Simon no podía cerrar la boca. Estaba impresionado con lo hermosa que se veía Adele. El cabello recogido, el hermoso vestido acentuando su figura, su piel blanca resaltaba con el color negro de su vestido. Se veía simplemente perfecta. Adele se puso frente a él, acomodo su falda y volteó a verlo con una sonrisa. Lo único que Simon pudo hacer fue darle las flores, no tenía palabras.
—Gracias Simon, están preciosas—dijo Adele sonriendo ampliamente.
Simon pudo ver a Laura atrás de Adele moviendo su mano como saludando, haciéndolo volver a la realidad.
—No más hermosas que tú, te ves...
—Si si, se ve hermosa. ¡Vámonos a la fiesta!—dijo Laura saliendo.
—Jajajaja gracias Simon.
Adele dejó las flores en un florero y salió.
Llegaron al salón justo a la hora acordada.
Había fotógrafos en la entrada, tomaban fotos de todos los que llegaban. Simon detuvo la camioneta para que la estacionaran.•Narra Adele•
El fotógrafo nos empezó a tomar fotos y luego nos pidió que posáramos para la cámara. Simon me tomó de la cintura y me acercó a él. Sonreí como nunca había sonreído en mi vida. Nos tomó la foto y después llegó Laura corriendo.
—Ahora una con el mal tercio—dijo poniéndose a mi lado y haciéndome reír—. Muy bien y ahora hazte a un lado Simon, una con la mejor amiga.
Nos tomaron las fotografías y por fin entramos.
La decoración no era nada parecida a la última vez que vine. Todo era plateado y dorado, había un dj, notas musicales colgando del techo, mi nombre y un número 28 en el centro. Todo era magnífico que me dieron ganas de llorar. Me detuve por la impresión.
—¿Estas bien?—dijo Simon deteniéndose conmigo. Laura ni se inmutó y se fue corriendo a la pista de baile.
—Es impresionante—dije viendo todo.
—Es para ti, está es tu noche. Te lo mereces Adele—dijo extendiendo su mano. La tomé y entramos.
Todos me felicitaban y me abrazaban. Gabriela me indicó donde era mi mesa.
—Señorita Adele se ve hermosa—dijo viéndome de arriba a abajo.
—Gracias Gabi, tú también te ves muy bien.
—Es el vestido más caro que he usado y yo creo que es el último que usaré en mi vida jaja. Gracias. Acompáñenme.
Nos sentamos y Laura llegó con nosotros.
—Esta espectacular Adele.
—Lo organizó una chica de publicidad de mi empresa—dije sonriendo. Un mesero nos ofreció vino pero Simon y yo lo rechazamos. Me sorprendí de que no bebiera. Volteé a verlo y él a mi.
—No tengo buenas experiencias con el alcohol. Creo que ya es suficiente todo lo que he tomado.
Cada día lo conozco más y mi amor por él crece.
Todos se sentaron para la cena, que por cierto estuvo deliciosa, el postre ni se diga. Después varias personas subieron al escenario para decir algo. La primera fue Gabriela, felicitándome y agradeciéndome por considerarla para ese empleo.
Después varias chicas de publicidad y diseño. Al final subió Emma.
—Yo...—dijo nerviosa como de costumbre. Sacó un pequeño papelito y acomodó sus anteojos. Se veía hermosa en un vestido color lila y unos zapatos al tono—. Quiero desearle un muy feliz cumpleaños a nuestra jefa, es un gran honor trabajar para usted. Me han gustado estos años ha su lado pero sobre todo los últimos meses porque creo que... Ahora puedo considerarla una amiga—tomó aire, creo que estaba a punto de llorar. No sé si por los nervios o porque estaba conmovida pero yo sí lo estaba. Me limpié la primera lágrima rápidamente para que no se corriera el rímel—. Y eso me hace sentirme, un poco más segura de mi misma. Gracias por dejarme ser su asistente y dejarme mostrar el potencial que tengo. Felicidades.
Todos aplaudieron y yo me puse de pie. Después de ella subió el hermano de Simon. Simon pareció un poco sorprendido, volteó a verme pero yo levanté los hombros a manera de asombro.
—No tenía ni idea—le dije.
—Feliz cumpleaños señorita Adele—dijo Sam en el micrófono viéndome. Le sonreí y después volteó a ver a Simon, le guiñó el ojo y empezó a cantar una de sus nuevas canciones.
Sigo pensando que canta maravilloso.
Después de dos canciones de su álbum se sentó en el piano y comenzó a hablar.
—Esta canción no está en mi álbum porque es nueva y muy personal. La escribí para mí madre donde quiera que este. Te amo mamá—lo último lo dijo con la voz entrecortada. Respiró hondo y empezó a cantar. Volteé a ver a Simon y tenía lágrimas en los ojos.
La canción era simplemente hermosa, y a mí me hizo llorar a mares. Habla sobre lo mucho que la extraña, que la necesita, y lo mucho que la quiere. Todo se relacionaba a lo que siento por Alex que no pude evitar llorar. Simon me abrazó y me besó.
—Ellos nos cuidan desde donde se encuentran—dijo tomando mi rostro, lo vi a los ojos mientras me hablaba y pude ver su sinceridad y amor, así como la tristeza que tenía—. Y saben que estamos bien, que lo estamos logrando, que somos fuertes. Eso los hace felices.
Sus palabras me conmovieron tanto que no pude evitar tomar su rostro y besarlo. Me separé de él, me limpié las lágrimas y aplaudí de pie cuando Sam terminó la canción.
La fiesta continuó, todos volvieron a la pista de baile. Laura se puso a bailar con un chico que se encarga del estudio de grabación en la empresa, yo me quedé en la mesa con Simon. Me puse a ver a todos mis empleados bailar, era muy divertido.
—Juguemos—dijo Simon.
—Jajajaja ¿a qué?—dije poniéndome de frente a él.
—Yo te hago preguntas y tú me haces preguntas a mí.
—Mmmm... Me parece bien jaja. Tu empieza.
—Okay. Primera pregunta, ¿color favorito?
—¿Mío?
—Adele...—dijo divertido.
—Jajajajajaja ya perdón estoy jugando. Emmm, mi color favorito... Verde—dije sonriendo.
—Podría jurar que era el negro.
—Me encantan los vestidos negros, pero el verde es tan lindo. Me transmite pureza, tranquilidad. Por eso me encanta el campo.
—Que hermoso—dijo viéndome con cara de tonto.
—Jajajajajajaja tu cara.
—Lo siento jaja. Ahora tú.
—¿Color favorito?—dije sonriendo.
—Astuta. Azul, marino. Bueno todos los azules.
—Por...
—El cielo y el mar. Nunca he ido a la playa y mi sueño es subirme a un avión. Me gustan las cosas que parecen inalcanzables pero sé que algún día las alcanzaré. Así como tú.
—¿Cómo yo?—dije confundida.
—Cuando te conocí en aquel bar, con tu actitud seria y antisocial supe que eras inalcanzable y hermosa. Cuando te volví a ver en la calle y te sentías tan vulnerable e indefensa, me di cuenta de que algún día lograría hablarte, si el destino me daba autorización. Y ahora aquí estamos.
—Wow—no se me ocurrió nada más que decir.
—Exacto. Wow. Quién iba a imaginarse a un hombre como yo con una mujer como tú. Hermosa y refinada, con un...
—Gentil y amoroso hombre. Guapo, alto y divertido.
—Jajajaja ¿me engañas con otro?
—Jajajajajajajajajajaja Simon—dije divertida.
Volteé a ver dónde estaba Laura y me puse a ver a Sam, estaba bailando con Gabriela, se reían y se veía en su mirada que le gustaba.
—Mira—le dije a Simon y señalé a Sam.
—Ese muchachito está enamorado. No puedo creer que este tan grande. Aún lo recuerdo cuando tenía cinco, golpeando las teclas del piano sin ningún ritmo en específico.
