Cuatro

955 95 56
                                    

—Mañana lo primero que haremos será ir por ropa para la bebé—Habló mi madre cuando ya estábamos de camino a casa.
—Sin duda, también comprarle muebles, ¿con cuál de los dos dormirá?—Preguntó Harry.
—Tú duermes como oso, Harry—Dije riendo.
—Claro que no, he despertado por los estornudos de Cath, así que puede dormir conmigo—Dijo decidido.

Cuando llegamos a casa bajamos del auto y entramos a casa. Catherine dormía plácidamente en los brazos de Harry, era una imagen demasiado tierna.

—La nena y yo nos vamos a dormir, descansen los dos—Anunció Harry desapareciendo por el pasillo.
—Niall... ¿Quién de los dos le pondrá su apellido?—Me preguntó mi madre.
—Los dos—Respondí.
—No son pareja, Niall—Dijo mi madre.
—Lo sé. Gracias por recordármelo, madre—Dije dejándome caer en el sofá.
—Me parece ilógico que sigan viviendo juntos—Replicó.
—Me gusta estar con él y a él le gusta estar conmigo—Defendí.
—Él tiene miedo de estar solo, Niall. En cuanto encuentre a alguien más se irá sin más—Dijo. No quería escuchar más.
—¡Eso jamás pasará! Ahora los dos tenemos a una bebé a cargo, no se irá—Dije con furia.
—Sé lo que te digo, James. Deberías alejarte de él...

Mi madre siempre a tenido ideas erróneas de Harry, siempre dice que en cualquier momento dejará nuestra amistad por alguien más, dice que no debo depender tanto de él, pero lo que no sabe es que estoy enamorado de Harry Styles.

No sabe que estoy perdido en ese chico de rulos difíciles y brillantes, de ese chico problemático y difícil de dominar, de ese chico que es un desastre con una mente maravillosa. No sabe nada.

Escuché la alarma sonar sin cesar. No tenía pendientes que atender.

—Maldición—Dije despegando un ojo para apagar la alarma.

No tenía planes de pararme y hacer algo productivo en el día, pensaba estar todo el día en cama comiendo chatarra. Observé la pequeña parte de ventana que la cortina no ocultaba; no había sol, había nubes y no precisamente blancas, eran nubes de tormenta.

Me acurruqué en mi lugar y cerré los ojos, lo mejor de la vida.

—¡Niall!—Escuché mi nombre a lo lejos—. Con un carajo, despierta.
—Déjame—Hablé a la nada.
—Levántate y vístete ya—Escuché la molesta voz de Harry.
—Que me dejes, entiende—Dije enojado.
—Hoy iremos a comprar ropa y muebles para Cath—Dijo. Abrí los ojos.
—¿No puede ser más tarde?—Pregunté.
—No, levanta ese trasero ya—Dijo saliendo de la habitación.

Con toda la pereza encima logré pararme y arreglarme. Desayuné como si no llegara un mañana, salimos Harry y yo de casa. Mamá no quiso que la bebé nos acompañara.

—Tenemos que comprarle mucha ropa rosa—Dije emocionado.
—Aparca aquí—Dijo sin prestarme atención.

Le hice caso a Harry y aparqué. Nos bajamos del auto y buscamos una tienda para bebés. Entramos a «Mundo del bebé» compramos ropa de a montón, de todos los colores y estilos, no queremos que a Catherine le falte algo.

—Por ahora solo nos falta una cuna—Dijo Harry.
—He visto una... Me ha gustado bastante—Dije.
—Vamos a por ella—Me dijo con una sonrisa. Le devolví una.

Caminamos otro rato después de comprar la cuna y quedar cuando irían a dejarla. Comimos algo y nos quedamos en una cafetería hablando un buen rato.

—Nunca pensé en tener una hija tan joven—Habló Harry.
—Ni yo... Pero ha sido un gran regalo—Dije con una sonrisa.
—No lo sé, Niall... Sigo teniendo mis dudas, ¿qué tal que nos encariñamos con ella y algún día Zayn regrese?—Preguntó. Negué con la cabeza;
—No pienses en esas cosas, Harry. Zayn no volverá—Aseguré.
—Estamos a tiempo de arrepentirnos, Niall...
—¡No digas tonterías! Ella ahora es como nuestra hija—Dije levantándome de la silla, llamando la atención de más de uno.

Salí de la cafetería con los nervios a flor de piel. Harry de por sí me pone nervioso y ahora hablando del tema de abandonar a Catherine me pone loco. No podría hacerlo aunque quisiera, nadie merece que sea abandonado, ella no tiene la culpa de nada; no es culpable de tener un mal padre y tener dos padres sustitutos completamente locos y descontrolados.

—¡Llegamos!—Grité en la puerta de la casa. Nadie respondió.
—Quizá salieron—Dijo Harry empujándome, haciendo que me quitara de la puerta.
—Quizá.
—Tengo que salir, Niall—Anunció Harry.
—Acabamos de llegar, Harry—Dije molesto.
—Tengo una cita. Conocí a una chica...
—No me habías dicho nada—Dije con el corazón en la boca.
—Se me había pasado... Regresaré en un par de horas—Dijo cruzando la puerta.
—Si solo supieras...—Susurré.

Revisé las habitaciones, pero todas estaban vacías. En la cocina mamá había dejado una pequeña nota.

Niall:

Tú padre llegó hace un par de horas y al ver que no llegaban salimos con la bebé a algún lugar seguro. No se preocupen, salgan a divertirse, de ahora en adelante no tendrán tiempo para eso, te quiero.

—Genial, todos tienen vida social menos yo—Dije arrugando la nota y tirándola al basurero.

Saqué mi teléfono del pantalón y teclee el número de Liam.

—Hola, Liam. ¿Qué haces?
—Estoy en casa, al parecer lloverá.
—También estoy en casa, hay tanto que contar.
—Salgo para allá.

Esos son los verdaderos amigos.

Conozco a Liam desde la secundaria; cuando cumplí trece entré a la secundaria de Londres y ahí conocí a mi mejor amigo después de Harry.

De la nevera saqué un bote de helado, no me importa que afuera esté a menos cero grados, Harry estaba en una cita con alguien que obviamente no soy y ello me enoja bastante.

Me senté en la sala a esperar a Liam, después de casi media hora se dignó a llegar.

—Harry se largó a una cita con alguna fulana—Dije abriendo la puerta.
—Él es libre—Dijo cerrando la puerta tras él.
—Él es mío—Reclamé.
—Sabemos que no, Ni. Él no sabe qué llevas años enamorado de él, así que por lo tanto puede tener citas hasta el tope—Dijo.
—No puedo decirle lo que siento, Liam... Con Catherine aquí eso haría que huyera—Dije sentándome a su lado.
—¿Catherine?—Preguntó.
—Es mi hija—Dije sonriendo.
—¿Tú hija?
—Bueno, hija de Zayn.
—¿Hija de Zayn?
—¡Muy loco, lo sé!—Grité.
—Estoy totalmente perdido... Bien, Niall. Mientras Harry se da un acostón con alguna fulana como tú llamas a todas sus conquistas, cuéntame sobre Catherine y su llegada—Dijo Liam tomando de mi helado.
—No sé porqué eres mi amigo, pero está bien—Dije quitándole la lata de helado.

Y nuestro día pasó así; poniéndonos al tanto de todo lo que había pasado. Liam no estaba de acuerdo con el tema de la bebé, él decía que era injusto y demasiado descabellado.

Pero, ¿qué más podía esperar de nosotros dos?

Papás Sustitutos.  •Narry Storan•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora