Veinte

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—Carajo, Louis... realmente es él—Le grité al oído.
—¡Jamás te fallaría!—Me contestó.

El evento duró algo como dos horas, Cath estaba cansada y no me dejaba hacerla caminar o quedarse parada a mí lado, Louis la tenía cargada en sus brazos dormida.

—Muchas gracias a todas las personas aquí reunidas, esperamos que hayan disfrutado del evento y que el nuevo trailer les haya gustado—Habló como despedida el director—. Gracias a todos de nuevo.

La gente comenzó a aplaudir y todo el elenco se retiró, seguía embobado por Harry, estaba aún más guapo que la última vez que lo vi.

—Vámonos—Le dije.
—Espera—Dijo siguiendo con la mirada a Harry—. Ven.

Seguí a Louis hasta el frente del escenario, toda la gente importante ya se había retirado, Louis comenzó a seguir a todo el elenco.

—¡Louis! ¿Qué haces?—Le grité como susurro.
—Vamos a seguirlos al hotel—Me dijo, le quité a Cath y la acomodé en mí. Solo eso le bastó para salir corriendo como un fan desquiciado.
—¡Harry! ¡Harry Styles!—Comenzó a gritar, los actores y los guardias voltearon al escuchar tales gritos, corrí a una de las tiendas para esconderme.

Uno de los guardias tomó a Louis del brazo haciendo que su corrida parara en un instante, desde aquella tienda de ropa podía ver todo; Harry veía de lejos aquella escena, observaba a Louis con atención y se acercó a él.

Otro guardia se interpuso entre Louis y Harry, mi amigo forcejeaba para acercársele, pero le era imposible.

—¡Soy amigo de Niall!—Gritó Louis, los colores se me subieron al rostro de la pena.

Harry paró en seco y dijo algo que no pude escuchar ni leer en sus labios, negó con la cabeza y dio media vuelta para irse.

El guardia soltó a Louis y escoltó a Harry. Corrí con cuidado hasta Louis y me puse a su lado, vi por última vez la espalda de Harry antes de que desapareciera dentro del hotel.

—¿¡Acaso estás loco!?—Le grité.
—Casi lo logro—Me dijo jadeando.
—Casi logras que te manden a la cárcel—Le dije, Cath se movía incómoda en mis brazos—. ¿Qué... qué te dijo?
—No me creyó—Me dijo, caminamos a una de las bancas del lugar y nos sentamos—. Me dijo que era imposible que te conociera.
—¿Solo eso?—Pregunté y asintió—. Gracias, Louis. Gracias por todo esto.
—No tienes qué agradecer, pero no nos iremos de aquí hasta que hables con él—Dijo sonriendo.
—No... no, Louis, no puedo hacer eso—Le dije nervioso—. Es imposible que pueda hablar con él, vive rodeado de gente.
—Si tú hubieras corrido tras él hubiera pasado algo totalmente diferente—Dijo tragando saliva.
—Vámonos de aquí—Le dije parándome.

Louis siguió mis pasos hasta la salida del lugar, pero cuando estábamos a punto de salir Louis se detuvo.

—Déjame ir al baño primero—Dijo corriendo.

Me senté en una banca color blanco y esperé a Louis, Cath seguía durmiendo en mis brazos, después de casi 15 minutos Louis no volvía, quizá se había perdido.

Saqué el teléfono de mi bolsillo delantero ya que Louis me estaba llamando, el baño no estaba ni siquiera a 100 metros de distancia.

—¿Por qué tardas tanto?—Pregunté descolgando la llamada, nadie me respondió—. ¿Louis?
—Hola, Niall—Contestaron a través de la línea, pero no era Louis.
—¿...hola?—Respondí, no quería confiarme al pensar quién podía ser.
—Soy yo, Harry—Volvió hablar aquella ronca y grave voz.
—No... puede ser—Susurré, mis brazos flaquearon.
—¿Cómo has estado?—Preguntó con calma.
—Bie-bien—Respondí, no podía siquiera creerlo, ¿en verdad esto estaba pasando?—. ¿Y tú? Mucho tiempo... sin saber de ti.
—Igual estoy bien, me he topado a tu amigo Louis—Contestó.
—¡Niall!—Escuché el grito de Louis a lo lejos, voltee a mi izquierda y divisé a Louis, pero no venía solo.

En efecto; venía con Harry a su lado.

La llamada se cortó y me levanté de la banca, abracé a Cath con mis dos brazos y caminé hasta ellos, no sabia que decir o qué cara poner.

—Realmente eres tú...—Susurró Harry, le sonreí—. Ella... ¿ella es Cath?
—Sí, ya tiene 4—Le dije, Harry me rodeó para ver la cara de Cath.
—Es una niña preciosa—Me dijo y asentí.
—Trae acá—Interrumpió Louis, me quitó a Cath de los brazos y la arrulló para no despertarla.

Dejé ambos brazos a los lados y miré a Harry, aquellos ojos esmeraldas me miraron y casi me desmayo.

Harry se acercó a mí y me abrazó, era casi una cabeza más alto que yo, rodeaba mi cuello con sus brazos y hundió su cara en mi cuello. Disfrutando del momento sin poder creerlo realmente lo abracé por la cintura y olí su perfume.

Mi hogar estaba ahí. Y después de tanto lo había encontrado.

—¿Por qué no van a cenar?—Interrumpió Louis y nos separamos—. Estoy igual de cansado que Cath, ustedes vayan a recuperar el tiempo perdido.
—Me parece buena idea, ¿tú qué dices, Niall?—Dijo Harry con una sonrisa.

No podía decir que no.

Louis se fue en un uber con Cath, le pedí que me llamara en cuanto llegara o qué al menos me mandara un mensaje de texto.

—Sigues siendo un preocupón—Me dijo riendo.
—Las malas costumbres no se van—Le dije secando el sudor de mis manos en los pantalones.
—Conozco un gran restaurante cerca de aquí—Me dijo y le sonreí.

Salimos del centro comercial y caminamos apenas una calle, entramos a un restaurante y de inmediato nos dieron una mesa para dos.

—¿Qué ha sido de ti, Niall?—Preguntó Harry.
—Nada... en especial—Le dije.
—¿Sigues trabajando en Irlanda?—Me preguntó.
—No, volví a Londres hace unos meses—Contesté, el mesero se acercó y tomó nuestra orden.
—Vaya... ¿qué tal estuvo Irlanda?—Dijo tomando de su copa de vino.
—Cansada—Dije viéndolo a los ojos—. ¿Qué ha sido de ti?
—Pues... cuando salí de la clínica, retomé la Universidad, ya sabes pude terminar y ahora estoy aquí, he aprendido mucho con Michael—Me dijo.
—¿Estarás con él hasta que la película salga?—Pregunté con un nudo en la garganta.
—Si eso quiero sí, puedo, pero tenía planeado ir a visitar a mi familia—Dijo, esta situación era rara, pero me sentía cómodo.
—¿Volverás a Londres?—Pregunté.
—No lo creo, Niall. Tú eras lo único que me ataba a ese lugar—Dijo, realmente no sabía cómo tomarme eso—. Después de que te fuiste pensaba ir a buscarte, pero... las cosas no se pusieron a mi favor.
—Al mío tampoco—Le respondí—. Pero ahora es diferente.
—Sería como retroceder—Contestó.
—Regreso a Londres en tres días—Le dije.
—No es el momento para estar juntos, Ni...—Dijo bajando la mirada, todas mis esperanzas e ilusiones se cayeron.
—Tienes... tienes razón—Dije tragándome el dolor—. No estamos listos.


n/a
Me puse a llorar cuando vi que llegamos a las 600 leídas. Gracias.

Un voto y un comentario me ayudan muchísimo.

Papás Sustitutos.  •Narry Storan•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora