Soy Nina

Destino

-Nada papá, mejor me voy a mi habitación.

-Nina, vos podes contar conmigo, soy tu padre, ¿Te gusta ese muchacho?

Game over Nina, -Qué idea tan absurda, claro que no me gusta- dije tratando de sonar convincente.

-No es una idea absurda, el amor Nina no es absurdo- dijo.

-¿Ahora vas a dejar los videojuegos para volverte poeta?

-Muy sarcástica la niña.

-Tengo que dormir temprano mañana tengo un montón de asignaciones en el Blake- dije y me fui de ahí.

Acostada en mi cama no podía dejar de pensar en Gastón, cada vez descubría cosas de él y me gusta más, pero es un imposible, lo se, cerré mis ojos y me dormí.

Al otro día me fui temprano al Blake, no quería estar en casa de mi padre, aun estaba molesta por lo de ayer, como se le ocurre invitar a Gastón, me encontré con Luna y le conté todo lo que había pasado.

-Nina de seguro es una señal-

-¿Una señal?

-Quizás el destino está conspirando para que ustedes estén juntos-

-Qué cosas decís Luna, ¿Ahora estás inmersa en el mundo de la espiritualidad o que?

-Nada de eso, es que leí el horóscopo por primera vez y hablaba de algo parecido.

-¿De cuando acá vos lees el horóscopo?

-Sentí curiosidad, solo eso- en ese momento la campana de entrada sonó.

Entramos al salón, -Entonces si Delfi no es Felicity, ¿Quién podrá ser?- escuché a Yam decir.

-¿Cómo saben que Delfi no es Felicity?- pregunté de inmediato.

-Nina, es que...- empezó a hablar Yam, -No podemos hablar de eso- dijo Jim.

-No se lo vamos a decir a nadie- dijo Luna.

Las dos se quedaron calladas y yo muerta de la intriga, ¿como es que ellas manejaban esa información?

-De acuerdo- dijo Jim, -Pero no pueden decir esto a nadie- dijo Yam.

-Nos habíamos enterado que Delfi es Felicity por una conversación que escuchamos...- empezaron a contar la historia, al parecer mientras estaba fuera habían pasado muchas cosas.

-Pero... luego ella misma confesó que no es Felicity, pobre Gastón- dijo Yam dejándome confundida.

-¿Por qué pobre Gastón?- no entendía porque lo relacionaban.

-Es que Gastón empezó a salir con Delfi pensando que ella era Felicity, desde que supo que ella en realidad no era Felicity cortó la relación- explicó ella.

-Eso quiere decir que a Gastón le gusta Felicity- dijo Luna dándome un toque en el hombro.

-Es imposible- dije, no puede ser, como él puede gustar de Felicity, nunca he hablado con él.

-¿Por qué?- preguntaron las dos al unísono.

-Todos a sus respectivos lugares- dijo la profesora entrando al salón, yo apenas podía concentrarme en la clase.

-Estas distraída- me dijo Luna, -¿Piensas en lo que dijeron Jim y Yam?

-Es solo que no comprendo, es imposible que guste de Felicity- dije mientras dibujaba círculos sobre el papel.

-Simonetti y Valente- nos llamó la atención la profesora, las dos pegamos los ojos a nuestros libros de texto.

-No es imposible Nina, eso es el destino, a Gastón le gusta Felicity, tú eres Felicity, ves como todo se ajusta- decía ella mientras hacía una especia de diagrama en el cuaderno.

-¿Te das cuenta que está mal hecho ese diagrama?

-Ese no es el punto- dijo.

-Simonetti y Valente al pasillo- dijo y yo sentí un sudor frío bajar por mi espalda, era la primera vez que me pasaba.

-No profe, le aseguro que no vamos a hablar más- dijo Luna.

-Al pasillo o tendré que mandarlas a decanato- dijo y las dos nos levantamos enseguida para salir.

-Esto es mi culpa- dijo Luna mientras cerraba la puerta del salón.

-De las dos- dije mientras acomodaba mis lentes.

-Al menos aquí podemos hablar- dijo ella y yo sonreí.