Niall.
Meses después.—¿No crees que estás exagerando un poco?—escuché la voz de Louis a lo largo del baño de la constructora.
—No, para nada—contesté bastante decidido, porque lo estaba.
—Digo, está bien lo del guardaespaldas, ¿Pero ahora cámaras de seguridad?—dijo volteándome a ver.
—¿Qué tiene de malo? Millones de casas tienen camagas—dije cerrando mi pantalón, me lavé las manos y Louis hizo lo mismo.
—Ya pasaron meses desde que atacaron a Harry, dudo que las cámaras y ese gasto sean necesarios—dijo Louis secándose las manos.
—Creo que va más allá de eso, Lou...—susurré.
—¿A qué te refieres?—preguntó preocupado.
—Harry ha cambiado bastante... Está más distante, más diferente—susurré, ni siquiera podía creer lo que decía, pero era cierto.
—¿Insinúas que él te engaña?—habló Louis, aquello era bastante grave, pero aún así asentí con la cabeza.Desde que Harry comenzó a sentirse menos seguro conmigo, lo notaba más distante y frío. En un principio pensé que eran por los nervios de aquella situación que estaba viviendo, pero dejé de creer en esa excusa al ver que él ya no pasaba tiempo conmigo, no me dejaba ver su teléfono y ya no me decía que amaba cuando yo lo hacía.
De verdad comenzaba a creer que él me engañaba y me ocultaba cosas importantes, no quería hablarlo con nadie de eso por miedo a que solo sean los nervios jugándome una mala racha, pero... No era así. Yo sabía que algo estaba mal y Harry lo negaba cada vez, se enojaba si le preguntan algo y se alejaba más de mí.
—¿Estás seguro de eso, Niall? ¡Harry sería incapaz!—gritó Louis.
—¡Él ya no es el mismo!—grité desesperado—. Ya no me deja ni tocarle.
—Tranquilízate, no puedes asegurarte de que te engaña—puso su palma en mi espalda.
—Se niega a hablar conmigo...—recargué mis manos en el lavamanos.Louis intentó tranquilizarme, pero entre más lo pensaba más me dolía, jamás pensé que fuera a pensar esto sobre Harry. Estábamos tan cercanos a nuestra boda que ahora tenía miedo de que la cancelara y me dejara por alguien más.
Louis y yo salimos del baño para bajar al comedor para desayunar, estaba un poco más tranquilo, pero seguía preocupado y un poco alterado.
Justo al terminar ambos subimos a nuestras respectivas oficinas, al entrar dejé mi saco en el perchero y me di cuenta que había un sobre desconocido sobre mi escritorio, levanté primero que nada el teléfono y llamé a mi secretaria.—¿Dejaste un sobre aquí?—dije en cuanto descolgó, yo no esperaba ningún tipo de papel.
—No... Acabo de regresar de almorzar, arquitecto—habló y colgué después de darle las gracias.Tomé con una de mis manos aquel sobre color amarillo, lo toqué para intentar descifrar qué era; sí eran papeles eran demasiado pequeños, quizá eran fotografías.
Mi corazón se aceleró al pensar en lo peor, abrí el sobre y saqué todo lo que venía en su interior. En efecto: eran fotografías.Fotografías de Harry y alguien más besándose.
Me dejé caer en mi silla y abrí la boca un poco, eran al menos cinco fotos y en cada una salían Harry y Alf el guardaespaldas.
En las primeras fotos solo se les veía caminar y conversar, pero en las dos últimas ellos se besaban en la boca.Las dejé caer al piso y grité. Grité con todas mis fuerzas, comencé a llorar y gritar más fuerte. Mi secretaria entró corriendo a la oficina y llegó hasta mí.
—¡¿Arquitecto qué pasa!?—decía asustada.
—Lárgate—dije casi inaudible.
—¿Qué dice? ¿Quiere que llame a un doctor?—preguntó al ver mi cara.
—¡Qué te largues!—grité sin educación alguna. Ella se levantó del suelo y casi corrió a la puerta, la cerró y seguí llorando.Me recargué en mi escritorio y solté un jadeo. Estaba tan molesto y triste que yo mismo me daba miedo, tenía tantas ganas de gritar, de romper todo y matar a aquel maldito que solo se había encargado de quitarme a Harry.
Jamás pensé que él fuera capaz de engañarme, sabía que no era la persona perfecta, pero lo intentaba para él, quizá era el echo de que trabajaba demasiado, o que siempre era un manojo de nervios.Pensé, en verdad pensé y creí que Harry me amaba.
Pero no era así.
