Capítulo 22

1.2K 86 7
                                        

Simon estaba acostado en su cama, con la libreta sobre sus piernas. Estaba indeciso, no sabía si leer la libreta o no. Adele se la había prestado para que la leyera, tenía que, pero las palabras de Adele rondaban por su cabeza sin cesar: "Ese día me verás con otra perspectiva. Tal vez me sigas hablando o tal vez te de lastima..."
Tenía que leerlo, estaba ansioso.
Abrió la libreta en la hoja marcada con un papel violeta. Vio la caligrafía de Adele, garabateada y un poco desordenada. Se sorprendió de ver ese tipo de letra. Cuando Simon estudió psicología aprendió que de acuerdo a la forma de escritura de una persona podían descubrirse muchas cosas. En las hojas frente a él las palabras plasmadas mostraban nerviosismo, se veía que al escribir había estado temblando o tal vez estaba en shock. Decidió empezar a leer sin más preámbulos.

***
Diciembre 20, 2013

"Ya no puedo más, no no no puedo. Tengo que expresarlo de alguna forma así que lo escribiré. Quiero morirme!!! Quiero morirme para estar junto a él, junto a él y junto a mi hijo. No puedo creer que Alex este...muerto. El conductor del auto está en la cárcel, justo ayer fue el juicio. No podía ni verlo, bueno ni siquiera puedo verme a mí misma en el espejo. Él estupido conductor iba ebrio...EBRIO! Un alcohólico mató a mi esposo y a mi hijo y me dejó aquí sola!
Ya no soy yo, no he dormido en días, hace una semana que murieron y hace una semana que mi alma también murió. Tengo ojeras enormes, dolor de cabeza, insomnio, dolor de estómago, mi cuello me está matando, el collarín no me deja hacer nada, aunque literal no hago nada. No he salido de mi casa, no he hablado con nadie y no pienso hacerlo. El teléfono sonaba tantas veces que lo tuve que desconectar. Las pastillas para dormir se están acabando y no me hacen efecto. Me tomo dos o tres cada noche y siempre me despierto con la misma pesadilla.
Necesito...necesito tranquilizarme, mis manos están temblando. Creo que no volveré a sonreír jamás. Esa Adele risueña, sarcástica, bromista, feliz...se ha ido...xx"

Simon se quedó estupefacto, sentía el dolor de Adele en cada palabra. Quería seguir leyendo. Adele tenía razón, Simon sentía lastima por ella pero en vez de dejar de hablarle sólo quería tenerla a su lado y abrazarla.
Volteó a ver su reloj, eran las once y media de la noche. Se propuso leer hasta las doce. Cambió la página y vio la misma caligrafía garabateada y temblorosa, eso no era buena señal.

***
Diciembre 25, 2013.

"Es la peor Navidad de mi vida, ya tocaron varias veces a mi puerta pero no pienso abrir. ¿Acaso creen que voy a arreglarme, comprar regalos y celebrar felizmente una festividad que en realidad me importa un comino en este momento? Por dios!! ¿Ya se les olvidó lo sucedido?! De seguro ya ni los padres de Alex visten de negro... Yo sigo de luto. No es posible que celebren la Navidad después de todo lo que pasó x"
***

Enero 15, 2014.

"No quiero volver a ir a un psicólogo en mi vida... JAMÁS! No me está ayudando, me está perjudicando. Le dije que no quería hacer el ejercicio y me obligó, literalmente me obligó a hacerlo, recordé todo con lujo de detalle y no pude contener mi llanto aunque él me lo pidiera miles de veces. No pude dejar de llorar. Salí corriendo de ahí como una vil histérica, creo que tienen que meterme al manicomio...xx"
***

~Los siguientes escritos ya no tenían fecha~

"Mi cabello, casi todo mi cabello estaba en el piso. Fue tan... Impactante verlo ahí, verme en el espejo y no verme a mí misma. Pero es por mi bien, yo sé que es por mi bien...
I miss you A..xx"

La letra de las siguientes notas era mucho más clara y marcada, como si estuviera enfadada. Todas hablaban sobre lo enojada que estaba con sus empleados y como los odiaba a todos. Había algunas páginas llenas de pequeñas manchas, que supuso que eran resultado de lágrimas.
Cerró la libreta, volteo a ver el reloj, eran las tres de la mañana y no tenía sueño, tenía ganas de estar con Adele, abrazarla y nunca nunca soltarla. Analizó la pasta de la libreta, verde y suave. Tenía tentación de leer las otras páginas que no estaban marcadas, abrió una al azar y de inmediato se arrepintió. Abrió la libreta justo en una página que tenía una fotografía pegada, un hombre aparecía en ella, estaba al lado de una enorme pintura y sonreía. Supuso que era Alex. Cerró la libreta de nuevo, no podía asimilar toda la información que había leído esas últimas horas. Empezó a jugar con el papel morado que marcaba lo que tenía que leer y abrió la página de nuevo... Se dio cuenta de que se había saltado dos páginas y de inmediato se pudo a leer.

Then and now Donde viven las historias. Descúbrelo ahora