Then and now

Capítulo 32

No puedo creer que también lo haya perdido, y que haya terminado de esa forma.
Entre mi mar de lágrimas caminé por mi gran casa, pasé al lado de Louie que estaba profundamente dormido. Caminé y caminé hasta llegar a una puerta que solo he abierto varias veces. Tomé la perilla, pero recordé algo, corrí por mi libreta y una pluma, volví a la puerta y la abrí. Mi piano y mis guitarras estaban cubiertas de polvo. Me senté en el piano y abrí la tapa. Toqué una nota, soplé y todo el polvo inundó el aire que respiraba haciéndome toser.
Esta vez no me iba a poner a beber, no quería entrar en depresión de nuevo, quería sacar ese dolor. Sin dejar de llorar como una desquiciada me puse a escribir. No sé cuánto tiempo ha pasado desde que escribí una canción pero lo estoy haciendo, y sin pensar, solo escribo lo que siento y me hubiera gustado decirle a Simon. La melodía llegó sola empecé a tocar las notas y las anotaba. Entonces recordé el dije que me dio Simon. Me levanté, fui por mi bolso y lo tomé. Lo tomé con fuerza. Estaba enojada y triste... ¿Por qué había terminado así? ¿Por qué había terminado?
Me quedé dormida sobre el piano.

—Despierta dormilona—dijo la voz de Alex. Abrí los ojos y estaba parado en el marco de la puerta.
—No quiero—dije cerrando los ojos otra vez.
—¿Qué sucedió?
—Que no puedo ser feliz, eso fue lo que sucedió.
—Simon está muy estresado—dijo tocando mi hombro—. Él te ama, sé que lo hace porque te ve como yo te veía a ti.
—Alex, si tan solo tú... No te hubieras ido...—dije con ganas de llorar.
—No habrías conocido al amor de tu vida—dijo sentándose a mi lado. Me acomodé y lo vi sorprendida.
—¿De qué hablas?
—Tu destino es Simon, no yo. Te amo y me amaste pero yo no era para ti Adele, Simon lo es y tú eres para él. Lo comprendí hace poco.
—Alex yo...
—Estas loca por él, y él por ti. Son el uno para el otro.
—Ya no. Se fue y no va a volver. Además ya no somos nada.
—Simon está cegado por la confusión, no sabía qué hacer.
—¡Ni yo! Pero no quiero que se vaya.
—Si lo amas déjalo ir, si vuelve es que es tuyo, sino, nunca lo fue—dicho eso me dio un beso en la mejilla y se levantó.
—Alex espera...
—Termina esa hermosa canción—me guiñó el ojo y desapareció porque desperté.

•Narrador normal•

Simon se fue y lloró bastante. Le dolió tanto dejar a Adele, pero pensó en que si era "malo" con ella y terminaban así sería menos doloroso...se equivocó. No pudo dormir en toda la noche, sentía que su cabeza iba a explotar por tantas cosas en las que pensar.
Al día siguiente se levantó, se arregló y se disponía a ir al hospital cuando Sam lo alcanzó en la puerta.
—¡Oye!—le gritó Sam.
—¿Qué sucede?—dijo Simon serio.
—¿A qué hora nos vamos?—Simon vio su reloj, eran las siete de la mañana.
—Nos vamos a las diez y media. El avión sale a las doce y media.
—Perfecto—dijo Sam corriendo hacia las escaleras.
—¿Por qué?—dijo Simon tomando las llaves. Ya habían quitado todo de la casa.
—Me iré a despedir de Gabriela. ¿Tú ya te despediste de Adele?
—No quiero hablar de eso—dijo Simon serio y salió de la casa.

•••

—Su tía está lista. La llevaremos al aeropuerto a la hora acordada—dijo el doctor.
—¿Me promete que esto es seguro?
—Es lo único que podemos hacer.
Simon fue a la habitación de su tía, tenía los ojos abiertos y veía hacia la ventana.
—Tía—dijo Simon sentándose a su lado.
—Simon...—dijo con una voz inaudible y dificultad para respirar—. Te amo Simon. Y a Sam...
—Iremos a Estados Unidos, allá te operarán.
—Se que...—tomó una gran bocanada de aire pero pareció no entrar—...no lo lograré. Por eso... Quiero...
—Claro que lo vas a lograr solo ten fe—dijo Simon con ganas de llorar.
—...Que me escuches—cerró los ojos y soltó una lágrima—. Los amo, ayuda a... Sam, que sea feliz...y tú, se feliz. Disfruten la vida...porque... Se va volando—Elizabeth quedó exhausta después de decir eso.
—Tía por favor piensa positivo, todo va a salir bien.
—Lo sé... Para ustedes, para mí no—dijo eso y cerró los ojos de nuevo.