Soy Nina

Amigos

Llevamos a Gastón a su casa y luego papá me dejó en casa de mamá, decidió no entrar y dejarme sola en la guerra, duré media hora contestando preguntas para mamá.

-Mamá deberías de hacer ejercicios de respiración y bajarle a tus obsesiones.

-No son obsesiones, es que no confío en Ricardo, es descuidado y no toma nada en serio- se escuchaba molesta.

-Mamá él es muy responsable cuando se trata de mi- objeté, -¿Estas molesta porque papá está saliendo con alguien?

-No, ¿Por qué tendría que estarlo?

-Me voy a mi habitación.

-Nina- me llamó.

-Mamá ya la sesión de preguntas y respuestas acabó.

-¿No me vas a contar nada sobre esa cadenita?

-¿Qué? No hay nada que contar, es solo un regalo, ya me voy- dije y subí a mi habitación no quería darle explicaciones, arreglé mis cosas y me recosté, me sentía un poco cansada.

Al otro día en el Blake me encontré con Luna, ahora goza de popularidad después de ganar la competencia internacional, Jim y Yam se acercaron a nosotras.

-Luna necesito detalles, desde cuando Matteo y vos son...- Jam empezó a hablar.

-No chicas, entre Matteo y yo no hay nada- dijo Luna.

-¿Cómo que no? Vimos ese beso, no pueden negar lo que es evidente- dijo Yam.

-Ya chicas, Luna necesita espacio- dije y saqué a Luna de ahí.

-Gracias amiga, esto ha puesto mi mundo de cabeza y debo de solucionar las cosas con Simón, no se que voy a hacer, ¿Por qué lo hizo?

-Le gustas, es obvio- le dije y ella empezó a negarlo, diciendo que era imposible, -¿Vos no sentiste nada con ese beso?- me animé a preguntarle, entiendo que fue repentino pero algo tuvo que haber sentido.

-No lo se Nina, pasó tan rápido- en ese momento Matteo se acercó, -Los dejo solo- dije.

-No, Nina- lo siento amiga pero debes de resolver la situación con él.

-Gracias Nina- escuché decir a Matteo, me alejé de ahí lo más rápido que pude.

-Fijate Nina, me arrugaste el uniforme- sin querer choqué con Jazmín.

-Disculpame- le dije.

-¿No te enseñaron que hay que mirar al frente cuando se camina no al piso?- preguntó Delfi, -Sos deprimente hasta cuando caminas- añadió.

Defendete Nina, por más que mentalmente me decía eso no lo pude hacer, salí corriendo de ahí y me fui a un lugar apartado, ¿Por qué me trata así? Empecé a llorar del coraje.

-Nina, ¿Estás bien?- Gastón se había acercado, no me había dado cuenta.

-Si- mentí.

-No parece- me dijo, él se sentó a mi lado, se acercó a mi, posó su mano sobre mi mejilla y limpió una lágrima que bajaba, sentí un cosquilleo por todo el cuerpo, -No le hagas caso a Delfi- me dijo.

-Pero ella tiene razón- dije.

-Claro que no, no sos deprimente, sos una chica brillante, curiosa y excelente fotógrafa.

-Solo lo decís de dientes para afuera.

-Nina aprende a aceptar cumplidos- dijo en tono de regaño.

-Es que no estoy acostumbrada a que me los digan- admití.

-Pues deberías- en ese momento sonó el timbre de entrada, -Ya es hora de entrar, que pereza- dijo.

-Gracias- dije y él me miró confundido, -Me siento mejor ahora y es gracias a ti.

-Para eso son los amigos- dijo y sentí que mi corazón saltó de la emoción.

-¿Amigos?- no me acostumbro a la idea de que Gastón, el chico más popular del Blake, sea mi amigo.

-Te considero mi amiga Nina, vos podes contar conmigo para cualquier cosa y espero que me consideres tu amigo también.

-Yo... también te considero mi amigo y podes contar conmigo para lo que sea- le dije.

-Me alegro escuchar eso- dijo y me abrazó, sentí que mi corazón bombeaba más sangre de la normal, quería que el momento fuera enterno pero debíamos de entrar, los dos nos levantamos y nos separamos para ir a nuestros respectivos salones.

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No me odien por durar tanto para actualizar, ahora vienen más momentos Gastina, se los prometo <3