*Presente*
•Narra Adele•
Todo el fin de semana estuve preparando una presentación para la junta del lunes en el trabajo. Fui al supermercado y a comprar medicinas porque me resfrié. Increíblemente no podía quitarme de la cabeza las palabras de Simon, y su voz tan... Reconfortante. Las recordaba cada que me quedaba inmersa en mis pensamientos. Decidí borrarlo de mi mente, o intentar borrarlo.
El lunes di mi presentación y al terminar me fui a mi oficina y seguí trabajando.
Salí y me dirigí al elevador porque tenía una junta con los productores del nuevo artista en veinte minutos y me habían citado en un café que esta a unas cuantas calles.
—Señorita Adkins—dijo mi asistente corriendo hacia mi cuando me vio caminar hacia el elevador—. Algunas fotografías para la portada del nuevo álbum que esta por salir llegaron hace un momento y quería que las viera para continuar con la elaboración y...
—¿Hace cuánto que llegaron?—dije sin verla mientras caminaba.
—Señorita Adkins tiene una llamada—me dijo Mary.
—No puedo atenderla—seguí caminando.
—Hace unos diez minutos—continuó mi asistente—. Podría verlas y...—sacó torpemente las fotos de un sobre intentando seguirme el paso.
—¿Por qué no me las llevaste en cuanto llegaron?—dije molesta y apreté el botón del elevador.
—Esque... Esque yo estaba...
—Perdiendo el tiempo—le dije ahora si viéndola a los ojos.
—No no... No... emmm yo..—tartamudeó.
El elevador llegó y le indiqué que entrara conmigo. Me obedeció.
—Dámelas—apreté el botón de planta baja y tomé las fotos.
Las vi una por una hasta que el ascensor se abrió de nuevo.
—Ten. Las primeras cuatro si y las tres últimas no, están pésimas. Dile a Mary que llame al fotógrafo y le pida que las repita o que nos devuelva el dinero y cobre menos por sus porquerías—me puse mis lentes de sol y bajé del ascensor.
—Si...—dijo mi asistente confundida—. Debo decirle...
—Ahora Emma, ahora—le dije fastidiada antes de que el ascensor se cerrará.Salí del edificio y caminé hacia el estacionamiento. Ahí estaba mi auto y mi chofer esperándome. Pero mientras caminaba por la acera sentía como si alguien me estuviera siguiendo. Volteé y vi a una mujer muy familiar al otro lado de la calle caminando hacia mi con cara de asombro. Laura, mi mejor amiga antes de que decidiera irme estaba a punto de cruzar la calle. ¿Qué hace aquí? ¿Cómo me encontró?
Los recuerdos invadieron mi mente dejándome inmóvil.*Pasado*
(Un mes después del accidente)Estoy cerrando mi maleta. No puedo soportar un día más en esta ciudad, en esta casa. No puedo estar aquí sin él. Por fin me quitaron el collarín y las vendas del brazo. He decidido que me mudaré y empezaré de nuevo. Una nueva vida, intentado olvidar todo lo que he pasado aquí. Mis lágrimas comenzaron a amenazar y no las detuve. Empecé a llorar mientras llevaba la maleta a la entrada. Apagué las luces y tomé la llaves. No pienso vender la casa (por ahora). No es que vaya a volver, solo que es demasiado significativa para mi como para dársela a alguien mas. Por eso no le diré a nadie que me voy, bueno, por eso y porque no quiero que me pidan que me quede, ni que me sigan o que me impidan irme. Cambiaré mi actitud por completo porque mi corazón cada vez se ha endurecido más. Ya no estoy deprimida ni desolada. Ya no quiero ser esa Adele triste y asustada. Ahora estoy enojada, con todos, conmigo misma.
Seguí arreglando las cosas para irme mientras lloraba; estoy sola, ¿a quién le importa si lloro o no?
No digo que no extrañaré este lugar, esta ciudad y a mis familiares y amigos, pero en serio quiero olvidarlo todo para no sufrir tanto. En Londres pienso rentar una oficina y continuar con mi proyecto de la disquera.
Me quedé un momento sentada en el sofá. Por alguna razón no me levantaba, mi yo interior no quiere irse, no estoy preparada. Estaba inmersa pensando en los buenos momentos cuando alguien tocó la puerta y me sacó un gran susto. Limpié mis lágrimas y respiré hondo. Caminé hacia la puerta y escondí la maleta bajo la mesa del recibidor.
Laura estaba al otro lado de la puerta.
—¿Por qué tan oscuro?—dijo viendo hacia la casa—. No me digas que volviste a la depresión—me vio con preocupación.
—No—le dije cortante.
—Estas llorando. Amiga no hay que llorar. Vas a ver que todo estará bien. Solo hay que...—se acercó para abrazarme pero me hice a un lado—. Okay...—dijo ofendida y bajó la mirada. Me sentí un poco mal pero decidí empezar el cambio de una vez por todas.
—No estoy en depresión Laura...
—Entonces ¿por qué lloras en la oscuridad total?
—No estoy llor...
—La ultima vez que me dijiste eso estabas completamente ebria sentada en esa esquina—dijo señalando la esquina de la sala—, fumando como una desquiciada y con los ojos mas rojos que he visto en toda mi vida.
—Yo...—baje la vista y me mordí el labio inferior.
No puedo hacer eso, tengo que cambiar mi actitud... ¡NO LLORES ADELE!
Obedeciendo a mi subconsciente levanté la vista y me tragué el nudo en la garganta.
—Laura podrías...
—¿Qué sucede Adele?—me interrumpió.
Es la pregunta mas estupida que me han hecho.
—¿Qué sucede? ¿Que qué sucede?—mis palabras salían sin previo aviso, lo cual era malo porque estaba enojada—. Déjame ver Laura. Sucede que soy una maldita débil que perdió a su bebé y a su esposo. Una tonta que no puede cargar con el dolor físico y mental. Y por eso estoy así. ¿Acaso quieres que este bailando en una fiesta? Siiii Laura vámonos de fiesta porque mi esposo y mi hijo están ¡muertos!
Estaba sudando, llorando y temblando del enojo. Laura me veía fijamente dolida y arrepentida a la vez.
—Yo no...—comenzó pero la interrumpí.
—Será mejor que te vayas Laura... Solo... Vete—dije y dejé de verla.
—Llámame cuando estés...mas tranquila—dijo caminando hacia la puerta pero se detuvo en seco—. ¿Y esa maleta?
No contesté.
—¿Qué... Qué planeas? No me digas que...
—Me voy Laura—le dije cuando mi yo anterior salió sin previo aviso—. Me voy pero por favor compréndeme. Hago esto para salir adelante. Quiero... Quiero olvidarlo todo ¿entiendes? No le digas a nadie.
—Adele... No hagas esto. ¿No crees que sería mejor...?
—¡No Laura! Ya lo decidí. Me voy.
—¿A dónde?—dijo ella con lágrimas en los ojos.
—No te lo diré. Porque te conozco y sé que irás tras de mi o le dirás a mis padres. Quiero irme sin que nadie sepa a donde. No les digas que me voy. Se darán cuenta cuando ya esté lejos.
No dijo nada pero se que me comprende. Limpió una lágrima que iba por su barbilla sin dejar de verme y me abrazó. Fue ahí cuando dejé que las lágrimas fluyeran sin ningún control.
—Siento mucho lo que pasó... En verdad no tienes idea—me dijo sin dejar de abrazarme.

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Then and now
FanfictionEsta es la historia de Adele. Una chica de veintisiete años que sufrió un terrible accidente que cambió su vida y su forma de ser para siempre, o al menos eso era lo que ella quería. Pensaba que cambiando podría olvidar y superar lo sucedido, pero...