Recogí las fotografías del suelo y las metí a mi maletín, tomé mi saco y salí de ahí sin mirar a nadie, necesitaba salir de ahí, necesitaba desahogarme con algo.
Me metí a mi coche y manejé hasta el primer bar que se cruzó por mi camino. Me senté en la barra y pedí una cerveza. Y así comencé; una, dos, tres... Perdí la cuenta después de la cuarta, estaba ya bastante borracho, la tarde se había ido por completo y la noche caía. Mi teléfono no dejaba de sonar y por eso lo apagué.
—A la mierda con todos—hablé, pero realmente no estaba con nadie.
—¿Peleó con alguien?—habló el señor que servía las bebidas.
—Dame otra—arrastré las palabras y él obedeció.
—Ahogar las penas en alcohol no siempre es bueno—dijo acercando el vaso lleno de cerveza.
—¿Tú qué harías si el amor de tu vida te engaña con otro cabrón?—dije apenas entendible, el alcohol y yo teníamos mucho tiempo sin vernos.
—Disfrútela—dijo y se alejó de mí.Realmente no sé en qué momento decidí que era buena idea ir a casa, apenas y podía caminar, pero aún así me metí en mi coche y arranqué. Prendí mi teléfono en el primer semáforo y vi cientos de llamadas de Louis...
Al igual que de Harry.—Púdranse—solté aventando el teléfono.
Seguí mi camino hasta casa, por milagro de Dios pude llegar a salvo, tomé mi maletín y salí del coche, en cuanto intenté caminar a la casa la puerta de esta se abrió y de ella salió Louis.
—¿Dónde mierda estabas? Tengo llamándote todo el día—habló bastante enojado.
—Cállate. No soy un niño—dije ignorándolo por completo.Entré a la casa con Louis pisándome los talones.
—Harry está bastante preocupado—volvió a decir.
—No me menciones a ese infeliz—dije con amargura.
—¿Qué te pasa, Niall? Jamás te había visto tan borracho—me reprochó. Metí mis manos al maletín y con trabajo encontré las fotografías.
—¡¡Esto me pasa!!—grité casi desgarrándome las cuerdas vocales, le aventé a Louis las fotografías que cayeron directo al piso.Louis se agachó a recogerlas y las observó con atención, al llegar a lo interesante cerró los ojos y maldijo por lo bajo.
—¡Sí, mierda, puta madre, carajo!—grité llorando—. Quiero matarlo.
—¿Qué es lo qué pasa aquí?—escuché la voz de Harry a mis espaldas, giré con trabajo y lo miré—. ¿Estás borracho?
—¡Desgraciado!—grité, intenté correr hasta él, pero Louis me detuvo por la cintura, ambos caímos al suelo. Harry miraba la escena con horror—. ¡Eres un hijo de puta!
—Niall... ¿Qué te sucede?—dijo con la voz rota.Me deshice del agarre de Louis como pude y le quité las fotografías de la mano y las aventé directo a la cara de Harry, él dio un paso atrás y vio aquellas fotos que habían destruido mi vida.
—¿Te la pasas bien con él?—grité lleno de ira, Louis me detenía para no acercarme más a Harry.
—Niall... Puedo explicarte esto, ¿Si?—habló, una lágrima rodó sobre su mejilla.
—Tus llantos baratos no me van a convencer, ¡Me engañaste!—grité llorando de igual manera.
—No... No lo hice, no, no—se acercó a mí y yo retrocedí.
—Confié en ti... ¡Te he dado toda mi vida, Harry! ¿Y tú así me pagas?—grité con euforia, Harry solo lloraba.
—No...—susurraba entre jadeos.
—Quiero que te vayas—musité. Louis no intervenía en esto.
—No, Ni... Puedo explicarte esto, ¡Todo tiene sentido, yo no te engañé!—gritó con desesperación, pero ya no me importaba.
—No te quiero ver más—dicho aquello caminé lejos de él, oía sus sollozos y la voz de Louis intentando calmarlo.En ese momento recordé nuestros planes de boda, me detuve un momento y miré mi dedo, acaricié el anillo color plata y me giré hacia él.
—Harry—le llamé, el volteó de inmediato—. Espero que Alf se case contigo.
Me quité el anillo del dedo y lo aventé al piso con dirección a él, Harry me miró y yo a él.
Seguí escaleras arriba ignorando las súplicas de mi ex.
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Papás Sustitutos. •Narry Storan•
Random-¿Y si la tiramos a la basura? -¿Qué?, ¿no crees que está muy nueva como para tirarla? -Eso hacen en las películas. Harry y Niall son mejores amigos y viven juntos desde la preparatoria. Niall con un trabajo estable y Harry con sus estudios casi co...