Llegué cinco minutos antes de la hora acordada. Tardé horas en salir de casa por alguna razón que desconozco porque hice exactamente lo mismo que hago todas las mañanas. Suelo darme una ducha, arreglarme, desayunar y punto. Hoy hice lo mismo pero según yo mucho más rápido y el resultado fue salir aun mas tarde. Me preocupaba no llegar a tiempo y que ellos ya estuvieran aquí. Gracias a Dios aun no llegaban así que fui por el contrato y me fui a la misma sala de juntas de ayer.
—Listo, estoy aquí—dijo Maire entrando, viendo su celular.
Llevaba un top que dejaba al descubierto todo su plano abdomen y una falda que si le cortabas un centímetro más podrías ver su ropa interior. Sus tacones son casi más altos que la pata de la silla. ¡Por dios!
—¿Es muy necesario que te vistas así para el trabajo?—le dije enojada mientras sacaba las hojas del sobre.
—¿Qué tiene de malo?—dijo viéndose a si misma—. Siempre visto así, bueno, casi siempre.
—Creo que no es muy adecuado...
—Silencio señorita conservadora—dijo sonriendo y siguió jugando en su celular.
—Te voy a pedir que te... Déjame buscar la palabra... Cubras, un poco mas.
—¿A qué viene esto? Siempre visto así y lo sabes.
—Creo que es hora de cambiarlo un poco—dije fastidiada. Cinco minutos en el trabajo y mi amiga ya me estaba dando dolor de cabeza.
Por que no puede vestirse diferente. No tan provocativa para los hombres, si viene Simon de seguro... Un momento, no puede ser que este pensando esto.
Bajé la mirada y me senté en la silla principal para que Maire no se diera cuenta de mi sonrojo y no empezara a preguntar.
—¿Qué quieres? ¿Ponerme uniforme como a las secretarias? O ¿quieres que me ponga un traje de monja?—dijo bromeando y sentándose en la silla que estaba al lado derecho de la mesa. Cruzó las piernas y siguió viendo su celular.
No dije nada mas con temor a decir algo estupido como lo que estaba pensando, ¿qué rayos me sucede?
El teléfono sonó y me sacó un buen susto. Maire contestó.
—Ya vienen—me dijo y colgó—. ¿Qué te sucede hoy? Te ves alterada.
—Nada—dije cortante.
—Okay okay...
La puerta se abrió y entró "remplazo de Kate".
—Están aquí—nos dijo.
—Hazlos pasar—me puse de pie y Maire me imitó.
Tom, el representante entró primero y justo detrás de él entró Sam. Después nadie más entró y sentí como todos mis músculos se relajaban.
—Buenos días—les dije sin sonreír. Le di la mano al representante y después a Sam, quien tenía una gran sonrisa.
—Buenos días—dijeron ambos.
—Una disculpa por no haber venido ayer. Supongo que mi representante ya le dijo lo que sucedió—dijo Sam con un tono muy profesional, mezclado con nerviosismo y entusiasmo.
—Si. Él y tu hermano me dijeron.
—También discúlpeme porque tuvo que venir él.
—Bueno—dije evadiendo el tema del hermano—. Vayamos al grano porque hoy es un día muy ocupado para nosotros.
Les di el contrato, les dije la forma de trabajar de la empresa y las condiciones. Sam y su representante empezaron a leer el contrato y después de unos minutos ya estaban firmando. Primero firmé yo y después ellos.
Oficialmente Sam es parte de nuestra disquera.
—Muchas gracias, con permiso—dijo el representante y salió, seguido por Sam.
Maire se fue detrás de ellos y yo estaba a punto de salir cuando Sam casi choca conmigo en la puerta.
—Oh por dios lo siento—dijo apenado y su cara se puso roja.
—No hay problema—dije sin ninguna expresión en la cara.
—Olvidé mi mochila, bueno, la mochila de mi hermano...—dijo nervioso.
Me hice a un lado y lo deje pasar. Entró rápidamente y tomó la mochila.
—Lo lamento—dijo y bajó la mirada.
No dije nada. Tenía una junta con unos productores de un video musical y se me hacía tarde. Cuando no obtuvo respuesta salió rápidamente de la sala y alcanzó al representante.
Pasé al lado de ellos para subir al ascensor.
—Ah... Señorita—dijo Sam cuando pasé a su lado.
Volteé a verlo.
—Mi hermano la manda saludar jaja—dicho eso se volteó con su representante y ambos caminaron al ascensor.
Todo mi interior se estremeció, caminé hacia la sala de juntas para no ir en el ascensor con ellos.
Me mandó saludar... Y eso me agradó. ¿Qué me sucede?

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Then and now
Fiksi PenggemarEsta es la historia de Adele. Una chica de veintisiete años que sufrió un terrible accidente que cambió su vida y su forma de ser para siempre, o al menos eso era lo que ella quería. Pensaba que cambiando podría olvidar y superar lo sucedido, pero...