oiga, ¿él es el chico que vivía aquí?
—Sí, Harry, ¿lo recuerdas?—Le digo sacando un conjunto de ropa para la cama color gris y blanco.
—Sí, ¿qué hace aquí? Se ve enfermo—Dijo extendiendo las sábanas.
—Se intoxicó después de romper con su novia e irse a beber—Dije haciendo una mueca.
—Ah... qué bueno que vaya a estar aquí, puedo cuidarlo también; soy enfermera—Dijo, la miré con una sonrisa.
—Me serás de gran ayuda—Le dije con una gran sonrisa.
—Me gusta ayudar—Dijo tendiendo la cama.

Cuando Jane y yo terminamos la cama me ayudó a llevar a Harry a acostar; lo acomodó de una manera que el dolor desapareció un poco y se sintiera más cómodo.

Papás Sustitutos.  •Narry Storan•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora