Cuarenta y uno

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Harry.

Caminaba de regreso a casa; justo había dejado a Cath en la escuela, el dejarla todo el día en la escuela seguía siendo algo difícil. Ahora podía decir que la amaba tanto que ni siquiera me la creía, en realidad jamás pensé en llegar a quererla de manera tan irreal.

Saqué mi teléfono del bolsillo de mi pantalón para ver la hora; Niall estaba en la oficina y el estar solo en casa me aburría. Me he convertido totalmente en una ama de casa en las últimas semanas, pasé de odiar una escoba a necesitarla diariamente.

Un día eres joven y al otro no soportas ver ni una migaja en la mesa o algo fuera de su lugar.

Tras pensar un momento en el giro tan radical en mi vida —pasar de ser alguien amante de la libertad y el desorden a alguien irreconocible, casi—, sentí la presencia de alguien detrás mío, giré un poco la cabeza y me encontré con un hombre: era mayor y bastante musculoso. Caminaba detrás mío de una manera bastante incómoda e innecesaria, aceleré mi paso e intenté ignorarlo.
Pero aquel hombre me siguió el paso, comenzaba a ponerme nervioso; aquel podría ser un psicópata buscando algo.

—¿Se le ofrece algo?—Me giré de repente.
—¿Uno no puede caminar por la calle? Ocupa casi toda la banqueta—Observé el espacio vacío a mi lado. Eso era mentira—. Usted es Harry Styles, ¿No?
—Sí. ¿Por qué me conoce?—Hablé a la defensiva.
—Es famoso. Lo vi en algunas películas—Por un largo momento olvidé esa parte de mi vida.
—¿Quiere un autógrafo o algo? Con gusto se lo daré...
—No, no quiero un autógrafo. Vine a hacer mi trabajo.
Al fin de su frase se abalanzó encima mío y me tapó la boca con su mano llena de grasa y mugre, intenté gritar como primer reflejo, pero fue prácticamente imposible. Me arrastró —casi literalmente— lejos del camino comúnmente concurrido y me arrojó contra el piso.

—¿Qué le pasa?, ¿Acaso está loco?—Me levanté de inmediato del piso, pero no pude ni sacudirme el polvo antes de que aquel hombre me tumbara de nuevo de un solo puñetazo.

Solté un fuerte quejido y me fui de espaldas hasta el piso, llevé mi mano a mi nariz. Gracias a Dios no había sangre.

—Cuide lo que hace, quien me está pagando tiene claras sus intenciones—Habló aquel maldito para después esfumarse.

Me senté en el piso intentando analizar lo recién sucedido; al parecer alguien quería borrarme del mapa. Haciendo recuerdo de mi último año me di cuenta que no había echo enojar a nadie de tal manera que contratara a alguien para advertirme tal cosa. En el último año solo me he dedicado a mi familia prácticamente. No entendía quién querría hacerme daño a mí y a Niall por ende.

Seguí caminando sin mirar a ningún lugar por demasiado tiempo, tenía que aceptar que estaba nervioso de volver a encontrarme con aquel hombre. Al llegar a casa cerré la puerta con llave al igual que la puerta del patio y las ventanas, no me arriesgaría a morir aquí mismo. O en cualquier otro lugar.

No podía morir sin antes casarme con Niall.

Niall.

Bajé de mi auto y lo aseguré con el control, sonreí al ver mi casa y a un Harry viendo por la ventana, le saludé con la mano y él desapareció. Tras unos segundos escuché los cerrojos abrir y después la puerta, Harry asomó su cabeza y me observó.

—¿Estabas encerrado?—Pregunté queriendo reír.
—Sí, Cath ya está aquí—Habló. Me acerqué para besarlo y el me jaló de la corbata para que entrara por completo a la casa, Harry volvió a cerrar la puerta con llave.
—Según recuerdo... El paranoico sobreprotector aquí soy yo—Le dije riendo, recibí un pequeño beso.
—En la mañana de regreso a casa me sucedió algo... Un poco extraño—Dijo caminando, lo seguí hasta la cocina.
—¿A qué te refieres con extraño?—Pregunté, el semblante de mi querido me asustó un poco.
—Alguien me atacó... Y me dijo que me cuidara. Al parecer alguien me quiere... Muerto, o yo que sé—Habló rápidamente mientras movía las manos con exageración; ese era un Harry nervioso.
—¿Qué?, ¿Estás seguro que te lo decía a ti? Quizá se confundió de persona... No es que haya muchas personas parecidas a ti, pero... ¡Vamos, Harry, eres famoso! Quizá solo quería darte un susto—Intenté tranquilizarlo, pero él seguía preocupado, y a decir verdad yo también lo estaba—. Deberíamos contratar un guardaespaldas.
—¿En serio? Me conformaría con no salir jamás de nuevo—Habló sentándose en una de las sillas de la barra.
—Es en serio, Harry, no soportaría que te pasara algo a ti o a Cath, buscaré la mejor compañía de seguridad, no estaré tranquilo—Dije rápidamente, saqué mi móvil y googleé.
—Niall... De haber sabido que te pondrías así no te hubiera dicho nada.
—Tú me conoces perfectamente, Harry. Es imposible que no pensaras que me pondría así, estás igual de preocupado que yo. Acepta que eres una estrella, ¿Sí?—Le dije con una sonrisa.
—Nadie me detiene en las calles, creo que mi estrella se esfumó—Rió ante su propio comentario.
—Vas con las calles con una expresión de diva total, sí yo no te conociera tampoco me acercaría a molestarte—Solté una tremenda carcajada.
—¡Ojalá mi nuevo stalker piense lo mismo cuando me vea!—Gritó un poco molesto.
—Tranquilo, no te volverán a molestar.

La búsqueda en mi teléfono era algo lenta, decidí ir a mi estudio y prender ahí mi computadora, me senté frente a ella y abrí una pestaña de Google.

Tras muchos minutos de búsqueda, comparación y el pensar en lo que hacía me decidí por una empresa que se veía bastante confiable: bodyguard London. Comtacté a la empresa, pero su respuesta era bastante lenta, por eso preferí llamar.

—Bodyguard London, ¿A sus órdenes?—Escuché una frenética voz femenina.
—Hola, buen día. Quiero contratar uno de sus guardaespaldas—Comencé por lo más obvio.
—Seguro, señor, para eso estamos—Contestó la voz un tanto aburrida y obvia.

Después de una hora al teléfono pude contratar un guardaespaldas para Harry; su nombre es Alf y por su currículum es un candidato apto para esta ocasión, su trabajo será de tiempo completo y se encargará de no dejar salir solo a Harry y estar al pendiente de la casa.

—¿Por fin terminaste?—Entró Harry al estudio con Cath detrás.
—¡Papi!—Gritó Cath corriendo hasta mí, la recibí con los brazos abiertos.
—Sí. Mañana mismo llega Alf para cuidarlos—Respondí con una gran sonrisa y Harry solo rodó los ojos.

Todo por su seguridad.

n/a

Hey, ¿Qué onda? Lo sé... Ahora sí no tengo madre, digo que haré una cosa y al final no hago nada, jeje. Sí ya saben cómo soy pa que me leen :'v (es mentira, leéanme) aquí está otro capítulo:( espero les guste.

Papás Sustitutos.  •Narry Storan•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora