A las doce de la mañana estaba sentada en mi escritorio, con la vista fija en un punto de la pared. ¿Cómo de un momento a otro un idiota había arruinado mi poca tranquilidad? Ahora tengo que ir a declarar lo que ese pervertido me hizo. No quiero ni recordarlo pero la vida sigue dándome puñaladas.
Llamé a mi abogado justo después de colgar con Simon. El juicio será a las once de la mañana... No quiero ir, quiero que lo refundan en la cárcel por el simple hecho de ser él, un idiota.
Estaba escribiendo en mi libreta para intentar relajarme y me puse a hojearla. Esta libreta tiene mi vida completa dentro de ella, fotos, frases, cosas del trabajo... Al verlo todo me doy cuenta de cuánto he cambiado mi estilo de vida.
Cuando Alex vivía solía tomar bastantes fotos, ahora no tomo ni una. Lo peor de todo es que esas fotos eran de los dos o simplemente de él y al verlas me dan unas ganas horribles de estar junto a él, tenerlo al lado de mi y abrazarlo.
También me he dado cuenta de que estaba tan equivocada... No puedo olvidarlo, no puedo olvidarme de mi vida pasada, jamás lo podré hacer; pero puedo guardarlo en mi memoria y seguir con mi vida... El problema es poder hacerlo.
Seguí pasando las hojas; letras de canciones sin terminar, números de teléfono, recordatorios y una lista que me partió el alma en dos. No pude evitarlo...
"Posibles nombres para hijo o hija" es el encabezado de la lista.
Las lágrimas salían a chorros con cada uno de los nombres que leía.
Los recuerdos de ese día me invadieron y me derrumbaron.*Pasado*
(Cuatro meses antes del accidente)—Necesito sus opiniones—dije abriendo mi libreta.
—Okay veamos...—dijo ni madre.
Estamos en la sala de mi casa, acabamos de terminar de comer y ahora estamos tomando el té y comiendo unas deliciosas galletas de jengibre que me fascinan. Mi madre las trajo para celebrar mi embarazo a la hora del té.
Yo estoy sentada al lado de Alex, estoy acurrucada en sus brazos. Mi madre está frente a nosotros sentada al lado de mi padre.
—Si es niño...Michael, si es niña, Janet—dijo mi madre sonriendo.
—Me gusta Janet—dije mientras escribía los nombres en mi libreta.
—Si es niño...Mark—dijo mi padre.
—Mark te amo pero mi nieto no se llamara como tú—dijo mi madre sonriendo.
—Oye ¿por qué no? Jaja.
—No no, otro nombre.
—Bueno será decisión de los chicos. Apúntalo hija.
—Jajajaja está bien—lo apunté mientras Alex acariciaba mi cabello.
—Y si es niña... Laurie.
—Si me encanta ese nombre. Concuerdo con tu padre—dijo Alex.
—Muy bien... Ahora es tu turno—le dije a Alex viéndolo a los ojos.
—Si es niño... John. Si es niña... Adele.
—Awww mi amor jaja—apunté los nombres y le di un pequeño beso.
—¿Y tu hija? ¿Qué nombres sugieres?—me dijo mi madre con su taza de té en la mano.
—Sencillo—dije tomando una galleta—. Si es niña Blue, si es niño...Alex—volteé a ver a Alex y lo besé.*Presente*
La lista tenía el nombre Alex en un círculo. Lo hice cuando supimos que sería niño. Ahora ese círculo tiene lágrimas. Me limpié las lágrimas y seguí hojeando la libreta. Me hacía llorar pero quería seguir viendo su contenido.
Llegando a las últimas hojas vi el papel con el teléfono de Laura y se me ocurrió algo...—¿Ho...—bostezo—...la?—dijo Laura.
—Laura... Disculpa si te desperté...
—No, a las... A la una de la mañana. No estaba dormida—dijo adormilada.
—Laura, necesito el numero de mis padres.
—¿El de su casa? Es el mismo.
—Esta bien—dije con la voz entrecortada.
—¿Sucede algo?—dijo Laura preocupada.
—No... Gracias Laura. Duerme de nuevo.
—Esta bien. Si algo se te ofrece no dudes en llamar.
—Gracias—colgué.Marqué el número de la casa de mis padres, me lo sabía perfectamente. Sonó una, dos, tres veces y nadie contestó. Lo intenté tres veces pero nadie respondió. Dejé el teléfono en su lugar y seguí hojeando mi libreta. Después de la hoja con el número de Laura ya solo eran cosas del trabajo, las veía pero mi mente estaba en otro tema. Trabajaba a mil por hora pensando en mis palabras exactas para mañana. Mi abogado me dijo que si era necesario exagerara, pero ni siquiera tengo que hacerlo. Allanamiento e intento de violación, es bastante malo como para inventar más cosas.
"Este hombre..."—repasaba lo que diría una y otra vez y cada vez que lo hacía lo cambiaba. No iba a dormir nada de seguro.
Después me volví a enfocar en la libreta y me di cuenta de que mi mano ya no cambiaba la hoja. Estaba en una hoja vacía. Después de esa hoja había más de mi garabateada letra y me impresioné; ¿por qué no tenía nada escrito ahí?
Seguí dando vuelta a las hojas hasta que me topé con el número de Simon. Me mordí el labio inferior.
Apagué la lampara del escritorio, limpié unas lágrimas que recorrían mi mejilla y caminé hacia la sala.
El pequeño cachorrito estaba frente al sofá individual, lo rodeé con varios cojines y unas cobijas para que estuviera cómodo; un intento de cama en lo que compró una verdadera cama para perros. Al entrar y verlo dormido me dio mucha ternura y me hizo pensar aún más en Simon. Me senté en el sofá donde dormimos la noche anterior. Respiré hondo y pude notar su aroma. Con la libreta entre los brazos me recosté igual que ayer, solo que sin Simon. Me puse a pensar en que no tenía que pensar nada, justo como ayer y... Me quedé profundamente dormida.
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Then and now
Hayran KurguEsta es la historia de Adele. Una chica de veintisiete años que sufrió un terrible accidente que cambió su vida y su forma de ser para siempre, o al menos eso era lo que ella quería. Pensaba que cambiando podría olvidar y superar lo sucedido, pero...