Día 35

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Miraba la lluvia caer desde la ventana sucia. La clase estaba resultando más aburrida de lo normal, además de que el profesor de lengua me había regañado por no hacer el trabajo ese de "la vida". No me mandó una nota para casa ni nada, tan solo me dio un último aviso para hacerlo, tenía que ser antes de que se acabara el trimestre.

"Eso es favoritismo. Hay mucha gente que no lo ha hecho y tienen un cero, pero a ellos no les ha mencionado una segunda oportunidad."

—¡Elliot! —me puse recto al escuchar mi nombre— sal un momento de clase, por favor —el profesor estaba con la puerta entornada hablando con alguien. Pasé por el pasillo de mesas y Owen me miró extrañado.

—Sé tan poco como tu... —le susurré antes de salir de clase.

Fuera estaba un policía alto y rubio. El uniforme le iba perfecto, el típico policía de juguete. A su lado estaba una mujer también vestida con el uniforme de policía, parecía más joven que él, llevaba mucho maquillaje y una sonrisa impecable en la cara.

—Elliot Turner ¿verdad? —asentí mientras los miraba con el ceño fruncido.

—Bien, Elliot, vas a venir con nosotros —me dijo el hombre agarrándome del brazo.

—¿Qué? ¿por qué? —el corazón me iba a cien de repente.

—Tu estate callado y espera a que lleguemos a la sala de interrogatorios, allí ya hablaremos —mierda.


Me sentaron en una silla en medio de una habitación blanca. Miré el vaso de agua que estaba delante de mí.

"¿Y ahora que narices ha pasado?"

Estaba a punto de entrarme un ataque de ansiedad.

"¿Quizás Owen les había dicho que yo estuve allí cuando lo de Harper?"

Eso tiene sentido.

Joder. He sido un gilipollas.

—Bueno —entró por la puerta el  policía de antes—, ¿cómo estas Elliot?

—Confundido —se sentó delante y apoyo los codos en la mesa juntando las manos con una sonrisa amistosa.

"No me gusta."

—No tienes que estar nervioso si no has hecho nada malo —piensan que he hecho algo malo, perfecto— ¿sabes dónde está tu padre?

"¿Mi padre que pinta en todo esto?"

—No, nunca está en casa —suspiró y renegó con la cabeza.

—Ya hemos hablado con tu madre, y nos ha contado que es lo que pasa en tu casa —el miedo se apoderó de mí.

"Ahora lo saben."

Me mordí las uñas desesperado.

"El mundo sabe lo que nos pasa."

No tendré que fingir, pero el futuro incierto era lo que más temía.

—Escucha Elliot, te vieron salir bastante apurado algunas personas del instituto el miércoles por la tarde —joder— , ¿por qué? ¿qué hacías allí?

—Y... yo, yo no... —era incapaz de formular una frase.

—También fuiste el ultimo en hablar con Alicel, por lo que tengo entendido... —¿me estaba culpando?

—¡Yo no he hecho nada! —por fin la voz me salió.

—Cálmate, no quiero que te enfades, solo dime si fuiste cómplice de lo que le pasó a Harper —me miraba con unos ojos que me recordaban al mar, y ahora mismo eso me estaba ahogando.

—No, no soy cómplice —tartamudeé sin entender nada.

—Así me gusta, ¿entonces que paso ese día? —todo me daba vueltas y no controlaba el ritmo rápido de mi respiración. Cálmate. 

Le conté todo lo que pasó igual que a Owen. Revivir de nuevo ese recuerdo era horrible.

—Muy bien, no pasa nada, ahora dime sitios en los que tu creas que pueda estar tu padre... —sacó una libreta parecida a la del agente Smith.

—¿Antes me puede decir porque lo buscan? —me miró con pena y se frotó la barba de tres días.

—Creemos que es el responsable de lo que le pasó a Harper, además de que puede que tenga a tu amiga Alice —...no, no puede ser.

"¿Papá un asesino?"

—¿Por qué creéis que ha sido mi padre? —por mucho que pensara, no tenía ni pies ni cabeza.

—Tu padre no está bien, es un alcohólico —¿no me digas? — unas cámaras de fuera lo vieron en frente de tu instituto.

—Pero solo fue una vez, y era por mí —negó con la cabeza y abrió una carpeta amarilla que había llevado en la mano todo este tiempo.

—Según lo que pone aquí, en la cámara se ve como acosa a diferentes chicas que salen del instituto, una de ellas es Alice.

—¡Pero eso es porque es un idiota, no un asesino!

—Elliot, no es la primera vez que se le ve en frente de algún instituto acosando chicas.

—Por dios..., si, vale, es un viejo verde, ¡pero no mataría a nadie! —algo me impulsaba a defenderle. No quería ser conocido por ser hijo de un asesino.

—Sus huellas están en el cuerpo de Harper —dijo para finalizar.

—P...pero, no puede ser... —se levantó y me dio unos golpecitos en el hombro.

—Lo has hecho bien, chico, ahora ves a casa con tu madre.

"Todo se había acabado, los golpes y las pesadillas."

—Espere, a la persona que yo vi con Harper no era mi padre —le dije antes de que cerrara la puerta.

—¿Estás seguro? —me calleé. Estaba demasiado oscuro para asegurarlo— deja ya de pensar, eres libre para vivir feliz con tu madre, disfruta de ello —con una última sonrisa me dejo solo.

"¿Mi padre porque haría eso?"


ElliotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora