Then and now

Capítulo 16

El besó duró unos segundos que para ambos fueron muy pocos. La que rompió el besó fue Adele, inmediatamente apretó los labios, aun con el sabor de los labios de Simon y la sensación de cosquilleo en su cuerpo. Evitó la mirada de Simon e hizo lo que hacía muy frecuentemente cuando estaba con él, bajar la mirada. Simon en cambio solo abrió los ojos y sonrío ampliamente. Vio la expresión de Adele y sonrío aun mas.
—Lo... Lo siento, yo...—dijo Adele en un susurro inaudible pero, debido al silencio de la habitación, Simon lo escuchó perfectamente.
—No me disgustó en lo absoluto—dijo Simon.
—Yo...—Adele no sabía que decir estaba impresionada por lo que había hecho.
—Adele escúchame... Se que estas confundida pero...
—Creo que...—Adele quería evitar el tema que sabía que Simon iba a tomar—. Debería...
—Te entiendo, han pasado muchas cosas el día de hoy. Creo que es hora de descansar—dijo Simon levantándose.
Adele de inmediato sintió algo en su interior, no quería que Simon se fuera, no quería que se separara de ella. Ella también se puso de pie. De repente la peste a alcohol que había dejado Josh volvió a su nariz; era como si no hubiera respirado y de repente respirará fuertemente una enorme copa de vino y cervezas. Le dieron arcadas al recordarlo.
—Dios mío, apesta—dijo Adele cubriéndose la nariz.
—Lo se, estaba completamente ebrio. Hay que abrir las ventanas.
Simon fue a abrir la gran ventana de la habitación de Adele mientras ella quitaba las sabanas de la cama. Simon volteo a verla. Adele bostezaba cada segundo y sus ojos se cerraban. Cuando las quitó por completo y las tiró al suelo volvió a sentarse en la cama y recargó su cabeza en su mano. Simon no sabía que hacer, seguía hechizado por el beso.
—Buenas noches Adele—dijo caminando hacia la puerta.
Adele volteó a verlo rápidamente.
—Si, buenas noches. Y gracias de nuevo. 
—Iré al piso de abajo. Ni creas que te voy a dejar sola sin protección en la puerta y las ventanas.
Adele sonrió tímidamente. Cuando Simon le había dicho buenas noches creyó que se iría y se había asustado porque, por lo menos esa noche, no quería estar sola.
—Puedes quedarte en la habitación de al lado. Es la habitación de huéspedes...
—Gracias pero creo que mejor me quedó abajo, por si se mete otro maleante.
Adele se mordió el labio inferior al recordar como Josh la había tocado y golpeado. Se llevó la mano a la mejilla y el dolor recorrió todo su lado derecho de la cara y el cuello. Comenzó a soltar unas lágrimas, la peste de la habitación solo lo empeoraba.
—No te preocupes, estoy aquí y no dejare que te pase nada—dijo Simon caminando hacia ella, la abrazó de nuevo y Adele se separó de él. No podía dejar de llorar, pero no lloraba desenfrenadamente. Le dio pena con Simon, era una chillona de lo peor.
—Intenta dormir un poco—dijo Simon levantándose—. Estaré allá abajo.
Adele solo asintió.

Simon bajó y cerró la puerta con el único cerrojo que había. Caminó por todo el piso de abajo de la enorme casa hasta llegar a la sala, enorme también. Se sorprendió de lo diferentes que eran sus vidas. Su apartamento era del tamaño de la sala de la casa de Adele. El trabajaba como asistente de un ejecutivo en la compañía Drop4Drop y Adele tenía su propia compañía. Pero había algo en común entre ellos, habían experimentado el gran dolor de perder a un ser querido, Adele aun lo estaba sintiendo y a Simon le partía el corazón porque no quería que nadie mas sintiera lo que él sintió en aquellos años tras la muerte de su madre.
Se sentó en el sofá y miró a su alrededor, todo tan ordenado, tan limpio y bastante bonito, tal y como es Adele. No podía creer lo que había hecho ese loco depravado del amigo de Jacob y justo a Adele. Tenía tanta furia concentrada en su interior, quería tenerlo en frente y golpearlo, hacerlo sufrir como él había hecho sufrir a Adele.
Simon se enamoraba cada vez mas de Adele, mientras mas la conocía mas se daba cuenta de lo grande que es el sentimiento hacia ella. Nunca había sentido algo parecido, había tenido algunas novias en el pasado pero nada serio y nunca había sentido un amor tan grande hacia alguna de ellas como el que siente por Adele. Pensando en ella se quedó dormido en el sofá.