Elliot

Día 37

Con una sonrisa, me fui casi dando saltos de casa. Mamá aún estaba asimilando lo que acababa de pasar, yo en cambio ahora veía la vida de colores, y la verdad, me daba igual lo que pensaran los demás. La sonrisa despareció al ver la cara de Owen. Estaba solo en la puerta del instituto.

—Te estaba esperando —me dijo sin rodeos.

—Ah, ¿y eso?

—Sé lo que ha pasado, lo de tu padre —es verdad, mi padre supuestamente ha matado a su novia, o eso cree él.

—De eso tengo que hablarte...

—No, no —me interrumpió—, antes de eso quería decirte que lo siento, mucho... —se rascó la nuca pensativo, y yo todavía no entendía a que venía esto— mi primo me dijo lo que os hacia tu padre a tu madre y a ti —así que sentía lastima, básicamente.

—Eso da igual —me miró sorprendido por mi reacción—, ahora tenemos que centrarnos en encontrar al verdadero asesino.

—¿Cómo? —lo empujé para dirigirnos a clases.

—Mi padre enterró a tu novia, pero no hizo nada más, es un borracho agresivo, no un asesino —me miraba con una expresión tonta que me hizo gracia.

—¿Y eso de donde lo sacas?

—Me lo ha dicho mi padre —suspiró y me miro con el gesto torcido.

—Elliot, no quiero que te metas más en esto, el caso ya está cerrado, ha sido él —negué con la cabeza.

"Será difícil hacer que me crea."

—Mi padre es muchas cosas, pero un mentiroso no, es una de la pocas cosas que creo que están bien de él —mejor dicho, creo que es la única.

—Pero gente profesional ya lo ha metido en la cárcel, ahora solo queda encontrar a tu amiga, piensa en eso —miré el cielo exasperado.

—¡Eso es lo que voy a hacer, pero quería hacerlo contigo! —mierda, eso sonó demasiado mal— a ver, tu querías darle una paliza al asesino ¿no? Yo quiero ayudarte.

Me miró sin saber qué hacer. Sus ojeras eran visibles de nuevo.

—Te seguiré el juego, pero no te creeré hasta que encontremos pruebas.

—Perfecto, va a ser difícil, pero vale —llegamos a clase y yo volvía a tener una sonrisa. Todos me miraban extrañados, pero yo estaba tan feliz...