Al día siguiente Simon llegó por Adele a las dos de la tarde, a esa hora habían quedado de verse el día anterior para ir a la parrillada en la casa de Frank. Simon le contó la historia de él y Frank de principio a fin de camino a la casa.
—Es algo parecido a mi historia con mi amiga Laura.
—¿Ah si?—dijo Simon conduciendo.
—Si, la loca que te colgó el teléfono ayer, ella es Laura.
—Jajajaja la loca. Qué bueno que es tu amiga.
—No no, en serio esta loca. Hasta ella lo dice. Usa los vestidos más estrafalarios que puedas imaginarte y los combina con mallas de colores y cosas así.
—Oye yo recuerdo... Haber visto a una chica así en el autobús un día. No se me olvida porque iba a tu edificio, a tu trabajo me refiero.
—¿En serio? Tal vez hasta ya se conocen.
—Si jajajaja tal vez.
Después de eso se quedaron en silencio. Adele de la nada se puso nerviosa. Iba a conocer a los amigos más cercanos de Simon, eran como su familia, ya conocía a su hermano pero por trabajo, pero con sus amigos era diferente. ¿Y si no les agradaba? O.. ¿Si la veían como la mujer amargada en la que se había convertido y le tenían miedo? No podía dejar de mover su pierna y morderse las uñas.
—Llegamos, aquí es. No es nada del otro mundo pero te aseguro que su casa, diagonal, taller de autos es muchísimo más grande que mi apartamento.
—Es bastante lindo y pintoresco—dijo Adele con cierto temblor en su voz.
—Si jaja.. Oye ¿estás bien?
—Si... Solo... Un poco nerviosa.
—¿Por qué?
—No lo se, es como... Extraño.
—¿Estás nerviosa por conocerlos? Jajajaja no tienes por qué preocuparte, son muy buenas personas. Sobre todo su pequeña hija. Ven, vamos.
—Esta bien—dijo Adele sonriendo, aún nerviosa.
Simon y Adele entraron a la casa de Frank y caminaron hasta el patio trasero, ahí estaba Ana junto a Frank quien se encontraba frente al asador.
—¡Hermano!
—¡Hijo de otro fulano!—dijo Frank y lo abrazó. A Adele le causó gracia y ternura a la vez pero sus nervios solo la hacían actuar como la amargada en la que se había convertido y no sabía como salir de ese caparazón en ese momento. Por dentro estaba riéndose y por fuera tenía expresión seria.
—Adele te presento a Frank, Frank ella es Adele.
—Wow, mucho gusto señorita—dijo Frank dándole la mano. Adele le respondió el saludo con una sonrisa pintada en los labios y después de varios intentos por decirle algo se dio por vencida y bajó la mirada.
—Y ella es Ana, esposa de Frank.
—Hola, un placer—dijo Ana con su cantarina voz. Adele hizo lo mismo que con Frank.
—Simon, ¿me acompañas adentro por más carbón?
—Claro. En seguida vuelvo—le dijo Simon a Adele y ella se paralizó.
No quería quedarse sola con Ana, no sabía qué hacer o decir.
Simon entró a la casa junto a Frank.
—Tu lleva esa bolsa y yo llevo esto—dijo Frank cargando una caja.
—Okay. ¿Qué es eso?
—Carne jaja. Oye, tu novia no se parece nada a la de la foto.
—Es por eso que te dije ayer que era un misterio.
—Se ve mucho más... Rubia, delgada y un poco seria.
—Lo que pasa es que no ha tomado confianza, eso es todo.
—Ya veremos Konecki, ya veremos. Oh espera antes de salir hay que llevarnos otras cosas.Afuera en el patio, Ana intentaba sacarle platica a Adele.
—Entonces, ¿desde cuando conoces a Simon?
—Un par de meses—dijo Adele viéndola acomodar las cosas en la mesa—. ¿Gustas ayuda?—dijo lo más amable posible pero en vez de eso pareció un reclamo o algo por el estilo.
—No gracias, estoy por terminar—Adele estaba avergonzada de sí misma. Empezó a pensar en que no había sido buena idea ir.
—Vuelvo en un segundo, voy por mi hija.
Adele solo apretó los labios en una "sonrisa".
Se quedó sola en el patio, volteó a ver todo y se dio cuenta de lo lindo que era. No era fino ni extravagante, era casual y colorido, se sentía un especie de ambiente cálido que no había sentido hace mucho. Estaba tan acostumbrada a lo novedoso, costoso y citadino que al ver esa casa tan colonial, rústica se dio cuenta de lo cuadrada que había sido su vida todo ese último año. Una pequeña niña jalando su gran abrigo la sacó de sus reflexiones. Es igualita a Ana, cabello oscuro y rizado, piel un poco bronceada y ojos cafés. Una sonrisa muy tierna y una muñeca con un vestido del mismo color que el de ella.
—¿Tu quién eres?—dijo con una voz tan dulce que el caparazón de Adele se rompió en dos. Se inclinó para quedar a su altura y sonrío.
—Mi nombre es Adele, ¿tú cómo te llamas?
—Lily—dijo mostrando sus pequeños dientes separados—. ¿Eres amiga de mamá?
—Soy amiga de Simon, ¿lo conoces?
—¿Del tío Simon?—dijo Lily entusiasmada.
—Eso creo jaja.
—Tu eres ella.
—¿Quién pequeña?
—La mujer a la que quiere mi tío Simon. Dijo que eras muy bella—Lily dio un paso atrás y vio a Adele de arriba a abajo con el ceño y los labios fruncidos. Volvió a acercarse a Adele y asintiendo con entusiasmo soltó un si.
—Si, tenía razón. Eres muy bella.
—Wow jaja pues gracias lindura—dijo Adele conmovida por sus palabras, no podía tener más de cinco años y era tan tierna.
—Oh ahí estás Lily, me asustaste—dijo Ana saliendo al patio.
—Lo siento mami. Mira ella es la novia del tío Simon—dijo Lily señalando a Adele.
—No hagas eso es de mala educación señalar a las personas Lily—Ana la cargó al mismo tiempo que Adele se levantaba—. Lo siento, es una pequeña traviesa.
—Creo que es una hermosura—dijo Adele con tal naturalidad en su sonrisa que Ana sonrió.
—¡Listo! Aquí viene la carne—dijo Frank.
—Espero que tengas hambre Adele—dijo Ana.
—Pues la verdad si, un poco—dijo sonriendo.
—Excelente porque en un minuto estará la comida—dijo Frank.
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Then and now
FanficEsta es la historia de Adele. Una chica de veintisiete años que sufrió un terrible accidente que cambió su vida y su forma de ser para siempre, o al menos eso era lo que ella quería. Pensaba que cambiando podría olvidar y superar lo sucedido, pero...