Me acosté con dolor de barriga y me desperté igual.
—Mamá —fui a su habitación, aunque antes piqué suavemente la puerta. Hoy por suerte no estaba Watermelon. Sí, ese apodo tan tonto se lo puse la primera vez que habló conmigo, ósea ayer. Me dijo: "Hola chaval, soy Walter, y ¿tu?" yo no le contesté, estaba demasiado ocupado observado su enorme cabeza (y cuerpo), además de que el sarpullido rojo en sus mejillas no era normal. Es fácil entender el mote cuando lo ves.
—¿Qué pasa...? —su voz ronca apenas se escuchaba en el cuarto oscuro.
—Creo que voy a faltar hoy, me duele mucho la barriga —intenté sonar débil y cansado, pero fingir no era mi fuerte.
—Ves al instituto —era una orden.
—Pero me encuentro mal...
—Si te sigue doliendo cuando vuelvas vamos al médico, pero no vas a faltar hoy, tengo una cita importante —levantó la cabeza de la almohada y alzó más la voz. Su mal despertar no ayudaba— ¡ve a prepárate!
—Vale —dije enfadado, dejando la puerta de su habitación abierta aposta para que le entrara toda la luz.
"Tengo ganas de que lleguen las vacaciones de verano..."
—Buenos días —era Alice, rápida como siempre ya estaba a mi lado.
—Hola —llevaba un colgante plateado con una nota musical. Me gustó, sería un regalo genial para mi madre, y será su cumple pronto. A pesar del enfado de antes era incapaz de estar enfadado con ella mucho tiempo.
—¿Te pasa algo? —a veces me daba miedo que fuera tan observadora.
—Me duele la barriga, no quería venir hoy —le expliqué, y me sonrió comprendiendo la situación.
—Podemos hacer campana —nunca se me había ocurrido. Estaba en mi lista de cosas que están mal.
—No puedo faltar a clases, además de que llaman a casa —encogió los hombros y se puso bien la mochila que le llegaba casi al culo.
"Aunque creo que el teléfono de casa esta desconectado... y mi madre el móvil de normal se lo deja entre los cojines del sofá..."
—Haré campana —me miró sorprendida.
—¿Y ese cambio de idea?
—No creo que mi madre me pille —me volvió a sonreír.
—Seré tu cómplice —me dio un codazo entre risas.
—¿Sueles hacer esto a menudo? —se toqueteó un mechón mientras miraba el cielo.
—Bueno... no, pero pienso que por un día no pasara nada —siguió mirando el cielo mientras tarareaba.
—Oye... —por primera vez yo sacaba tema— ¿dónde te has comprado ese colgante?
Creo que mi intento de continuar con la conversación le alegró.
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Elliot
Novela JuvenilSupongo que debo presentarme, seré lo mas breve posible: lo que explico es solo para entreteneros, fin. ¿No tenéis nada mejor que hacer? ¿en serio? *Este es el día a día de un extraño chico llamado Elliot. Leyendo este libro iréis conociéndolo má...