Tenía ganas de que llegara la tarde, Owen me había dicho que ya había llamado a la madre de Harper avisando que iría de visita. Obviamente le había convencido que de yo también necesitaba ir, no me puso muy buena cara pero me dijo que me esperaría a las seis en frente de... ¿la cafetería de la esquina antes de llegar al instituto? ¿o era en la que está más cerca de su casa? mierda.
"Bueno, ya me pondré luego a dar vueltas."
Me tranquilicé, todavía quedaba pasar toda la mañana.
Y pasó inesperadamente rápido. Muchos profesores habían faltado y las clases estaban vacías prácticamente. Por lo que decían los alumnos que habían venido, la policía se había tomado un poco más en serio todo lo que había pasado.
En la salida, vi a Owen despedirse de sus amigos.
"Nos vemos esta tarde."
Llegué corriendo a la cafetería más cercana a casa de Owen.
"Como no sea aquí, me muero..."
Mire la hora.
"¡Tiempo record!"
Me senté en el bordillo de una tienda de comestibles que estaba al lado. Nunca había estado tan ansioso por nada, aunque también estaba algo preocupado por conocer a los padres de Harper, ¿cómo me tendría que comportar...?
Cinco minutos.
Diez. Me apoyé cansado en el buzón de correos que tenía al lado, no me atreví a mirar si estaba sucio porque si no ya no podría apoyarme por el asco.
Quince. Los juegos del móvil ya me aburrían.
"... No puede ser."
¿Me habrá tomado el pelo? ¿en serio no va a venir?
Me mordí el labio frustrado, mire de nuevo la hora. Joder. Me sentía tan estúpido ahora mismo, incluso por un momento llegué a pensar que parecía un chico normal quedando con un amigo (dejando de lado las razones por la que nos hablábamos).
"Supongo que esto era lo que me hacía falta, una clara demostración de lo que en verdad siempre seré, un tonto más en esta sociedad."
Me levanté y esperé cinco minutos más de pie. Nada.
Caminaba despacio por la calle, mirando fijamente el suelo y los chicles enganchados.
"Puedo intentar encontrar a Alice solo, ¿desde cuando me ha hecho falta alguien más?"
Joder, Alice me había hecho depender demasiado de la compañía estas últimas semanas. Me había mal acostumbrado. Puede que necesite estar unos días solo en casa...
—¡Ellioooooot! —me di la vuelta. Owen venía corriendo hacia mí— joder, creía que ya estarías en casa... —estaba jadeando.
—¿Qué pasa? —me miró con la cara roja y sudando.
—He llegado diez minutos tarde, no te he visto, he ido a tu casa, no estabas, y he vuelto, y cuando he vuelto te he visto de lejos... —¿qué no me había visto?
—Yo he llegado puntual, estaba sentado al lado de la tienda veinticuatro horas —me miró y suspiró, luego se rió y se limpió el sudor de la frente.
—¿Podría ser que estabas al lado del buzón de correos? —asentí sin entender a qué venia eso—, no te he visto porque te tapaba el buzón —abrí la boca para replicar. Mi altura era algo que odiaba, era normal, no era bajito. Pero supongo que sí que era el más bajito de mi clase, pero tampoco el enano del curso.
Rechiné los dientes y Owen al notar mi molestia se rió por lo bajo. Era la primera vez que lo veía más... como antes, con esa sonrisa despreocupada.
—Al final he pasado antes de ir contigo por casa de Harper —admito que eso me sentó un poco mal, quería ir yo también.
—¿Y? —negó con la cabeza.
—Dicen que salía más por la tarde, supuestamente con sus amigas y conmigo, pero Harper no es que hiciera mucho caso a sus amigas, y conmigo estaba muy insoportable, así que nos limitábamos a hablarnos y estar juntos en el instituto —vaya, eso sonaba penoso.
"Aunque no tan penoso como yo, que a mis diecisiete años todavía no he besado a ninguna chica."
—Bueno, pues supongo que tendremos que preguntar a las brujas de clase —me miró confundido. Lo había dicho en voz alta— me refiero a las chicas que siempre están soltando rumores y esas cosas... no es que me caigan mal, pero puede que sepan algo y eso... —no quería que pensara que era mala gente. Vaya, eso ahora me preocupa, supongo que estoy evolucionando como persona.
—Vale, entonces nos vemos el lunes —dije que si con la cabeza y me despedí con la mano. Eso había sido más breve de lo que me esperaba.
—Una cosa, —me volví hacia él— ¿has hecho los deberes de matemáticas?
—Sí, son fáciles —tampoco es que fuera el mejor, pero puedo permitir presumir de algún que otro diez en los exámenes.
—¿Me dejarías copiarme? si no, puede que me lleve una nota a casa, no soy muy bueno con los cálculos —ni en nada, no destacaba por ser inteligente que yo sepa.
—Tendrás que venir a mi casa para copiarlos, porque aquí no están —destaqué lo obvio, y Owen cambió de rumbo y se puso a mi lado a caminar—. Por cierto, lo siento por lo que te dije en mi casa la otra vez —tenía la extraña necesidad de disculparme con él.
—Ah, ya, bueno, eres raro, pero eso yo ya lo sabía —lo miré pensando en que momento había conseguido sentirme cómodo en su compañía—, yo también me disculpo por gritarte ayer.
Me sonrió y miró hacia delante. El silencio hizo que su cara volviera a estar con ese extraño gesto de tristeza.
"Quizás si esta sin hacer nada piensa en Harper y se pone triste."
Lo miré pensando en que era un tipo muy sensible.
*Y aquí se acaba el maratón, espero que os haya gustado ^^*

ESTÁS LEYENDO
Elliot
Genç KurguSupongo que debo presentarme, seré lo mas breve posible: lo que explico es solo para entreteneros, fin. ¿No tenéis nada mejor que hacer? ¿en serio? *Este es el día a día de un extraño chico llamado Elliot. Leyendo este libro iréis conociéndolo má...