—Y ahora toca melodías que nos hacen llorar como bebes.
—Jajajaja si. Sigamos con las preguntas.
—Me parece bien—dije viéndolo a los ojos de nuevo—. Es mi turno.
—No, es mi turno—dijo Simon y en ese momento se comenzó a escuchar una balada.
—Cierto, pregunta.
Volteó a ver la pista y después me volteó a ver a mi.
—¿Te gusta bailar?
—Tengo la pasión para bailar, pero no tengo el ritmo. Dos pies izquierdos—dije moviendo los pies.
—Oh, vamos. ¿Y si te enseño?
—¿Tú sabes bailar?
—Un poco, bailaba con mi tía cuando escuchaba sus discos—se puso de pie y extendió su mano—. ¿Me concedes esta pieza?
—Ay no Simon. Te voy a destrozar los pies.
—Es lenta, no creo salir muy lastimado.
Tomé su mano y me puse de pie. Nos acercamos a la pista, había bastante gente bailando así que nos quedamos en la esquina de la pista.
—Muy bien, tu mano en mi hombro—dijo y lo obedecí. Tomó mi otra mano y mi cintura, sentí mariposas en el estómago y sentí mis mejillas ardiendo. Bajé la mirada hacia mis pies, después volteé a verlo a los ojos. Me sonrió y me acercó a él.
—¿Lista?
Asentí sin dejar de verlo a los ojos.
—Olvídate de todo, centra tu atención en la música y déjate llevar. Así lo hacen los músicos y cantantes.
Sonreí. Yo sabía eso, cuando cantaba eso hacía, pero él no lo sabía.
Me dejé llevar, la balada iba a la mitad, sentí el ritmo y empecé a moverme al compás. Simon me conducía. Cerré los ojos, lo solté y puse ambas manos alrededor de su cuello. Me sentía tan ligera, como si flotara. Volvió a tomar una de mis manos y me dio una vuelta, sentí como mi vestido flotaba con el aire, volví a tomar su mano y puse mi cabeza en su hombro. Cuando la canción terminó abrí los ojos, lo primero que vi fue su sonrisa.
—Eres una mentirosa—me susurró.
—Te juro que nunca había bailado así. Me dejé llevar.
Me abrazó y salimos de la pista. Volvimos a sentarnos justo cuando Gabriela invitó a todos a participar en el karaoke. La primera en ofrecerse fue Laura, obviamente.
Tomó el micrófono y corrió hasta mi.
—No no no estás loca—le dije entre risas.
—¡Vamos! Cantemos wannabe—me tomó del brazo y me llevó hasta la pista. La gran pantalla frente a nosotros nos mostró el título de la canción con una imagen de las Spice Girls. Era nuestra banda favorita de pequeñas y hasta ahora siguen siendo mis favoritas pero no pienso cantar frente a toda esta gente...
—Yo, I'll tell you what I want, what I really really want, So tell me what you want, what you really really want, I'll tell you what I want, what I really really want, So tell me what you want...—comenzó Laura imitando los movimientos de las Spice Girls en la pantalla. Todos le aplaudían y cantaban con ella.
Después me dio el micrófono y volteé a ver la letra, obviamente me la sabía pero con los nervios de volver a cantar desde no sé cuándo y la risa que me había dado el "Canto" de Laura se me había olvidado. Tomé aire y comencé.
—If you want my future forget my past, If you wanna get with me better make it fast—volteé a ver a Simon quien estaba impresionado y divertido a la vez y empecé a cantar con más confianza—. Now don't go wasting my precious time,
Get your act together we could be just fine...
Y Laura y yo empezamos a cantar como unas locas. Fue lo más divertido que he hecho en mi vida. Todos cantaban con nosotras. Amo mucho a Laura.

ESTÁS LEYENDO
Then and now
Hayran KurguEsta es la historia de Adele. Una chica de veintisiete años que sufrió un terrible accidente que cambió su vida y su forma de ser para siempre, o al menos eso era lo que ella quería. Pensaba que cambiando podría olvidar y superar lo sucedido, pero...