Capítulo 2

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*presente*

Desperté empapada de sudor en la oscuridad de mi habitación. Siempre es lo mismo. Siempre sueño lo mismo. Alex sangrando, los vidrios en mis manos. Estoy pensando seriamente en no volver a dormir nunca más. Sin embargo minutos después caí profundamente dormida.
Desperté de nuevo cuando sonó la alarma para irme al trabajo. Es con lo que se me olvida todo, manteniéndome ocupada trabajando.
Antes del accidente solía cantar en pequeños restaurantes. Mi carrera iba avanzando pero después me embaracé y dejé que se perdiera mi oportunidad. Cuando me enteré del embarazo decidí dejar de cantar y dedicarme a mi otro sueño que era la administración de empresas. Empecé en una pequeña empresa y me iba bastante bien. Ahora soy la jefa de mi propia compañía ALBA Récords (Adele Laurie Blue Adkins). Debo decir que en materia de dinero no tengo ninguna preocupación, pero el dinero no hace la felicidad.

—Buenos días señorita Adkins—me dijo la secretaria de la entrada con una gran sonrisa.
Sólo moví la cabeza a manera de respuesta y entré a mi oficina. Cerré con un portazo, me quité el abrigo y me senté en mi escritorio.
Me alejé de todo después del accidente, de mis amigos, mi familia, mi ciudad. Me mudé a Londres sin decirle a nadie. La única que se enteró fue mi amiga Laura. Sin embargo nunca le hablo ni ella a mi. Se dio por vencida después de unas mil llamadas sin respuesta. Y creo que es mejor así, sola.
Sonó el teléfono y contesté.
—¿Qué sucede Mary?—le dije a mi secretaria con mi tono de voz habitual. Seco y cortante.
—Señorita los presupuestos del fotógrafo Robert llegaron hace unos minutos. Se los mando por correo o...
—Imprímelos y tráelos.
—Ensegui...—colgué.
No me importaba ser grosera, no me importaba actuar como una vil perra. Ya no me importaba nada mas que mi trabajo.

Después de toda la mañana trabajando decidí llamar a una junta a todo el personal. Les expliqué los nuevos proyectos y artistas que se unían a la disquera. Mientras cambiaba de diapositiva uno de los trabajadores levantó la mano y todos voltearon a verlo. Es nuevo y no sabe que no dejo que nadie hable en las juntas hasta que termino de explicar todo. Le di oportunidad de hablar.
—¿Si?—le dije impaciente.
—Disculpe...—dijo nervioso—. La hora de comer esta por terminar y pues... Emm... ¿Nos dará tiempo para comer después?
Todos me voltearon a ver esperando mi respuesta.
—Claro—dije sarcásticamente—. Y luego si quieres dormir en tu escritorio te puedo llevar almohadas y una cobija para que descanses todo lo que quieras.
Entendió mi sarcasmo y bajó la mirada.
—¿Alguien más tiene alguna otra pregunta tonta?—dije sin ningún tono. Pero ya todos sabían lo que significaba eso.
Nadie dijo nada mas.
—Excelente. Prosigo. Ah...—volteé a ver al nuevo—. Y te informo que en las juntas nadie habla ni pregunta nada hasta que termino. ¿Entendido?—asintió sin hacer contacto visual—. Perfecto. Entonces...
Continúe con la junta. Terminé justo cuando terminó la hora de comer y todos se fueron a sus puestos a seguir trabajando. No les di tiempo para ir a comer. Así eran todos los días. No me importaba tratar mal a todo mundo. Era mi forma de descargar mi furia.

*Días después*

—Señorita Adkins tiene una llamada—dijo Mary.
—Pásamela—dije y colgué esperando a que pasara la llamada. El teléfono volvió a sonar y contesté—. ALBA Récords Adele Adkins al habla, buenas tardes.
—Bar en la noche—dijo mi nueva amiga Maire.
—No...
—Tengo un chico y el tiene un amigo. Bueno de hecho son tres pero Laila no quiere ir. Vamos gruñona.
—Tu bien sabes que no...
—No te estoy pidiendo que te cases con uno de los otros amigos. Solo que vayas. Puedes decirle todas las groserías que quieras y beber hasta perderte. ¿No suena estupendo?
—Solo iré para que dejes de molestar.
—Estupendo. Paso por ti a las ocho—colgó.
Somos amigas porque ella trabaja en la compañía. Además me lleva a buenos bares y beber es otro de mis métodos para perderme.

A las ocho veinte llegó por mi acompañada de un hombre.
—Sorry Adele. Se me hizo tarde porque me perdí al ir por Jacob.
—Okay—dije y subí. Lo único que quería era ir a tomar.
—Mucho gusto—dijo Jacob al volante. Yo iba en el asiento de atrás.
—Mucho gusto.
—Sus amigos nos esperan en el bar—me dijo Maire.
No respondí. Los amigos me importaban en lo más mínimo.

Llegando al bar el cadenero nos dejó entrar sin hacer fila por los "encantos" de Maire. Yo sigo siendo la misma chica de antes. No tengo una figura escultural pero si bajé un poco de peso por la época de depresión que tuve post accidente.

Entramos al bar que estaba llenísimo de gente. Maire iba hablando con Jacob, lo tomaba del brazo y reía a carcajadas, exageradas para mi gusto, pero a Jacob le encantaban. O mas bien le encantaba ver su escote cada que se inclinaba al reír.
Por fin encontramos a los amigos de Jacob y nos presentó.
—Chicos ella es Maire—dijo y ella les sonrío ampliamente a ambos.
—Y ella es...
—Adele—le recordé.
—Si... Adele. Ellos son Josh y Simon—Josh era un chico delgado pero musculoso. Simon era alto y menos delgado que el otro. Me sonrió pero no le devolví la sonrisa. Bajé la mirada, por culpa del pequeño pedazo de mi yo anterior que se encuentra escondido muy en mi interior. Volví a levantar la mirada y le di la mano a los dos.
Fuimos a la barra y pedimos las bebidas. Maire y Jacob se fueron a bailar. Josh se sentó con Simon al lado de mi y platicaban entre ellos. Yo solo bebía.
—Hey Adele—gritó Josh para hacerse oír sobre la fuerte música—. ¿En qué trabajas?
—Soy dueña de una disquera—dije y volteé a ver a Maire mientras bailaba. Sus pasos eran tan... Provocativos para Jacob que preferí voltear a ver a otro lado.
—Genial—continuó Josh—. Y... ¿Cuántos años tienes?
—Veintisiete. ¿Eres detective o algo así?—le dije para cortar el interrogatorio y dejarle claro que no quiero nada con él ni con nadie.
—No no, solo tenía curiosidad—dijo y se volteó para hablar con Simon. Justo lo que yo quería.

•Narrador Normal•

—Es una perra ¿no lo crees?—le dijo Josh a Simon.
—No la conozco no puedo decir si es o no una perra—dijo Simon viendo a Adele que se encontraba de espaldas a ellos.
—Aun así me encantaría pasar una noche con ella. Sabes a lo que me refiero—dijo Josh dándole un codazo a Simon.
—Eres un tarado.
—Si tal vez. La invitaré a bailar.
—Creo que dejó claro que no le interesas—le dijo Simon.
—Se hace la difícil. Conozco a las de su tipo.
—Jajajaja si estas muy tonto como para decir eso. Cruzaste dos frases con ella y ya "conoces a las de su tipo".
—Tu mira y aprende...

Josh le dio el ultimo trago a su bebida y se levantó de la silla. Se puso frente a Adele y le extendió la mano.
—¿Bailas?—le dijo con una sonrisa.
Adele lo vio extrañada. ¿Acaso no había entendido que no le interesaba nada de él?
—No—dijo mientras lo veía fijamente y tomaba su bebida hasta la ultima gota.
—Vamos. Se que quieres. Hay que conocernos y...
—Mira...—dijo Adele dejando su vaso en la barra para que se lo llenaran—. Te lo diré una vez, y solo una vez. No quiero nada contigo. Vete a joder a otra.
Josh apretó los puños. Ninguna mujer lo había tratado así y no lo iba a permitir.
—Perra... Si sigues así de amargada nunca vas a conseguir pareja y te vas a quedar sola para siempre.
—Eso es justo lo que pretendo—Adele tomó su vaso, se puso de pie y con la punta del tacón le dio un pisotón a Josh.
Con el dolor recorriéndole la pierna Josh alcanzó a agarrarle el brazo a Adele y acercarla a él.
—Solo quiero pasar una noche contigo. No quiero nada serio—le susurro con su asqueroso aliento. Ya estaba ebrio.
—Déjame en paz—dijo ella con sus palabras llenas de odio. Le tiró su bebida encima y aún así no le soltó el brazo. Adele estaba desesperada por zafarse de él.
—Déjala ya—dijo Simon jalando a Josh y liberando a Adele—. Es claro que tiene que irse ¿cierto?
Adele se le quedó viendo por un segundo a Simon. Simon le sonrió pero ella le mando una mirada furtiva que borró la sonrisa de Simon. Adele pagó las bebidas y salió rápidamente del bar. Se fue caminando para despejarse del ruido del bar, del olor de Josh y de la sonrisa de Simon. Estaba furiosa con Josh y con ella misma por haber ido, y también por haber sentido algo en su interior con la sonrisa de aquel hombre que ni conocía. Lo borró de su mente más rápido de lo que pensó, sustituyéndolo con la imagen de la sonrisa de Alex. Esa sonrisa que le inspiraba seguridad. Esa sonrisa que se había ido.
Llegó hecha un mar de llanto a su casa. Cerró la puerta y lloró hasta que se quedó dormida en el sofá. ¿Por qué la vida se lo había arrebatado? ¿Por qué?

...

Aquí está el capítulo dos. Me alegro de que les haya interesado. Seguiré subiendo los siguientes capítulos. Comenten por favor :)
❤️

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