Día 6

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Hoy me quede más tiempo en el instituto hablando con mi profesor de filosofía. Estaba preocupado por mis notas, o eso decía, aunque estaba demasiado convencido en que iba a suspender hiciera lo que hiciera.

Pasé por delante de mi aula, y me detuve al ver a una figura encogiéndose y llorando.

Alzó la cabeza mirándome sorprendida. Era la novia de Owen.

No era capaz de moverme ya que su mirada se me clavaba esperando a que le dijera algo. Le puedo decir; ¿estás bien? No... suena estúpido, está llorando, ¿cómo va estar bien...? ¿Te ayudo en algo? Tampoco, podría decirme que sí, y entonces sería una molestia...

—¿A qué esperas? —cansada, rompió el silencio con un tono seco y frío.

—A nada, tan solo volvía a casa —empecé a andar aliviado.

—Oye —paré en seco y me giré—, no le digas a Owen que me has visto así.

—¿Porque se lo iba a decir? —encogió los hombros y escondió la cabeza entre sus piernas. ¿Qué le habrá pasado?

ElliotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora