Capítulo 8

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•Narra Adele•

—¿Qué sucede aquí?—dije quitándome los lentes de sol.
—Esta señorita estaba aquí cuando llegué e intentaba abrir su oficina—me dijo Mary.
—No es cierto, solo estaba viendo si era tu oficina para esperarte. Necesito hablar contigo. ¡Suélteme!—le gritó Laura al guardia.
—Suéltala—le dije al guardia y me obedeció.
—Gracias. Adele yo...
—Puedes irte—le dije caminando al lado de ella.
—Adele no me jodas. Llegué hasta aquí y no me iré sin hablar conti...
—No me hables así si no quieres que le diga al guardia que te escolte hasta la salida.
—¿Qué te pasa?—dijo Laura enfadada—. ¿Por qué me tratas como una basura? Yo...
—Cállate... Vamos a mi oficina—le dije y me dirigí a mi oficina sin esperar respuesta. Obviamente me siguió.
Entré y la dejé pasar.
—Vayan a trabajar—les dije a Mary y al guardia que nos veían atentos. Después de decirlo cerré la puerta. En cuanto la cerré Laura comenzó.
—¿Quién rayos eres y donde esta mi mejor amiga?—dijo enfadada. Su cara esta roja y eso pasa solo cuando esta muy frustrada.
—Soy Adele... La nueva Adele. Te dije que iba a empezar de nuevo y eso hice. ¿Cómo se te ocurre meterte así sin permiso?
—No me dejaste otra alternativa. Te llamé varias veces y tu ni tus luces. No tienes porque tratarme así. Tal vez aquí seas la jefa pero a mi no me tratas así. Soy tu mejor amiga y...
—Lo eras—dije sin pensar. Laura volteó bruscamente y me vio con asombro—. En mi vida pasada. La que intento dejar atrás...
—Es lo más estupido que has dicho en toda tu vida. Te conozco desde que éramos unas mocosas y tu no eres así.
—¡Entiende Laura!—dije desesperada—. Que lo que me pasó me cambió por completo. No puedo estar ni un minuto sin recordarlo. Sin pensar en mi bebé. Tu no entiendes porque no lo sentiste, no lo viviste. Intento olvidarlo para poder seguir con mi vida y esta es la mejor forma. Ya no quiero ser esa tonta débil e indefensa. Ahora soy más estricta con todos y conmigo misma. Mira donde estoy ahora, tengo mi propia compañía...
—¿Y eso de que te sirve si no tienes con quien compartirlo? Con quien festejar tus triunfos...
—Es justo en lo que no quiero pensar—empecé a llorar—. En que podría estar compartiéndolo con él y con mi hijo y no puedo...
—Pero no tiene que ser solamente con él. Estoy yo, tus padres...
—Tu le dijiste a mis padres donde estoy ¿cierto?—dije recordando ese detalle.
—Si, porque es por tu propio bien. Para superar lo sucedido necesitas ayuda, no puedes tu sola Adele...
—Claro que puedo. Eso es lo que necesito Laura. Estar sola. Te pido por favor que te vayas y te olvides de mi—dije en medio de un mar de lágrimas—. Olvídate de lo que estas viendo. Vuelve a Brighton y solo quédate con la Adele a la que todos querían.
—Se que dentro de esta persona que esta frente a mi esta mi mejor amiga intentando salir y...
El teléfono interrumpió a Laura. Lo ignoré pero volvió a sonar.
—¡¿Qué?!—dije con tono seco pero la voz quebrada por el llanto.
—Señorita la junta esta por comenzar y...—colgué.
Me limpié las lágrimas y me tragué el nudo en mi garganta. Ya era toda una experta en hacer eso.
—Laura tengo trabajo. Te pido que te retires por favor—le dije sin verla.
—Piensa en lo que te dije. Recuerda que todo lo que te dije es por tu bien—escuché sus pasos hacia mi y levanté la vista—. Llámame cuando vuelva Adele—puso un papel frente a mi sobre el escritorio y se dio la vuelta. Caminó hacia la puerta y salió, sin decir nada mas.

•Narrador Normal•

Maire estaba arreglándose para la cena cuando Jacob llegó por ella. Lo dejó pasar y lo hizo esperar en la sala mientras terminaba da arreglarse.
Mientras tanto Jacob recibió una llamada.
—¿Qué?—contestó.
—Hola. ¿Ya esta listo todo?—dijo Josh.
—Si eso creo. Ya estoy en casa de Maire y después iremos por Adele.
—Estupendo. Entonces los veo allá.
—Okay adiós—colgó.

Media hora después ya estaban afuera de la casa de Adele. Ella salió minutos después y los tres se fueron al restaurante acordado. Mientras ellos se dirigían al restaurante Simon terminaba de arreglarse.
—¿A dónde tan guapo?—dijo Elizabeth desde la puerta.
—Voy a cenar a un restaurante elegante jaja. Unos amigos me invitaron—al menos no todo era mentira.
—Que te la pases muy bien—dijo sentándose en la cama de Simon—. Gracias por dejarnos dormir unos días aquí Simon.
—Haría lo que sea por ti tía. Y por mi hermano.
—Gracias—dijo y bajó la mirada. Simon la vio por el espejo.
—¿Qué sucede?—le dijo sentándose a su lado.
—Ella estaría orgullosa de ti. Y de Sam—dijo con una sonrisa triste.
—Lo se—dijo Simon evitando su mirada.
Se quedaron un minuto en silencio hasta que Elizabeth volvió a hablar con lágrimas en los ojos.
—Como me hubiera gustado que viera a Sam en este momento...
—Le hubiera encantado, pero ya no hablemos de eso—dijo Simon abrazándola—. Esta noche hay que estar felices. ¿Te digo un secreto?
—Claro—dijo Elizabeth limpiándose las lágrimas.
—Voy a ver a una chica que me gusta jaja.
—Perfecto querido. Estoy muy feliz por ti. Espero que te vaya muy bien—lo abrazó—. Diviértete.
—Gracias tía. Cuídate. Sam estará cuidándote también jaja ya se lo dije.
—Jajajaja gracias querido.

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