Mi abogado llegó minutos después de que Simon y yo entramos. Me reuní con él para ponernos de acuerdo. Estoy más nerviosa que nunca.
•Narrador normal•
Simon se quedó sentado en una de las filas de la sala. Observaba a todos, una chica sentada frente a una máquina de escribir, supuso que ella escribiría todo lo que iban a decir. Un policía al lado de una puerta, un hombre con traje sentado en la mesa al lado de la mesa donde estaba Adele con su abogado.
Después se puso a ver a Adele. Tan linda, sofisticada, inteligente. Estaba seria, justo como la conoció aquel día en ese bar, al lado del hombre que la hizo sufrir y por el cual estaban en ese lugar. Simon no podía asimilar que su "amigo" hubiera hecho eso.
Volvió a concentrarse en Adele. Escuchaba con atención a su abogado y no dejaba de mover las manos, apretaba su mano derecha con la izquierda, su mirada fija en algo lejano, no ve al abogado a los ojos. Como si hubiera adivinado los pensamientos de Simon, Adele se puso los lentes de sol y siguió escuchando al abogado.
Simon estaba completamente hipnotizado con Adele, no podía dejar de verla. Justo por eso no se dio cuenta de la cantidad de gente que entraba a la sala.
Después de unos minutos el juez salió, todos se pusieron de pie.
Adele volteó hacia atrás para ver cuánta gente había. Vio varios hombres con cámaras, muchos desconocidos, y a Simon en la tercera fila. Volteó de nuevo hacia enfrente justo en el momento en que Josh salía acompañado por un policía. Ropa vieja y sucia, pelo enmarañado y grasoso, y la vista apagada. Adele sintió tantas cosas a la vez que temió desmayarse ahí mismo. Miedo, enojo, odio, nervios, dolor, todo mezclado. Ella y Josh hicieron contacto visual, Adele le sostuvo la mirada. Josh parecía todo menos arrepentido, no sabía si era por su paranoia pero estaba casi segura de que Josh sonrió.
—Todos tomen asiento. Comencemos—dijo el juez—. Revisaremos el caso de la señorita Adkins contra el joven Cooper. Primero que hable el abogado de la demandante.
El abogado de Adele se puso de pie y comenzó a hablar.
Adele no escuchó la mitad de lo que dijo, estaba ocupada viendo a Josh, el estupido parecía tan orgulloso, lo que hacía que Adele sintiera mucho más odio hacia él.
—Gracias. Ahora el abogado del acusado.
El hombre de la otra mesa se puso de pie y comenzó a hablar.
Adele no podía ni con su alma. Sentía su corazón latir a mil por hora.
Simon solo veía la espalda de Adele y escuchaba atentamente a todo lo que los abogados decían. Estaba listo para declarar contra Josh.
El juicio siguió por una hora máximo, entre los argumentos de los abogados. Después fue el turno de Adele.Adele se puso de pie simulando seguridad y firmeza. Ya lo tenía dominado pues era lo que hacía todos los días en el trabajo, simular ser fuerte cuando por dentro estaba destrozada.
—El pasado viernes por la noche—dijo Adele recordando lo que había ensayado—. Me encontraba en mi casa, eran las doce cuando escuché como golpeaban la puerta y después como la abrían bruscamente. Tomé un gas lacrimógeno, porque vivo sola, y salí de mi habitación. Fue cuando vi a el señor Cooper subiendo las escaleras completamente ebrio. Se acercó a mí bruscamente—se le cortó la voz pero lo disimuló tosiendo un poco—. Disculpen; se acercó a mí y me tomó del brazo. Intenté escapar pero lo único que logré fue que me acorralara en mi habitación. Ahí... Ahí empezó a querer... —no podía, no podía decirlo, no quería. Estaba a punto de echarse a llorar pero tenía que ser fuerte. No podía mostrase débil ante él—. Quiso abusar de mi. Me dejó estos moretones—Se quitó el pañuelo del cuello y dejó al descubierto los chupetones—. Y me golpeó la cara varias veces. Si no hubiera llegado mi amigo... Él habría logrado su cometido. Eso es todo—Adele se volvió a sentar y escondió las manos bajo la mesa, intentando calmar el temblor.
Después habló Josh.
—Yo no recuerdo haber hecho eso...—comenzó Josh.
—Claro que lo recuerdas, y si en verdad no lo recuerdas es porque estabas completamente perdido. ¡Infeliz mentiroso!—dijo Adele sin gritar pero con la voz más dura que había escuchado.
—Señorita déjelo proseguir por favor—dijo el juez. Adele solo apretó los puños.
—Yo no recuerdo haber hecho eso—dijo Josh seguro de sí mismo—. Es una acusación sin fundamentos. Yo estaba en su casa, si, pero ¿cómo sabemos que no me obligó a ir ahí?
—Objeción—dijo el abogado de Adele—. Es obvio que no fue obligado. Él fue solo. Mi cliente ni siquiera se lleva con él...
—Denegada. Prosiga.
—Gracias. Yo pienso que estábamos teniendo una noche apasionada cuando su "amigo" llegó y al vernos se puso celoso. Eso fue lo que pasó. Yo no maltrataría a una mujer, ¡jamás! Y menos a una como Adele—volteó a verla con lujuria y Adele se sintió avergonzada y enojada.
—Eres un cerdo, mentiroso—le gritó Adele furiosa.
Su abogado le tomó el brazo para que se calmara. Adele de inmediato bajó la mirada.
Simon sentía tanta impotencia. Quería golpear a Josh hasta que perdiera el conocimiento. Su argumento había sido tan estupido y tan pobre que Simon estaba seguro de que Adele ganaría.
Tenía tantas ganas de ir con Adele, abrazarla y nunca soltarla.
—Ahora pasemos a un receso de diez minutos—dijo el juez.
Fotos por doquier. Todos querían una foto del caso de la dueña de una de las disqueras más exitosas en Londres; charlas a susurros. Simon caminó hasta Adele. Ella volteó a verlo con los brazos cruzados.
—Todo estará bien—le dijo Simon con cautela.
—No lo soporto. No lo soporto—dijo Adele con su tono seco.
—Ni yo. Quiero golpearlo pero pronto estará en la cárcel, no te preocupes.
Adele se mordió el labio inferior y volteó con su abogado de nuevo.

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Then and now
FanfictionEsta es la historia de Adele. Una chica de veintisiete años que sufrió un terrible accidente que cambió su vida y su forma de ser para siempre, o al menos eso era lo que ella quería. Pensaba que cambiando podría olvidar y superar lo sucedido, pero...