Día 7

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Restregándome los ojos intentando hacer desparecer la triste vista de una clase con pocos ánimos, decidí no escuchar las explicaciones de los trabajos orales de mis compañeros.

Al acabar la clase el profesor me llamó. Era uno de los pocos que me caía bien.

—Elliot, ¿estas preparando tu trabajo para exponerlo la semana que viene? —me controlaba bastante, ya que sabía perfectamente que si podía me intentaría escapar de hacer ese molesto trabajo.

—He decidido que no lo voy a hacer —sonrió y negó con la cabeza.

—Ya sabes que este trabajo es obligatorio, estoy seguro de que si intentarás hacerlo nos sorprenderías a todos —agobiado por sus expectativas, me puse a pensar en el tema del trabajo.

La vida.

Tan solo nos dijo eso a la hora de explicarnos de que trataba. Podíamos interpretarlo como quisiéramos. Eso me gusto, pero que tengamos que explicarlo delante de todos los de clase... no tanto.

—No se me ocurre de que puedo hacerlo —noté que una leve risa se le escapó, pero tosió para disimular. Este profesor de lengua me parecía curioso. Además de que había estudiado psicología y parecía interesado en aplicarla de alguna manera en sus estudiantes.

—Solamente digo que esperaré con ansias tu exposición —recogió sus cosas y me dejo atrás.

"No estoy acostumbrado a que esperen mucho de mí."

Al salir me encontré de nuevo con la chica pesada. Estaba rodeada de otras chicas que me eran familiares. Me notó al pasar y me sonrió. No fui capaz de devolverle la sonrisa, estaba ocupado pensando en que esta tarde me tocaba psicólogo.


ElliotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora