Capítulo 12

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Me fui directo a mi habitación me quité la ropa sucia y me di un baño de media hora. Después de arreglarme y vestirme llamé a mi chofer y me fui al trabajo. Lentes de sol, maquillaje, una coleta (pequeña por mi cabello corto, a comparación con la que me hacia hace unos años) y botas con tacón... Lista para un día más como todos los anteriores, solo que algo en mi interior había cambiado.

Llegando al trabajo entré y fui saludada por la chica remplazo, aun no me aprendo su nombre.
—Buenos días señorita Adkins—me dijo sonriente y volvió a ver sus papeles.
Seguí mi camino hasta el elevador. Cuando éste se abrió vi a mi secretaria y a mi asistente hablando entre ellas. En cuanto me vieron se lanzaron hacia mi.
—Buenos días señorita Adkins—dijo mi asistente con su tono habitual. Preocupado y nervioso—. Ayer la junta se salió un poco de control... aaamm... Me refiero a que...
—Señorita Adkins—dijo mi secretaria—. Tiene diez llamadas perdidas, cinco recados y el productor que esta trabajando con el joven Konecki vino a verla pero...
—Silencio las dos—dije mientras caminábamos hacia mi oficina—. Tu—señalé a mi secretaria—. Llama al productor y dile que venga hoy a las cinco. Tu—volteé a ver a mi asistente—. Ven a mi oficina y explícame con calma y claridad lo de la junta de ayer.
Ambas me obedecieron. Mi cuerpo estaba en la oficina, pero mi mente estaba frente al lago, bajo ese frondoso árbol....

—La señorita Maire decidió hacerse cargo y muchos de los que se encontraban ahí... Este... Emmm, no pusieron mucha atención a los puntos informativos. La señorita Maire no le dio mucha importancia y dejó que todos se fueran después de unos... Diez o... Tal vez quince minutos. No se dio a conocer todo lo que se tenía planeado y...—mientras Emma hablaba no dejaba de acomodarse las gafas (tan anchas que hacen que sus ojos se vean tres veces más grandes de lo normal). A veces me da ternura y lástima. Es una buena chica y... ¿Qué rayos me sucede?
Me quité los anteojos y me tallé los ojos. ¿Qué me estaba sucediendo? No estoy concentrada.
—Okay Okay Okay déjame ver si entendí—le dije señalándola con mis lentes en la mano—. Tu estabas en la junta, nadie hacía nada porque no llegué y Maire decidió darse a si misma el derecho de llevar a cabo la junta. Como no le funcionó ¿dejó que todos se fueran?
—Eeeem no—se acomodó las gafas de nuevo—. Ella parecía no estar interesada en dar la información a los empleados.
—Muy bien, entiendo... Puedes retirarte—me volteé y tomé unas carpetas con los nombres de varios artistas que tenía que revisar. Cuando giré mi silla de nuevo Emma seguía ahí parada.
—¿Algo más?—le pregunté.
—N...no yo...
—¿Entonces?—dije fastidiada.
—¿Le...le dirá a la señorita Bloom que yo...?
—No Emma, no le diré—dije con una voz suave que no se de donde rayos salió. Emma se me quedó viendo con asombro, y debido a sus anteojos se vio mucho mas exagerada su expresión.
—Solo... Sal y dile a Mary que llame a Maire por favor—dije evitando su mirada para que no se diera cuenta de mi asombro.
Ella se quedó ahí parada viéndome, después asintió y se fue. Hace unos días le habría gritado que se largara, y ahora estaba diciéndole amablemente que no la echaría de cabeza... Estoy confundida, no, mas bien estoy completamente loca.

•Narrador Normal•

—Así como lo escuchas...—le dijo Emma a Mary.
—No te creo. Es simplemente imposible—dijo Mary asombrada.
—Te lo juro. Su voz fue tan suave que si no la hubiera estado viendo habría pensado que era una persona completamente diferente. Yo estaba esperando el típico grito pero no...
—Esque no me la imagino hablando con gentileza. Digo, estamos hablando de nuestra jefa.
—Lo se pero te lo...—sonó el teléfono de Mary.
—Si dígame señorita Adkins....—le hizo una señal a Emma para que se callara.
—¿Por qué no has llamado a Maire? Le dije a Emma que te dijera que la llamaras—dijo Adele enojada.
—En seguida la llamo señorita discul...—Adele colgó—. A mi no me pareció nada gentil su voz—dijo Mary colgando el teléfono.
—Fue muy muy extraño—dijo Emma volteando a ver la puerta de la oficina de Adele.

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